El pequeño Luciano se negó a llegar en silla de ruedas al Hotel JC1 de Murcia donde se alojaba la selección española y le esperaba el futbolista Pedri, uno de los cracks del equipo de sus amores: el Fútbol Club Barcelona. Este niño, de 7 años, no quería hincar la rodilla ante los efectos que le causa la morfina que le administran en cuidados paliativos por el tumor maligno que le ha condenado a muerte.
De modo que Luciano se transformó, colocando sobre sus hombros la capa de Super Lucky, el superhéroe que su madre se ha inventado para que este pequeño luche contra su diagnóstico irreversible, y se enfundó su equipación del Barça para plantarse delante de un mago del centro del campo: Pedri.
"Mi hijo se siente afortunado porque cree que todo esto que le está pasando es una recompensa por su esfuerzo en oncología. Lucky es como un maestro para los adultos: ojalá todos viviésemos así la vida", reflexiona su madre, Tatiana Mosquera, consciente de que su hijo afronta los tres meses de vida que le han dado en el Hospital Virgen de la Arrixaca, con una dignidad que es un ejemplo a seguir porque sonríe a diario -siempre que le deja su meduloblastoma-.
"No para de decir cada día que es el mejor día de su vida". Y el último mejor día en la existencia de este niño, de mirada pura y sonrisa inocente, tuvo lugar este sábado gracias a la Ambulancia del Deseo. Esta fundación que ha convertido en realidad las voluntades póstumas de más de 250 pacientes de toda España, en cuanto se enteró de la batalla que Super Lucky estaba librando contra el cáncer, no dudó en remover cielo y tierra para que Luciano viese cumplido su anhelo culé.
"Nos ofrecieron ir a ver un partido del Barcelona, pero son seis horas de carretera para Luciano y lo pasaría mal: se agobiaría mucho", apunta su madre, Tatiana. "Hay que administrarle dos dosis de morfina al día".
De modo que la Ambulancia del Deseo buscó una alternativa al último sueño de Super Lucky, de ver un partido del Barça en el Olímpico de Montjuïc. Para evitar desplazamientos largos de este niño afincado en Molina de Segura, optaron por organizar un encuentro con algún jugador del FC Barcelona convocado por España, para disputar en Murcia el partido de la Liga de Naciones ante Dinamarca.
"Fue una gestión frenética. Teníamos 72 horas porque había que solventar los controles de seguridad que pone la UEFA", tal y como resume José Manuel Salas, director de la Fundación Ambulancia del Deseo. "El presidente de la Federación de Fútbol de la Región de Murcia, José Miguel Monje Carrillo, nos ayudó mucho".
Prueba de ello es que les confirmaron que el sábado por la mañana, horas antes del partido que España disputaría contra Dinamarca en la Nueva Condomina, Super Lucky podría ir al Hotel JC1 de Murcia a conocer a tres internacionales de la Roja: el centrocampista Pedri, uno de los cinco capitanes del FC Barcelona; el portero David Raya, jugador del Arsenal F. C.; y el defensa Alejandro Grimaldo, futbolista del Bayer 04 Leverkusen.
"Luciano estaba cansado cuando fuimos a recogerlo a su casa en Molina de Segura, pero no quería entrar al hotel en silla de ruedas", subraya José Manuel Salas, director de la Fundación Ambulancia del Deseo y médico del 061. "Durante todo el camino estuvo jugando con el peluche que le regalamos: nuestra mascota, el osito Mario. Iba emocionado al saber que conocería a futbolistas de la selección".
Tanto es así que Luciano llegó este sábado al Hotel JC1 de Murcia, como una estrella del balompié, pasando por medio del pasillo formado por las vayas donde se agolpaban los aficionados, aguardando la salida de los internacionales españoles para coger el autobús rumbo al estadio. Este niño se sentía un privilegiado gracias a los poderes de su capa de Super Lucky, de su nuevo amigo, el osito Mario, vestido de médico de emergencias, y de su inseparable mami. "Enseguida preguntó si vería a algún jugador de su equipo: el FC Barcelona", según relata Tatiana.
"Luciano quería ver a Lamine Yamal, pero le gustó mucho conocer en persona a Pedri y que le regalase una foto suya dedicada". Así lo delataba su sonrisa, posando junto al capitán azulgrana, el portero David Raya y el defensa Grimaldo, al tiempo que señala el escudo del Barça que luce en el pecho de su diminuta elástica, presidida por las firmas de este trío de ases futbolísticos.
Este sábado, la selección española se impuso por 1 a 0 ante Dinamarca, pero la mayor victoria la lograron fuera del terreno de juego con el gesto que tuvieron con este chiquillo, al hacerle olvidar el maldito cáncer que le ha obligado a pasar por el quirófano y a sufrir las terribles secuelas de la radioteparia y la quimioterapia: vómitos, perdida del cabello...
"Pedri se alegró mucho al verle llegar con la camiseta del Barça. Le gritó: ¡Qué chula!", apunta el director de la Ambulancia del Deseo. "Luciano se quedó un poco paralizado al conocerlo físicamente porque está acostumbrado a verle en televisión". Detrás del sueño cumplido de Super Lucky está el trabajo de voluntarios como Merche, David o José Manuel, que cada semana reciben una media de cinco peticiones de pacientes terminales y ponen todo su corazón para cumplirlas. "Cuando te llega la de un niño es un plus para nosotros".
Tatiana Mosquera subraya que el trabajo de la fundación le ha dejado un recuerdo inolvidable a su hijo: "Lucky quedó muy contento con las fotos que se hizo con ellos y los autógrafos que le firmaron. Me dijo que eran jugadores muy famosos. No entiendo porqué le gusta tanto el fútbol si su padre y yo no lo vemos (risas)".
- ¿Qué ha hecho Luciano con la camiseta dedicada?
- Desde el sábado, no deja que nadie toque su camiseta del Barcelona para que no borren los autógrafos, así que hemos decidido enmarcarla, junto al collage que tenemos en el salón de casa con sus fotos de sus ingresos en el Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia.
También añadirán una foto con los futbolistas a ese collage que está presidido por el nombre de este superhéroe menudo, llamado Super Lucky, cuyo símbolo es el emoji de un brazo flexionado, sacando bíceps, para demostrar su fuerza de voluntad ante el cáncer. "A Luciano le gustó ir en la Ambulancia del Deseo porque decía que no iba en camilla como siempre que lo tienen que ingresar. Podía viajar sentado, junto a su hermano mayor, Juan, que le acompañó a conocer a la selección española".
- ¿Cómo vivió usted ese encuentro con los futbolistas en una situación tan dura como la que le toca afrontar como madre?
- Estoy agradecida a la fundación porque ayuda a que la gente se sensibilice contra el cáncer: es una enfermedad que le puede tocar a cualquiera. Hay que darle visibilidad.
A Luciano le tocó con solo 4 añitos, cuando llevaba un mes sufriendo fuertes dolores de cabeza, y una resonancia que le hicieron un 15 de noviembre de 2021, reveló que sufría un tumor cerebral de 4 centímetros, por el que debían someterlo a una intervención de urgencia en 48 horas. El pasado 2 de agosto le comunicaron a Tatiana, y a su marido, José Padilla, que el benjamín de la familia tenía una metástasis por la que había iniciado una cuenta atrás irreversible de tres meses.
Un mazazo emocional para esta familia colombiana que cruzó el charco para buscar un futuro próspero para sus hijos en España y se ha encontrado tres años de lucha contra el cáncer, marcados por la imposibilidad de acceder al mercado laboral por los ingresos de su querido Lucky. Todo ello, a pesar de que Tatiana, de 35 años, es profesora de Infantil, y José, de 40 años, tiene una FP en Informática.
Tales reveses personales los sobrellevan con la solidaridad que están recibiendo de personas como Mónica Hernández: profesora de Primaria de Luciano en el Colegio Cervantes de Molina de Segura. "El jueves pasado, la 'seño' de Lucky nos invitó a todos a ir a ver el Circo Quirós que actuaba en Murcia y los payasos le dieron una sorpresa a mi hijo: le dijeron que era un niño supervaliente y especial", subraya Tatiana. De hecho, aporta un vídeo a EL ESPAÑOL con la enorme ovación que recibió Super Lucky de todo el público.
Esta familia colombiana también ha recibido la solidaridad de la Fundación Martín Álvarez Muelas, impulsada por Isabel Muelas, madre del pequeño Martín, fallecido con ocho años, a causa de un glioma difuso intrínseco de tronco (DIPG): un cáncer raro del que solo se diagnostican 30 casos al año en España, en niños de 5 a 10 años.
- ¿Qué le ha ofrecido la Fundación Martín Álvarez Muelas?
- Tatiana Mosquera: Le han regalado a mi hijo, Luciano, una plaza en el ensayo que empezará a mediados de noviembre en el Cima de la Universidad de Navarra [para aplicar una terapia experimental a un grupo de niños con un adenovirus modificado genéticamente que ataca las células cancerígenas]. Nosotros no le hemos explicado a fondo a Lucky cuál es la situación en la que se encuentra. Todos los días oramos para que llegue con vida a ese ensayo. Es una lucha contra el tiempo.