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Había terminado la manifestación contra el precio abusivo de la vivienda, celebrada este domingo en Madrid, cuando tres amigos entraron en un vagón de la línea 1 de metro. La conversación giraba en torno a sus condiciones vitales: con trabajo a jornada completa, no pueden permitirse más que una habitación compartida en Madrid, pero comentaban que vivirían lo mismo en Barcelona o Málaga, donde ha habido otras manifestaciones.

Uno de ellos sacó el móvil entonces y vio una pelea en Twitter. "Tesh Sidi —diputada de Sumar en el Congreso— ha puesto un tuit y se lo están reprochando", vino a decirle a los otros dos. Los otros respondieron con las mismas proclamas que se habían escuchado en la manifestación. "Como si su partido no estuviera en el Gobierno", zanjaron.

El enganchón fue más allá, porque la diputada deseó ser Ministra de Vivienda en esa misma bronca, exculpándose de lo que hace el PSOE a través de la cartera de Isabel Rodríguez y de lo que hace el PP en el Ayuntamiento y en la Comunidad de Madrid.

Sin embargo, ninguna de esas excusas le ha valido a los partidos de izquierda que apoyan el Gobierno durante la manifestación. "Podemos rentistas", "Más Madrid, más miseria", se escuchó en algunos cánticos.

La cara de la líder de Sumar, Yolanda Díaz, mientras tanto aparecía en carteles junto a los de Pedro Sáchez y Ayuso: "Ni políticos con cara de cemento ni más ladrillo en Monte y Prado".

Las reivindicaciones que gritaban los protestantes dejaban claro lo que no querían: "Hoy en la foto, el viernes un desahucio". En realidad, lo establecieron desde mucho antes, tanto en declaraciones como con carteles en los que se indicaba que los partidos políticos debían acoplarse al final de la manifestación.

Los que sí estuvieron

Los partidos de izquierdas del Congreso llevaron representación a la manifestación. Desde el PSOE hasta Podemos, aunque solo este último sacó grandes banderas con su nombre.

Las Juventudes Socialistas acudieron a la protesta a buscar a Isabel Díaz Ayuso. La pancarta rezaba: "Los ricos y el PP no quieren regular tu alquiler". 

Reyes Maroto, portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento de Madrid y ex ministra de Industria, Comercio y Turismo en la pasada legislatura, portaba un cartel que rezaba: "Se busca cumplir la ley de Vivienda". 

La portavoz ha insistido al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, a aplicar la Ley de Vivienda aprobada por el Gobierno de España y a no "mirar para otro lado" ante la situación. Maroto ha indicado en que las medidas aprobadas deben aplicarse con urgencia para frenar la escalada de los precios.

Eso a los manifestantes, y lo han dejado claro a través de su manifiesto, en declaraciones anteriores y posteriores, no les vale. Como ejemplo, el botón más alto de la camisa: la proclama de "la Ley de Vivienda es una mierda".

Sumar también tuvo representado en la manifestación. Elizabeth Duval, secretaria de comunicación del partido o Tesh Sidi, diputada nacional, estuvieron entre los manifestantes. Además, Yolanda Díaz apoyó la protesta en Twitter, donde recibió todo tipo de críticas.

La portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento, Rita Maestre, calificó la movilización como un "punto de inflexión" para resolver la crisis de vivienda, que consideró el mayor problema que enfrenta la ciudad.

Sin embargo, Podemos fue el único partido que llevó representación con banderas visibles del partido desde antes del inicio de la marcha. Estuvieron presentes la diputada en el Congreso Ione Belarra y las eurodiputadas Irene Montero e Isa Serra.

De hecho, Serra fue la que más avanzó y pasó un mal trago junto a Serigne Mbayé Diouf, secretario de antirracismo de la formación morada y exdiputado autonómico en Madrid. A la altura de Cibeles, algunos manifestantes se apartaron para dejar pasar al resto, con la idea de esperar a los miembros de Podemos para reprocharles su presencia.

Cuando la cabecera de la formación morada alcanzó a estos manifestantes, comenzaron los gritos: "Podemos culpable", "vergüenza" y "Podemos rentistas". Le reprochaban, sobre todo, estar para la foto cuando durante sus gobiernos permitieron desahucios.

El paso de Serra y Mbayé para continuar hacia Callao estaba cortado, pero decidieron continuar con algún problema incluso. La resistencia al paso de otros simpatizantes que iban bajo la marca provocó algún encontronazo y hasta enfrentamientos cara a cara. A un miembro de Podemos le reprocharon: "¡¡Socialdemócrata!!".

Un simpatizante de Podemos se enzarza con tres críticos.

Los sindicatos de trabajadores también recibieron algún cántico en contra. "Comisiones y UGT, sindicatos del PP", se escuchaba a la altura de Cibeles unas veces, mientras que en otras se rimaba el nombre de los mismos con "sindicatos del poder".

Como ya avisaron los organizadores, no querían que nadie se hiciera con una manifestación que llama a la huelga de alquileres. O lo que es lo mismo: amenazan con no pagar más el alquiler hasta que no se solucione de una vez por todas el problema. "Partidos progresistas, cómplices de los rentistas" y "gobierne quién gobierne la vivienda se defiende", avisaron, entre otros, a modo de cánticos.