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Un día volviendo a su casa por la noche, Cristian se encontró con una chica que iba corriendo perseguida por un hombre. Sin pensárselo dos veces intervino, llamó a la policía y retuvo al hombre para que pudiese ser detenido. Así fue como este futuro militar salvó a una chica de que la violencia de género ejercida por su pareja fuera a más

Cristian Martín tiene 24 años, nació en Málaga y actualmente se está instruyendo en el Centro de Formación de Tropas nº1 (CEFOT 1) de Cáceres para ser militar. Su sueño es llegar a ser legionario, ya que su padre también perteneció a las Fuerzas Armadas y él lo ha vivido desde pequeño. 

Cuando Cristian iba por la calle Camino Llano de Cáceres, casi llegando a su casa de madrugada, después de salir a tomar algo con sus amigos, vio a una chica corriendo seguida de un hombre. La cara de angustia de la joven fue lo que le animó a intervenir.  “Tan tarde por la noche a mi me pareció raro, entonces cogí e intervine y cuando miré a la chica tenía sangre por el rostro, en la vestimenta y demás”, explicaba Cristian sobre aquella noche. Entonces, se encargó de que el chico que la perseguía no se fuera y llamó a la policía de inmediato. Finalmente, el hombre fue detenido por las autoridades, pero según parece, la chica no llegó a denunciar, por lo que el hombre no tuvo cargos. Al parecer, eran una pareja con un hijo pequeño en común. 

Fue una semana más tarde cuando la Policía Nacional de Cáceres decidió conmemorar la acción del joven malagueño en un acto que tuvo lugar en el Complejo Cultural de San Francisco de Cáceres. Se subió al escenario donde le entregaron un diploma y una placa conmemorativa: “La experiencia estuvo muy bien, pasé muchos nervios por el público y por las cámaras porque yo nunca había estado en una situación así con tanta gente mirándome, pero me sentí bastante bien”, comenta Cristian a este periódico.

Sus días en el centro de formación de tropas comienzan bien pronto por la mañana, incluso antes de que salga el sol, y luego están llenos de prácticas y maniobras muy exigentes que le hacen tener que estar en forma. Por ello, uno de sus mayores intereses antes de entrar al cuartel era hacer deporte, pero ya no lo practica porque hace un gran esfuerzo físico en el centro de formación. Entonces, la forma que tiene de desconectar es saliendo con sus amigos y compañeros.

Cristian evitó que se sumara una mujer más a las víctimas mortales de violencia de género, que en 2024 ya van por 37 y por 1.281 desde 2003, cuando se empezaron a recopilar estos datos. Además, evitó que otro niño quedara huérfano a causa de la violencia de género, que ya ha habido 25 en España este 2024 y 458 desde 2013.