Una clase sin profesores, sin horarios, sin libros ni exámenes y donde se aprende haciendo proyectos gamificados. Puede parecer una educación utópica digna de cine de ciencia ficción pero existe, se llama '42' y Nico es uno de los estudiantes de este proyecto de la Fundación Telefónica.
"Me llamó bastante la atención porque proponía cierto aire misterioso", rememora Nico. Este joven realmente no tenía experiencia previa con la programación sino como ilustrador, pero fue con '42' cuando decidió aventurarse en este mundo. "Estaba en el mundo de las artes gráficas, nada que ver con la programación. Mi enfoque inicialmente era artístico", asegura el estudiante.
Sin embargo, Nico decidió aplicar y después de superar los diferentes niveles que presenta el programa, fue elegido como alumno en '42'. De aquello han pasado ya cerca de cinco años. "Fue una experiencia bastante enriquecedora. Aquí tengo la sensación de estar en un lugar donde hay una comunidad viva", afirma Nico.
Aprendizaje en 42
La enseñanza en '42' es totalmente rompedora y muy diferente a cualquier universidad o institución de formación. No hace falta conocimientos previos, no hay profesores, su campus está abierto 24/7 los 365 días del año, es totalmente gratuito y el alumno aprende a su propio ritmo. "La formación no es solo en competencias sino también humanas, habilidades como la frustración, el liderazgo o la creatividad a la hora de resolver problemas a los que no te has enfrentado", cuenta Pablo Mateos, director de '42' Madrid.
Nico es desarrollador de aplicaciones pero también dedica 3 días a la semana a '42' donde desarrolla los diferentes proyectos que le propone la plataforma. Los proyectos van desde imprimir el alfabeto por pantalla, implementar funciones de la librería estándar, hacer un juego o programar un servidor desde cero. Algunos de estos proyectos pueden tomarle días, semanas o incluso años de trabajo. "Son ejercicios que van a estar justo en el límite de tus capacidades, es decir, que necesitas a los demás para poder salir adelante", apunta el joven.
Sin embargo, más allá de los proyectos en sí, lo que Nico valora bastante es la comunidad de programadores que se ha construido en '42'. "La diversidad extrema de trasfondos que hay entre los estudiantes hace que las posibilidades sean infinitas para cualquier cosa que quieras hacer, ya sea incluso fuera de las tecnologías", afirma Nico.
'42' dispone de 235 proyectos distribuidos en niveles de aprendizaje. El programa cuenta con 21 niveles de conocimiento en el que los siete primeros son una base troncal que todos los estudiantes deben superar para adquirir un conocimiento común de programación y luego poder especializarse en la rama que más les interese que puede ser IA, redes, blockchain, LINUX o videojuegos, entre otros.
Esa base troncal puede tardar en completarse de ocho meses a dos años dependiendo de las horas que le dedique el alumno. "Cuanto más tiempo metes en 42 y más esfuerzo dedicas, más rápido vas avanzando. Es compatible con todo lo que quieras hacer como una carrera o un trabajo pero es verdad que requiere un tiempo de esfuerzo para poder progresar", explica Pablo.
"Yo habiendo acabado el tronco común, mi perspectiva es más relajada", asegura Nico. Una vez el estudiante finaliza alguno de sus proyectos, es entonces cuando se realiza una evaluación del trabajo. ¿Pero sin profesores, cómo se evalúan los proyectos? "Las hacen los compañeros", responde Nico. "Tienes que defender el proyecto que has hecho frente a alumnos que pueden estar a tu nivel, a un nivel superior y a un nivel inferior. Y el aprendizaje en estas defensas de proyecto siempre es mutuo".
De hecho, con su aprendizaje en '42' Madrid, Nico no ha tenido problema en encontrar trabajo como desarrollador de aplicaciones. "Presenté mis proyectos de aquí y por eso me contrataron", afirma el joven.
El programa '42' valora mucho la empleabilidad de sus alumnos y por eso, a pesar de no contar con un título oficial del Estado, cuentan con un 100% de contratación a través de empresas que descubren el modelo y contactan con Fundación Telefónica. "No somos una empresa de colocación de perfiles pero tenemos un área de Talento que atrae partners y empresas aliadas. El estudiante con sus proyectos, su CV, formación y habilidades consigue superar los procesos de selección de las empresas", cuenta Pablo.
Proceso de selección
Para llegar a '42', Nico tuvo que seguir un extenso proceso que le permitiese adentrarse en todo el mundo de la programación de la mano de Fundación Telefónica. Después de registrarse en la web y realizar dos juegos con un máximo de dos horas para superar, se reparten plazas y unos pocos consiguen acceder a la Piscina. "La Piscina es una inmersión total en nuestra metodología durante 26 días", cuenta Pablo.
A través de la Piscina, el alumno conoce de primera mano cómo funciona '42'. "En esos 26 días, la persona va a decidir si le interesa la programación y si le gusta esta metodología". Si superan la Piscina, se convierten en estudiantes de '42', si no es el caso, pueden volver a intentarlo en 300 días después pero solo 2 veces en la vida. "Si te conviertes en estudiante, ahora sí empiezan los proyectos, los niveles, itinerarios informativos y opciones de empleabilidad", asegura el directivo.
En el caso de Nico, el joven, por aquel entonces, ilustrador, aplicó sin tener conocimiento alguno sobre programación convirtiéndose en uno de los primeros alumnos de '42' Madrid. "Decidí darle una oportunidad y ver si era capaz de meterme en el mundo de la tecnología. Además era 2019, en la primera Piscina y no había nada, estaba todo desértico", recuerda Nico.
'42' Madrid fue el primero de los cuatro campus que cuenta el programa en España. El campus de la capital está alcanzando casi el máximo de su capacidad con 1.300 estudiantes mientras que entre los campus de Bilbao, Barcelona y Málaga suman cerca de 1.400 alumnos en sus filas.
La enseñanza del futuro
Antes de adentrarse en el mundo de la programación en '42', Nico se había graduado antes de Bellas Artes. "Yo creo que esta metodología se podría aplicar a carreras como la mía y a casi cualquier carrera universitaria, se podría beneficiar de tener un poco más esta cuestión de involucramiento colectivo y cooperativo", argumenta Nico.
Esta metodología que se distancia mucho del sistema educativo clásico invita a que se le pueda denominar como 'la enseñanza del futuro'. "Lo de que sea no tanto aprobar o sacar una nota y el hecho de que todo sea un proceso tan libre te da la capacidad de poder ajustar tus propias capacidades, tus propios gustos y tu propio carácter a la enseñanza", afirma el joven programador.
"Está claro que el mundo se está transformando. El sistema de aprendizaje de la universidad no ha cambiado en 500 años y la educación va por detrás de lo que demanda la empleabilidad", asegura Pablo. El director de '42' Madrid ve la enseñanza muy lejos de memorizar y llevarlo más a la práctica con métodos centrados en realizar "proyectos basados en la colaboración y en las habilidades particulares".