La semana 'horribilis' de la emérita Sofía: "Está abatida y triste, pero no es por Juan Carlos sino por otras cosas"
- Además de los mensajes entre Juan Carlos y Bárbara Rey, la Emérita ha tenido que sobreponerse a la muerte de su peluquero y al bajón de salud de su hermana.
- Más información: Juan Carlos, a Bárbara Rey: "Vivo en otra parte de la casa, separado de Sofía. No entiende que un sábado me vaya"
El destino tiene en muchas, ocasiones, bastante mala idea. Y eso es lo que tienen que estar pensando muchas de las personas que rodean a la reina Sofía en su día a día. La madre de Felipe VI, que sigue siendo parte de la representación de la Corona al servicio del Rey, llevaba varios meses sin aparecer en la agenda de las previsiones de los actos de la Familia Real y, justo en su peor semana -cuando han coincidido el bajón de salud de su hermana, la muerte de su peluquero y otro capítulo del culebrón entre Juan Carlos y Bárbara Rey-, la emérita no ha tenido una presencia pública sino dos. "Pero a ella le da igual. Es una profesional. Sabe cuál es su sitio y su trabajo. Siempre sirviendo a la Corona", explica una persona cercana a su equipo.
Una vez más, ella no es la culpable de estar en el centro de la noticia, sino que los actos de otros la convierten en el foco de atención para los medios de comunicación. Y como ha sido en los últimos 20 años, el culpable vuelve a ser su marido, Juan Carlos de Borbón. Esta vez se trata de las imágenes y grabaciones que han salido a la luz del padre de Felipe VI con Barbara Rey, actriz que fue su amante durante varios años en la década de los 90. Parece que el grifo de las informaciones relativas a ese romance, hecho por todos conocido, se ha abierto y no tiene pinta de que vaya a cerrarse.
Y con este aguacero encima y por si fuera poco, el primer acto de la semana para Sofía tuvo lugar durante la conmemoración del XIX aniversario de la creación de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en la base militar de Torrejón de Ardoz (Madrid). Entonces, durante su discurso como ministra de Defensa, Margarita Robles quiso buscar alguna complicidad con ella dirigiéndole la siguiente frase: "En estos momentos le trasladamos nuestro cariño y nuestro agradecimiento". Muchos medios destacaron que el gesto de la emérita se endureció al escuchar una conmiseración de este tipo. Las palabras de la titular de Defensa hicieron que se hablara de la Emérita en todos los medios de comunicación, cuando su papel en el triángulo amoroso de la vedete y su marido, era para todos, secundario.
El martes, la reina Sofía volvió a recoger el guante que le tendió Zarzuela para representar a la Corona en los Premios Sociales de la Fundación Mapfre 2024. El evento transcurrió de manera calculadamente protocolaria, con entrega de trofeo y 40.000 euros a la actriz Núria Espert o al proyecto Moda-Re de Cáritas. Sin embargo, a las puertas del acto, algunos ciudadanos la esperaron a la entrada para mostrarle su apoyo y cariño, gritando su nombre y diciéndole que estaban con ella. Este hecho volvió a provocar que un acto que normalmente hubiera pasado desapercibido pasara a ocupar otra vez, muchos titulares.
"Pero lo que la gente no se da cuenta es que la Reina Sofía está curada de espanto. Ella vive en su burbuja de Zarzuela. No es que no sepa que se está hablando todo el rato del tema, pero no con detalle. Sofía ve la televisión, pero las noticias de la BBC británica, concursos y muchos documentales de animales. No ve nada de cotilleos ni Telediarios en castellano. Ella no tiene un servicio de prensa que le pase todos los días lo que se dice en la prensa sobre ella (servicio que sí tienen los Reyes). Así que no tiene esa sensación de pesadumbre al saber que toda España habla de las infidelidades de su marido", explica una de las personas que mejor la conoce. "Sí es verdad que está triste y abatida, pero poco tiene que ver con Juanito (como ella misma le llama) sino por otras cosas que le han ocurrido estos últimos días y que le afectan mucho más. Lo de Barbara Rey es agua pasada y sabida, ¿crees que ahora mismo le importa?", sentencia.
A los hechos a los que se refiere nuestra fuente es que la soberana ha sufrido una grave pérdida para ella hace pocos días. Se ha muerto Francisco Segura, el peluquero de la reina Sofía durante más de cuatro décadas. Este estilista ha cortado y peinado el cabello de la reina con fidelidad absoluta. El mallorquín, al que conoció en una recepción en el Palacio de Marivent, falleció el pasado 5 de octubre a los 84 años. Con cuatro peluquerías en Mallorca, este profesional de la imagen creo el peinado con el que tanto se identifica a la madre del Rey y viajó con ella a sus citas más importantes cuando ejercía como la mujer del jefe del Estado. "Cualquiera que tenga un buen peluquero sabe que se puede convertir en un verdadero amigo. Y esa era un poco la relación que Sofía tenía con Francisco. Eso sí, sin ser su confesor, que esa línea la Reina no la cruzaría jamás con nadie. Pero su muerte le ha afectado mucho", explica la misma persona.
El propio peluquero habló en un programa sobre su experiencia trabajando con la madre de Felipe VI: "En una ocasión Sofía me preguntó si iría a Madrid si precisara de mis servicios. Por supuesto, le dije, iré a donde usted me diga. Tras esta conversación acudí siempre que me llamó, ya fuera a Madrid, ya fuera a cualquier lugar del mundo donde ella viajara en visita oficial, como reina de España".
La rutina era que viajaba cada 20 días desde Baleares a Madrid para cortar el pelo a doña Sofía en el Palacio de La Zarzuela. Además, la acompañó en muchos de sus viajes de Estado, experiencias que le permitieron conocer a personalidades como el 40º presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan. Fue condecorado con la Cruz de la Orden de Isabel la Católica, que le entregó el emérito Juan Carlos y también recibió la medalla de plata Royal Victoria, concedida por Isabel II.
El otro hecho que tiene preocupada a la madre de Felipe VI es la salud de su hermana. La semana pasada Sofía e Irene de Grecia viajaron hasta Atenas para acudir a la boda de su sobrina Teodora de Grecia con el americano Matthew Kumar. Justo antes de comenzar el banquete, a la princesa griega, que lleva viviendo en Zarzuela desde hace más de cuarenta años, le dio un pequeño bajón de tensión. "Se llevaron un susto, aunque luego todo estaba bien y pudieron seguir celebrando. Pero la salud de Irene es frágil, la pérdida de Tino (como llamaban con cariño en casa a Constantino de Grecia, el hermano pequeño de la emérita) hace año y medio fue un palazo para ella, así que la preocupación por Irene es mucha e intensa", cuenta la misma persona.