Miles de españoles se presentan cada año a unas oposiciones con el objetivo de encontrar un puesto de trabajo como funcionario en la Administración pública. Algunos lo hacen por vocación y otros por encontrar en ellas el modo de tener un empleo estable y bien pagado. Sin embargo, esto requiere meses de preparación, esfuerzo y mucha dedicación. Aunque está claro que no todas conllevan el mismo tipo de esfuerzo, como en todo, hay algunas más sencillas que otras, cuyo temario es más reducido y por tanto resultan más fáciles de aprobar.

Aunque hay que dejar claro que calificar una oposición como sencilla es, en cierto modo complicado. Aprobar cualquier plaza ya es difícil, pero observando el número de plazas, la cantidad de convocatorias a lo largo del año, los requisitos y el volumen de temas se podría decir que hay algunas que entran dentro de las oposiciones "más fáciles".

En este contexto, una de las oposiciones más sencillas dentro del sector sanitario es la de celador. Se suelen convocar con bastante frecuencia y acceder a un puesto no resulta muy difícil. No requiere las mismas funciones que otros puestos sanitarios como el de auxiliar de enfermería, pero aún así es necesario tener ciertos conocimientos sobre el trato con el paciente y el material. Es más, algunas academias especializadas estiman que se tarda entre seis meses y dos años en prepararse.

A pesar de que no realizan tantas funciones como en otros puestos del mismo sector, estos trabajadores son esenciales tanto en hospitales como en centros de salud. Su trabajo consiste principalmente en trasladar a pacientes, vigilar los distintos accesos y la asistencia en las áreas de hospitalización. Básicamente tienen encomendadas funciones de servicios para lograr el buen funcionamiento de las instituciones de salud.

En cuanto a los requisitos para poder presentarse a estas oposiciones, se encuentran: tener al menos la mayoría de edad y estar en posesión del título de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), no tener antecedentes penales y no haber sido separado mediante expediente disciplinario del servicio en la Administración. Esto quiere decir, que prácticamente cualquier español puede acceder a estas oposiciones.

El temario ronda entre los 15 y 25 temas y el proceso está dividido en dos fases: la primera es una prueba teórica de 100 preguntas. Y la segunda es la de concurso, con la que pueden conseguir puntos extras en función de su perfil como la formación académica, experiencia personal, formación especializada, publicación de trabajos científicos e investigación.

El salario medio de un celador en España suele rondar entre los 25.000 y 30.000 euros al año. Como es habitual, esto va a depender de la comunidad autónoma donde trabajes, la antigüedad, experiencia o el puesto de trabajo.