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El 23 de febrero pasado, el mercado automovilístico español sintió un terremoto. No porque alguien reinventarse la rueda, sino porque pasó lo que tenía que pasar: China desembarcaba en España con una nueva marca de coches.

Lo hizo a través de Omoda, una propuesta que se presenta como muy simple, pero efectiva: bajos precios, buen diseño, planes más que atractivos de financiación, toneladas de tecnología y tan solo dos opciones entre las cuales elegir.

La primera, un vehículo 100 % eléctrico con una autonomía de 430 km y otra con un motor de gasolina de 185 CV. Ahora, justo en octubre, se ha presentado la tercera, que cuenta con un motor de 145 CV y con un consumo y emisiones menor, lo que reduce en un 5% el impuesto de matriculación.

Pero subirse al barco chino era dar un salto de fe. Adquirir un coche del que nadie sabe prácticamente nada, sin conocidos que cuenten sus experiencias o sin foros que hablen de qué pasa a los 50.000 km. era una apuesta. Cabría esperar a que pasara un tiempo hasta que el Omoda 5 se hiciese un hueco entre los más vendidos de España, pero no fue así, sino todo lo contrario: tan sólo ha necesitado ocho meses para colocarse ahí (y la lista de espera sólo aumenta día a día).

Entre los valientes que dieron el paso de hacerse con uno de los primeros Omoda se encuentra el asturiano Adrián Nicieza, que en septiembre recibió su Omoda 5 de 185 CV. "El primer día, cuando lo recibimos, le hicimos unos 100 km por los alrededores de Gijón, Oviedo y Villaviciosa. Un poco de autopista, nacional y ciudad para probarlo todo. Terminamos cerca de la costa (como excusa para probar el encendido a distancia que refrigera/calienta el habitáculo antes de subir al coche)".

Pero, ¿por qué Omoda? Adrián tenía claras las opciones hasta que el 'nuevo chico chino' desembarcó en Asturias: "Principalmente miramos el Toyota CH-R, el Hyundai Tucson y el Kia Sportage. Los precios eran desorbitados para el equipamiento en comparación. Revisamos el mercado de segunda mano y lo mismo: un tamaño similar al Omoda 5 era gastar 20.000 euros por un coche con 70.000 km, cuatro o cinco años de antigüedad y la mitad de equipamiento. Sencillamente, no había color".

Adrián apostó por la versión más popular, la del motor de gasolina (al comprarlo en septiembre no accedió a la de 145 CV, sino a la de 185 CV). Pero en un grupo más reducido, el de los que querían un 100 % eléctrico, se encuentra uno de los miembros más activos del foro de propietarios de Omoda, Blazes, que dice a EL ESPAÑOL que elegir Omoda fue muy fácil.

Niceza junto a su Omoda 5. Á. H.

"La relación precio-calidad que recibes está muy por encima de cualquier otra marca occidental, coreana o japonesa actualmente. Para obtener en marcas tradicionales un equipamiento, ADAS, calidad de baterías, consumo y potencia equiparables a los del Omoda 5 EV tienes que desembolsar un 30% más de media. Además, Omoda te da siete años de garantía o 150.000 km incluyendo la batería. Esto es así porque equipan una batería de 74 kWh brutos y 61 kWh netos, cubriéndose mucho en salud. Un Tesla, por ejemplo, te declararía 71 kWh para 74 kWh brutos, y a los cinco años ya habrías perdido autonomía", asegura.

Moraleja: si quieres expertos, no recurras a 'influencers' automovilísticos de YouTube, apuesta por los foros de toda la vida.

Además, el forero explica que apostar por la versión eléctrica le permitió acceder a las ayudas actuales del plan Moves III, así como a los beneficios fiscales asociados a los vehículos 100 % eléctricos. Hay que tener en cuenta que una autonomía asegurada de 430 kilómetros (con plena carga) hace muy viable el vehículo en trayectos de media distancia.

El éxito chino

Parte del éxito que está teniendo el vehículo en España se debe a razones alejadas de lo puramente automovilístico. Aterrizar en un mercado nuevo sin que nadie sepa nada de ti es muy complicado. ¿La solución? La de toda la vida: "Anuncios de televisión, campañas de publicidad, ferias automovilísticas".

Las dudas que generaba un nuevo producto chino de tal valor en España no eran pocas. Así lo contaba Nacho, un forero que adquirió antes del verano un Omoda 5: "No te negaré que los primeros pensamientos a la hora de decidirme por un Omoda fueron de rechazo: una marca nueva, china nada menos, y que en diversas redes ponían la compra como una locura… hasta que lo pruebas y te disipa todas las dudas. También tener los siete años de garantía y los tres de asistencia ayudan mucho, pero la prueba de conducción es la clave".

Por su parte, Blazes explica que se enteró de la existencia de Omoda por el anuncio de la apertura de la fábrica en la Zona Franca de Barcelona. "Posteriormente, abrieron un concesionario en mi ciudad y eso acabó de acercarme a la marca. El que estén apostando por una red de distribución física en todo el territorio español es parte del éxito", asegura.

Las marcas, a fin de cuentas, se ven obligadas a hacer caso al consumidor y a sus preferencias. Según el informe del Observatorio Cetelem El consumidor del sector auto en España 2020, lo que más valoran los consumidores españoles a la hora de elegir qué vehículo se van a comprar es el precio (con un 74 % que lo considera fundamental) y la duración (un 67 %).

En los Omoda, el precio es un atractivo claro (dependiendo de motor y equipamiento, ronda entre los 27.900 euros y los 29.900 euros). Pero la calidad de fabricación y, por tanto, la longevidad del coche es algo más difícil de asegurar a los consumidores. Los siete años de garantía, por suerte, son la estrategia de la marca para dar confianza a los potenciales propietarios.

Niceza conduciendo su nuevo vehículo chino. Á. H.

En este sentido, Adrián todavía tendrá que esperar un poco para ver cómo es de verdad el servicio técnico de Omoda: "Venía de Honda y dejé de llevarlo a la casa por el mal servicio postventa. El mantenimiento del Omoda 5 se realiza pasado un año o a los 15.000 km. Los precios de mantenimiento son la gran duda que tengo. Aunque aún no me ha tocado la primera revisión anual, tengo entendido que están por debajo de la media, pero todo esto de palabra aún".

Tener un Omoda

En el entorno de los vehículos son muy delgadas las líneas que separan una simple herramienta de una experiencia, pero también son muy importantes. Los fabricantes lo tienen claro: el marketing (véase el ¿Te gusta conducir? de BMW). Al final del día, lo que tiene valor de verdad son las impresiones de los conductores sobre la marca.

En un entorno real, todo el mundo quiere un motor más potente, pero no lo necesita, al menos pasado cierto rango. La comodidad es un tema más controvertido. Lo que es bueno en carretera, a lo mejor no lo es en ciudad, y viceversa. Adrián tiene una opinión muy clara acerca del Omoda 5: "Para mi gusto, la comodidad que brinda en ciudad, con la cantidad de badenes, lomos de asno y pequeños socavones de algunas calles, es enorme. La suspensión tan blanda que tiene penaliza un poco por carreteras nacionales y comarcales, pero en autopista es muy cómodo".

La sensación que tienen tanto Adrián como el resto de propietarios con los que este periódico ha contactado es compartida: el coche gusta. Tal vez, el mejor resumen sea el de Eonplus, una de las últimas incorporaciones al foro de Omoda 5. Ha sido de las primeras personas en España que ha adquirido la versión de 145 CV (con sus respectivas mejoras en equipamiento y en la versión ‘Premium’), y su opinión es más que clara: "Lo tengo hace cinco días y estoy encantado. Te digo más: estoy flipando con el hecho de que ese coche tenga todo ese equipamiento. Me río con un amigo mío que tiene un Mercedes eléctrico y le digo que el mío es igual que el suyo, con lo mismo, pero de Aliexpress".

El éxito de Omoda es indudable. En septiembre de 2024, según datos oficiales, el modelo de 185 CV de la recién llegada marca china consiguió colarse como el séptimo coche de gasolina más vendido en España, y el número de unidades en las carreteras del país no para de crecer.

Todavía no ha pasado lo suficiente como para que el 'boca a boca' juegue un papel protagonista, pero eso es solo cuestión de tiempo. La pregunta ya no es si los coches chinos conseguirán triunfar en España, sino cuánto tiempo tardarán en hacerlo y consolidarse.