Niños entrando a un colegio.

Niños entrando a un colegio. EFE

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Italia recupera las "notas por comportamiento" de Mussolini para frenar el bullying en los colegios

El ministro de Educación del Gobierno de Giorgia Meloni asegura que así se "restablece la importancia de la responsabilidad particular".

27 septiembre, 2024 03:10

Italia castigará duramente a los alumnos que no tengan una conducta adecuada en el colegio. Los alumnos de primaria serán valorados con una puntuación de entre cero y diez puntos por su comportamiento en el aula y el que suspenda tendrá que repetir curso, obviando si el alumno ha estado a la altura en cuanto a rendimiento académico. La norma de valoración por conducta estuvo vigente hasta el año 2000, tras ser creada en 1924 por Mussolini.

Asimismo, los que tengan una calificación entre un cinco y un seis deberán realizar un examen de educación cívica. Estas notas tendrán validez a la hora de establecer la puntuación final en los estudios de carrera.

Giuseppe Valditara, ministro de Educación del Gobierno de Giorgia Meloni, ha asegura que esta "reforma de las calificaciones por conducta restablece la importancia de la responsabilidad particular personal, hace que el respeto por las personas y los bienes públicos sea central y restablece la autoridad de los docentes”.

No en vano, la reforma, aprobada este pasado miércoles  introduce multas que van desde los 500 a los 10.000 euros por actos de agresión o violencia hacia el personal escolar.

"La ley aprobada por el Parlamento representa un paso fundamental para la construcción de un sistema escolar que empodere a los niños y devuelva la autoridad a los profesores", insistía Valditara.

La Cámara aprobó definitivamente el proyecto de la ley Valditara con 154 votos a favor, 97 en contra y 7 abstenciones. "Agradezco a los grupos parlamentarios mayoritarios este importante resultado", apuntaba Valditara, según recogió la agencia italiana Nova.

"Con la reforma, el comportamiento de los estudiantes pesará en la evaluación general de la carrera escolar y en la admisión a los exámenes estatales. Cambia la institución de la suspensión, habrá más escuela y no menos escuela para el estudiante que viole las normas de convivencia civil", alertó el ministro de Educación.

Asimismo, el titular de la cartera aclaró que "para los casos más graves habrá empleo en actividades de ciudadanía solidaria".

El objetivo, señaló Valditara tras la aprobación, "es apoyar el trabajo diario de los docentes y de todo el personal escolar para que los jóvenes tengan claro no sólo los derechos sino también los deberes que se derivan de pertenecer a una comunidad, empezando por el deber de respeto hacia los demás".

La reforma, que atañe también a otros aspectos, atañe a las calificaciones en la escuela primaria: "Los juicios sintéticos vuelven, de excelente a insuficiente, mucho más comprensibles que en los niveles anteriores, mejorando así la comunicación con las familias y al mismo tiempo la eficacia de la evaluación".

Valditara insiste que "la escuela sigue siendo la piedra angular de la educación mediante la cual se puede construir una sociedad mejor. Continuamos con orgullo el camino de las reformas emprendidas".

El presidente de la Asociación Nacional de Directores italianos, Antonello Gianelli, aseguró que la aprobación de la ley de conducta es "un paso adelante en el camino que, según el ministro Valditara, debe llevar a restablecer la justa autoridad de los docentes".

"Últimamente hemos oído hablar de demasiados comportamientos indisciplinados y fuera de lo normal", apuntó Gianelli, haciendo referencia a la subida de más del 100% de los casos de indisciplina en un año.

"Es cierto que se pide a los estudiantes que reflexionen sobre su responsabilidad como consecuencia de sus acciones si pudo haber suspendido con un 5 en conducta incluso antes, las multas para quienes agreden al personal de la escuela también son positivas, un acto indescriptible que debe ser perseguido en los tribunales penales", señaló Giannelli. "Aquí se trata de un procedimiento administrativo, por lo que probablemente sea más rápido".

"Finalmente, se simplifican las sentencias para comunicar a las familias el resultado de los resultados escolares de sus hijos", valoró el presidente de los directores italianos.

Sin embargo, no todo fueron aplausos a la norma. Giuseppe Lavenia, psicoterapeuta y experto en adolescencia, aseguró que se trata de una "solución fácil a un problema complejo".

En palabras a Orizzonte Scuola, Lavenia se mostró sorprendido por lo ocurrido, "como si un número fuera suficiente para dominar la agitación de la adolescencia. Pero, ¿creemos realmente que una votación sobre el comportamiento puede resolver el caos emocional de quienes aprenden, todos los días, a lidiar con ellos mismos y con el mundo?".

En su explicación apuntó que "el riesgo es que votar se convierta en una especie de 'tarjeta roja', algo que sancione sin educar. Pero un número no explica, no enseña, no nos hace crecer".

Asimismo, finalizó recordando que los niños no actúan por miedo al castigo. "La educación no es una cuestión de castigo, sino de comprensión. La escuela debería ser, ante todo, un lugar donde aprender a comprender las consecuencias de las acciones de cada uno, no sólo a temerlas. Llevar a cabo la votación, si se utiliza como herramienta aislada, corre el riesgo de ser una intervención superficial. No basta con etiquetar una conducta; necesitamos abordarlo, entender de dónde viene y proporcionar las herramientas para afrontarlo".