Los niños no vienen con un manual de crianza. Educar a los hijos es algo que se va aprendiendo día a día y a base de fallo y acierto los padres van encontrando la manera que consideran correcta de criar a sus hijos. Con los años se han definido varios tipos de modelos de crianza según el método elegido por los progenitores.
Los conocidos como padres y madres "helicóptero" se caracterizan por realizar un constante control y vigilancia a los hijos durante el tiempo libre, básicamente consiste en no dejar nunca solos a los hijos. Este movimiento reacciona directamente con la doctrina "free-range kids", lo que en español se traduce como padres o madres "de corral", un modelo de crianza basado en supervisar lo más mínimo a sus hijos.
Este movimiento tuvo gran aceptación en Estados Unidos cuando su fundadora, Lenore Skenazy, ganó popularidad tras publicar un best-seller y conducir un programa titulado irónicamente "La peor mamá del mundo", en cuya página web se puede leer el lema: "¡Los niños merecen un poco de tiempo sin supervisión!".
Dentro de los padres "helicóptero" podemos encontrar otra modalidad, los padres "tigre". Este tipo de padres no solo realizan una férrea supervisión de sus hijos, sino que también tienen como objetivo inculcarles la idea constante del éxito, esto provoca una obsesión para que destaque con respecto al resto, especialmente en lo referente a lo académico.
Según afirma Louis Li, diplomado en informática de la Universidad de Harvard, en la revista Aeon: "los padres 'tigres' quieren que sus hijos sean felices, pero creen firmemente que la felicidad reside en logros académicos e intelectuales, que a su vez están vinculados con el prestigio y la estabilidad financiera". Li, quién relata esto desde su propia experiencia, confirma que este tipo de control paterno viene marcado por un carácter cultural y generacional. "A menudo existe un elemento de movilidad social, los padres desean que el hijo aproveche oportunidades que no estaban presentes en su infancia".
Al ser hijo de inmigrantes chinos ha admitido haber sufrido la presión de sus padres por destacar en el colegio o la universidad. Lamenta que privilegiaran su propia noción del éxito antes que su propia felicidad o la del hijo, porque no solo es el hijo quien sufre, sino también los padres al querer que centren todas sus energías en los estudios en lugar de pasar tiempo de calidad con ellos. Li señala que: "Una de las características principales de los padres 'tigre': están dispuestos a cambiar el éxito por el amor".
Los padres en muchas ocasiones crían basándose en su propia experiencia y terminan proyectando sus inseguridades o malas experiencias en sus propios hijos. Podemos encontrar cuatro tipos: el totalitario (exigentes y controladores, los que vendrían a ser 'helicóptero'), el permisivo (poco estrictos y sin normas), el pasivo (aquellos que directamente descuidan todo lo relativo a la educación del pequeño). Y el más recomendable sería seguir una autoridad equilibrada con una serie de expectativas realistas que generan un sentido positivo de responsabilidad individual y autonomía bajo un razonamiento claro.