El Hormiguero recibió el pasado lunes a Johnny Depp y Riccardo Scamarcio, que presentaron su nueva película, Modi, three days on the wing of madness, dirigida por el estadounidense y protagonizada por el italiano.
Los actores de Hollywood se sentaron en la mesa junto a Pablo Motos y, antes de comenzar la entrevista, el presentador les regaló unas guitarras exclusivas a ambos invitados: "Somos tres músicos", señaló el presentador. "Son piezas exclusivas con maderas de 64 años de Francisco Bros, cortadas en luna menguante. Es que, según la fase de la luna en la que se corte la madera, la guitarra suena diferente", añadió Motos mientras tocaba un poco de flamenco para mostrar cómo sonaban las guitarras.
Ambos intérpretes se mostraron muy agradecidos por el obsequio, aunque no han sido los únicos a los que el valenciano les ha regalado una de las Guitarras Bros, la marca alicantina que las fabrica, ya que Russell Crowe, Will Smith o Tom Hanks tienen también una de las guitarras exclusivas que fabrican los hermanos Broseta para El Hormiguero.
EL ESPAÑOL ha contactado con Adam Broseta, que continúa con la tradición familiar en la fabricación de guitarras que comenzó su bisabuelo, que ya era lutier (persona que construye, restaura, repara y ajusta instrumentos de cuerda frotada y pulsada), pero para otra empresa, siendo sus abuelos los que crearon la marca Francisco Bros: “Nuestro apellido es Broseta, pero a mi abuelo Francisco le conocían como Bros y se quedó así el nombre”, explica.
“Mi abuela barnizaba las guitarras que mi abuelo fabricaba cuando crearon la empresa. Aunque de pequeño soñaba con ser futbolista (risas), siempre he tenido mucho amor al oficio de mi familia. Parte del verano, cuando no tenía colegio, lo pasaba en el taller y mi padre nos hacía con retales de madera algunas espadas para que mis hermanos y yo jugáramos. Nos hemos criado allí”, recuerda Adam.
El alicantino le dijo a su padre que quería seguir con la tradición familiar de la fabricación de guitarras: “Tenemos la suerte de dedicarnos a algo que nos gusta y nos apasiona. Y lo trasmitimos a las siguientes generaciones porque mi hija Laura está en el conservatorio y toca muy bien la guitarra”, admite.
Amy Winehouse, Ed Sheeran, Alejandro Sanz, Joaquín Sabina, Camilo, Luis Fonsi, Pablo Alborán, Melendi, Carla Bruni, Estopa, el Gran Wyoming, Leiva, Sebastián Yatra, Dani Martín, Pignoise, Despistaos y, por supuesto, Pablo Motos, son algunos de los famosos que disfrutan de las guitarras Francisco Bros, y los últimos en recibirlas fueron Johnny Depp y Riccardo Scamarcio.
¿Cuándo surgió su colaboración con El Hormiguero? Adam recuerda que fue hace unos 15 años cuando comenzaron a fabricar las guitarras del programa y del presentador, que tiene varias. Pero el primer invitado del programa de Antena 3 que se llevó una guitarra personalizada de regalo fue Russell Crowe, al que siguió Tom Hanks: “El Hormiguero nos compra las guitarras y Pablo las regala en directo”, explica Adam.
Esa exclusividad se paga, y las que recibieron el pasado lunes Johnny Depp y Riccardo Scamarcio superan los 6.000 euros de precio cada una porque “son guitarras de alta gama, piezas únicas. Es que el ciclo lunar tiene que ver mucho con el corte de la madera de esas guitarras y mi padre hizo uno especial hace unos 38 años de algunas maderas cortadas en luna menguante, y esas tapas las utilizamos en casos muy especiales como para la guitarra de Mick Jagger, la de Will Smith y ahora, para las de Depp y Scamarcio”, apunta el fabricante.
Y es que estos artistas tengas sus guitarras son un orgullo y un honor para Guitarras Bros y más para Adam, ya que Depp es uno de sus actores favoritos. “Estamos muy agradecidos a Pablo de que haga que nuestra marca sea cada vez más mediática”, añade.
Que sean citados en El Hormiguero también les aporta otros beneficios, como el aumento de pedidos de clientes famosos y anónimos, como les ha pasado tras la emisión del programa, que no dan abasto a las llamadas: “Cada vez que Pablo nos cita, toda esa semana es una locura. Es el formato más importante de la televisión del país y tiene una gran repercusión”.
Su fabricación
Normalmente tardan entre tres y cuatro meses en fabricar una de sus guitarras, pero las piezas exclusivas y únicas que se llevaron Depp y Scamarcio se realizan por separado del resto de pedidos porque necesitan un trabajo mucho más minucioso, mimado y con cariño, tardando entre seis o siete meses en terminarlas. Por ejemplo, toda la marquetería de la guitarra son incrustaciones de nácar blanco macizo exclusivo que, en primer lugar, se pone en gel para poderlo trabajar y moldear; luego está unos días en una temperatura húmeda para que se pueda doblar. “La tapa es cortada en luna menguante, y el aro y los fondos son de ébano exótico de Camerún, que es una madera muy exclusiva”, explica Adam.
Las más baratas que disponen en su web son las guitarras clásicas españolas, que parten de 280 euros, pero hay casi dos años de lista de espera para conseguir una, ya que no suelen trabajarlas: “Lo que hacemos son guitarras profesionales y de las de inicio o gama media hay bastante tiempo de espera. Las guitarras clásicas y flamencas de alta gama son las que tienen más demanda”, señala Adam.
Meteoritos en la guitarra
Una de las especialidades de Guitarras Bros es la personalización de sus instrumentos. Adam apunta que tienen un cliente que es coleccionista de piedras de meteoritos y en cada guitarra que les compra pide que le pongan incrustaciones de piezas de su colección en la roseta y en la guitarra. “Es un material que no podemos trabajar con las brocas normales porque se parten, tenemos que comprar unas especiales para poder fabricarlas. Es una manera de tener una guitarra única y unir sus dos hobbies, pero no afecta al sonido del instrumento ni aumenta el peso para quitarle vibración a la madera”, asegura Adam.
También les suelen pedir cosas extravagantes a nivel estético, pero que no afectan a la musicalidad de la guitarra, como adornos con piedras de Swarovski, con retratos de familiares, una frase, nombres, retratos o Melendi, que tiene una hoja de marihuana o Pignosie una calavera, por ejemplo.
Antes de salir hacia sus destinos por todo el mundo (envían a Estados Unidos, China, Japón, Dubai, Tailandia…), un guitarrista profesional las prueba para comprobar que suenen perfectamente, “es el control de calidad del instrumento, aunque yo también toco (risas)”, apunta Adam.
“Aunque nos conocen en todo el mundo, nuestro taller es muy humilde, es una casita en el campo y nos dedicamos a la calidad, no a la cantidad. Trabajamos poco y bueno, o por lo menos lo intentamos”, concluye el alicantino entre risas.