El Palmar

Joaquín Ganga es una de las pocas personas en el mundo que pueden presumir de haber tatuado la piel del crack del Real Madrid, Vinicius, de una leyenda de la NBA, como Lebron James, o del cantante Nicky Jam. También es uno de los pocos habitantes del planeta Tierra que pueden alardear de tener en su nuevo estudio de tatuajes una réplica del DeLorean: el coche diseñado por el alocado científico 'Doc', para los viajes de Marty McFly en la saga de películas de Regreso al Futuro.

Este vehículo sacado del universo de Hollywood es uno de los ganchos de Ganga Tattoo Studio: el nuevo local que el afamado tatuador Joaquín Ganga ha abierto en la pedanía murciana de El Palmar, su pueblo natal, al igual que el tenista Carlos Alcaraz -número 3 mundial de la ATP-.

El director del Ganga Tattoo Studio, Mario Santoro, abre sus puertas para EL ESPAÑOL. Las instalaciones que han pasado a formar parte del imperio que aglutina Joaquín Ganga, con solo 33 años, cuentan con una decena de personas en plantilla. Y no solo el DeLorean convierte estas 'oficinas' en un espacio único: en breve entrarán en funcionamiento una academia y un restaurante que se encuentran en el mismo edificio.

"La recepción ha sido brutal", tal y como explica exultante el director de Ganga Tattoo Studio, Mario Santoro, mientras muestra las instalaciones al periodista. Santoro asegura que el vídeo que publicó el influencer Nil Ojeda mostrando las instalaciones ha contribuido a que el estreno sea un éxito en poco menos de un mes.

El vídeo de presentación del nuevo estudio de tatuajes de Joaquín Ganga en El Palmar (Murcia).

Cuando el visitante se adentra en las instalaciones con un hall elegante y cálido, con colores sobrios en blanco y negro y un pequeño árbol, casi como si se tratara de un hotel de lujo futurista, lo primero que se encuentra son las fotos de las estrellas del deporte a las que Joaquín Ganga le ha puesto su firma en su piel -con forma de tatuaje-.

A continuación, emerge la 'sala de operaciones' con una larga hilera de sillones situados a ambos lados, como en una barbería, salvo por un detalle: justo en medio hay una réplica del DeLorean. Del techo cuelgan luces de neón y una palmera le da un toque tropical a este espacio donde el tatuaje se convierte en una experiencia a otro nivel.

Las instalaciones cuentan con una academia, para que el maestro de la aguja les enseñe a dibujar, a manejar máquinas de tatuar rotativas, máquinas tipo pen por su forma de bolígrafo... "El mundo del tatuaje está en un momento muy bueno, seguramente ahora va mejor que nunca", según reflexiona el director del estudio. Prueba de ello es que cuando culminen los últimos retoques que quieren hacerle a este espacio, Mario Santoro asegura que prevén contar con "en torno a 24 tatuadores" trabajando codo con codo.

El nuevo estudio se encuentra a tiro de piedra del que llevaban utilizando varios años en El Palmar. Una de las cosas que más impresionan del local recién estrenado es el fuerte contraste entre su fachada y lo que uno se encuentra en el interior. Desde fuera, mantiene una estética discreta que esconde, posiblemente, uno de los mejores y más innovadores estudios de tatuajes de toda España: Ganga Tattoo.

"El DeLorean es original, Joaquín lo compró en Estados Unidos, donde reside buena parte del año", según afirma Mario Santoro, director del estudio. De hecho, nada más cruzar la puerta, al fondo se distingue la figura metalizada del coche de Regreso al Futuro y es imposible evitar que se te vayan los ojos. 

Un DeLorean original preside el salón principal de Ganga Tattoo Studio. J. I. M.

- ¿El estudio está ya en funcionamiento?

- Mario Santoro: Sí. Aunque aún no está completamente terminado, Joaquín quiso abrirlo para ver qué tal funcionaba. Llevamos casi un mes desde que abrimos las puertas, y la recepción del público ha sido increíble. Él estaba seguro de que sería un éxito, y tenía claro que quería abrir aquí.

Esta tarde, por ejemplo, tenemos a todos los tatuadores trabajando. No nos esperábamos eso. Dentro de unos quince días cerraremos para completar algunos pequeños detalles del local, y enseguida reabriremos a tope de capacidad.

El espacio total de las instalaciones está planificado de una forma coherente. Todo ello, debido a que una vez que se accede al largo recibidor donde se encuentra la recepción, junto a esta, existe un acceso directo al futuro restaurante para que tatuarse se convierta en una experiencia para los cinco sentidos. La zona de hostelería cuenta con una gran barra y espacio para distribuir varias mesas.

-¿Qué tipo de cocina ofrecerá el restaurante?

-Mario Santoro: El restaurante se está planificando todavía para gestionarlo conjuntamente con una empresa llamada Bangaloria. Está previsto que entre en funcionamiento dentro de aproximadamente un mes. Está conectado con el mismo estudio, aunque tendrá una puerta exterior para acceder directamente. La idea es servir tapas y algunos platos típicos, pero dándole un giro moderno y único.

El espacio destinado al restaurante de Ganga Tattoo Studio. Cedida

Volviendo al hall del impresionante estudio, al avanzar hacia el interior del mismo, se llega a una sala acristalada que alberga la academia: un aula con capacidad para una decena de estudiantes, con una mesa en forma de 'U' donde se sentarán los alumnos para que los formadores les transmitan sus conocimientos sobre un arte milenario. Algunos expertos sitúan en Egipto su inicio porque se encontraron vestigios de tatuajes en dos momias egipcias que databan de hace 5.000 años.

-¿Cómo funcionará la academia?

-Mario Santoro: Llevamos bastante tiempo haciendo cursos, desde que estábamos en el estudio anterior. Pero al trasladarnos a este nuevo edificio, Joaquín quiso hacer un espacio más cómodo y profesional. La academia seguirá la dinámica que hemos tenido siempre: se suele hacer un cursillo cada mes, de manera que en total cada año se hacen entre ocho y nueve.

En cada curso, participan 20 alumnos al día que vienen de todas partes de España, incluso desde el extranjero, para aprender sobre técnicas de tatuado y cuestiones relacionadas con este mundo. La idea es ponerlo a funcionar tan pronto como volvamos después del breve parón que vamos a hacer dentro de unas semanas.

El aula destinada a servir de academia en Ganga Tattoo Studio. Cedida

La piel como lienzo

Al salir de esta aula académica, justo a mano izquierda está el DeLorean presidiendo el salón en el que se ubican las cabinas de tatuado, todas ellas con clientes. A lo largo del interior del edificio, se encuentran distintos elementos decorativos que le proporcionan una personalidad única, con un ambiente en el que se respira relajación por sus tonos grisáceos suaves y los negros mate, cuya monotonía se rompe con los marrones claros de diversos elementos de madera y el verde de algunas plantas y alfombras que imitan el césped.

Es inevitable no sentir la necesidad de hacerse un selfie en algún punto de Ganga Tattoo porque lo mismo te encuentras una antigua cabina de teléfonos, que una máquina estadounidense de periódicos. También en pleno recibidor se puede observar una escultura diseñada por el propio Joaquín Ganga donde pone de manifiesto que se trata de un artista polifacético.

Un tatuador trabaja en una de las cabinas de Ganga Tattoo Studio. J. I. M.

Otro de los elementos más llamativos es una suerte de probador en el que múltiples espejos se cruzan de infinidad de maneras. Su compleja distribución hace que los clientes puedan visualizar sus tatuajes desde todos los ángulos posibles, para poder valorar el resultado final sobre su piel.

El tatuador Joaquín Ganga explicó en una publicación a través de su perfil de Instagram [@gangatattoospain] que "este espacio ha sido creado con un concepto único en mente: la piel como un lienzo vivo".

"Cada pared está inspirada en los tonos de mi propia piel y en los pantones de algunos de mis clientes, celebrando la diversidad y autenticidad de cada persona que tatúo", según explica el propio artista.

Pero la magia de este edificio se obra dentro de las cabinas. En una de ellas, un imponente samurái se dibuja sobre la espalda de un cliente, con la paciencia de un santo y la precisión de un cirujano llevadas a las manos de un tatuador. En otra, otro artista acaba de comenzar a pintar a un cliente sobre la única parte de su cuerpo que le quedaba sin tinta. "Este estudio nuevo es una pasada", recalca uno de los tatuadores de Ganga Tattoo Studio. "Está a otro nivel".