España pierde 1.484 M al año por los repetidores: la ESO, el gran agujero negro del fracaso escolar

Pese a ello, diversos organismos internacionales alertan de que España sigue teniendo unos niveles de repetición elevados, situados entre los más altos de la Unión Europea. Esa circunstancia, por tanto, trae consigo una consecuencia directa: tanto el sector público como el privado pierden dinero por cada alumno repetidor. Así, el fracaso escolar supone en este país una sangría que roza los 1.500 millones de euros al año, según ha calculado EL ESPAÑOL.

Concretamente, España pierde cada año un total de 1.484.623.076,95 euros por los repetidores de curso. Si se desgrana esta cifra, la repetición en Primaria le cuesta anualmente a los bolsillos españoles casi 313 millones de euros; en la ESO, más de 928 millones de euros, un agujero y negro; y en Bachillerato, poco más de 244 millones de euros. Esta millonada tiene en cuenta el gasto sufragado tanto por las administraciones públicas como por las familias y ha sido calculada por este medio a partir de los datos ofrecidos por el Ministerio de Educación y la OCDE.

Dichos datos indican que España gastó por cada alumno de Primaria en 2021 –última cifra aportada en el informe Panorama de la Educación. Indicadores de la OCDE 2024– 9.153,48 euros. También desembolsó 10.827,56 y 10.446,35 euros por cada estudiante de la ESO y Bachillerato, respectivamente. Y, claro, si un alumno en edad escolar suspende un año académico la inversión realizada, que va desde los 9.000 hasta los 11.000 euros, se malgasta. Ese año repitieron 143.214 alumnos en todos las etapas.

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Miles de millones de pérdidas públicas

La propia OCDE explica en el informe que las arcas públicas españolas pagaron en 2021 10.080,90 euros al año por la educación pública de cada alumno de Primaria. Esto contrasta con la inversión privada que hace cada familia por hijo. Pagaron en un colegio privado 7.213,50 euros anuales de media. Aun así, aquel año hubo 42.333 niños de Primaria que repitieron en los colegios públicos o concertados, lo provocó que se fueran a la basura más de 426 millones de euros públicos.

Es más, “el desaprovechamiento de recursos económicos en centros de titularidad pública asciende a 4.569,9 millones de euros si se atiende a todo el período analizado –de 2015 a 2021–”, reflejaba el pasado mes de abril el Informe del Coste Económico del Fracaso Escolar, elaborado por Dide.org. Nuevamente, queda patente que el malgasto de dinero por los repetidores afecta especialmente al sector público.

Este informe, de hecho, explicaba que “el impacto económico de la repetición escolar en Educación Primaria, ESO y Bachillerato en España alcanza los 1.294 millones de euros al año”. Este medio afirma que es aún mayor, rozando los 1.500 millones de euros. En todo caso, la pérdida de recursos es dramática.

Fuente: Elaboración propia | Ministerio de Educación | OCDE

En opinión de Elena Betés Novoa, CEO de Dide.org, “el impacto económico del fracaso escolar en todos los niveles educativos es evidente y preocupante, pero es sólo una de las dimensiones del problema, que tiene consecuencias graves a nivel familiar y social. Debemos dotar a los docentes, claves en el sistema educativo, de las herramientas necesarias para identificar problemas del alumnado de forma temprana para poder intervenir y generar un ecosistema educativo que evite que cerca de medio millón de jóvenes no alcancen una formación relevante para su vida profesional. Sólo así lograremos que el sistema educativo contribuya al desarrollo del país”.

EFE

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Número de repetidores por etapas

Como se ha avanzado, aunque España pierde casi 1.500 millones de euros al año por los repetidores, lo cierto es que el malgasto es diferente en cada etapa. En el año 2021, por ejemplo, hubo 34.126 niños de Primaria que repitieron curso por todo el país ocasionando la pérdida de 312.371.658,48 euros. Eso sí, cabe destacar que entonces suponían el 1,2 % del total de alumnos, por lo que la cifra no ha variado mucho –hoy son el 1,1 %–.

Secundaria es la etapa más dramática. Confluye que es el último periodo de educación obligatoria y, por tanto, la tasa de abandono escolar es importante, así como la de repetición. En 2021, el 4,2 % de los adolescentes –85.727– repitió de curso, provocando el malgasto de 928.214.236,12 euros. El último dato de repetición indica que la cifra se encuentra en el 7 %.

Lo mismo ocurre con el Bachillerato. Es verdad que entre 2022 y 2023 la tasa de repetición ha descendido un punto –del 6,9 % al 5,9 %–, pero también es cierto que en 2021 la tasa estaba en el 3,4 %. En términos totales, ese año repitieron 23.361 alumnos de Bachillerato, dilapidando una inversión de 244.037.182,35 euros.

Agencias

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El gasto de España por estudiante

Este desperdicio de recursos económicos causado por el fracaso escolar, evidente afecta a las arcas públicas y privadas de España. Según la OCDE, los españoles pagan más de 11.200 euros por alumno cada año de media. Concretamente, el gasto total público y privado por estudiante en instituciones de Primaria a Terciaria –Universidades y FP– asciende hasta los 11.201,4 euros por estudiante.

En el análisis realizado por la OCDE se evidencia que a pesar de que España incrementó un 2,6 % el gasto total en Educación entre 2015 a 2021 –último año presente en el informe–, aún sigue por detrás de la media de gasto de la Unión Europea y de los países de la OCDE.

La UE gasta de media por la educación de cada alumno 12.408,3 euros y la OCDE desembolsa un promedio de 12.788,1 euros. O lo que es lo mismo, nuestro país gasta por estudiante entre 1.200 y 1.700 euros menos que los países de nuestro entorno.

Tanto en España como en otros países descentralizados a nivel educativo, además, existen diferencias regionales en el gasto en Educación. En nuestro país, informa la OCDE, la comunidad autónoma con mayor gasto por estudiante es el País Vasco, que invierte 1,8 veces más que la autonomía con menor desembolso, la Comunidad de Madrid. Además, y como ocurre con el resto de países de nuestro entorno, el gasto en Educación en cada etapa es distinto, siendo la Educación Terciaria más cara que, respectivamente, la Educación Secundaria y la Primaria.

Esa inversión diferente y la existencia de 17 sistemas educativos también influyen en que las cifras de fracaso escolar varíen. Por ejemplo, la tasa de repetición autonómica varía en función de la región. Así, en Primaria, las comunidades donde más se repite son Castilla-La Mancha (2,8 %) y Murcia (2,5 %), y donde menos, Cataluña (0,4 %) y Asturias (0,6 %).

En la ESO, hay mayor repetición de curso en Murcia (9,3 %) y Castilla-La Mancha (9,3 %), y menor, en Cataluña (2,7 %) y Asturias (4,6 %). Y en Bachillerato, las comunidades con más repetidores son Castilla y León (9,5 %) y Baleares (7,1 %), y con menos son País Vasco (3,8 %) y La Rioja (3,9 %). Sea como fuere, cada año, la repetición de curso le cuesta a los españoles no sólo un disgusto por el fracaso escolar, sino un monto cercano a los 1.500 millones de euros.