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"Calentando motores", subraya ilusionada Isabel mientras empieza a retransmitir por Facebook el despegue de la avioneta que pilota su marido, Alfonso. El vuelo parte del aeródromo de Totana con destino a las instalaciones de El Cornicabral en Beas de Segura (Jaén). Es viernes, el reloj marca las 8.20 horas, Isabel sonríe a la cámara y enfoca a Alfonso que comunica el despegue con su móvil: "Buenos días. Vamos a salir ya, cuando llegue te llamo. ¿Vale? Hasta luego".

Pero ese hasta luego no se ha cumplido para desgracia de los familiares y amigos de Isabel, celadora en el Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, de 65 años, y de su pareja, Alfonso, bombero jubilado de unos 68 años. Este domingo se cumple la tercera jornada del operativo de búsqueda, desplegado por la Guardia Civil, para localizar a esta pareja de sexagenarios, cuya avioneta desapareció por los alrededores del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas.

"Era un viaje familiar que tenía Alfonso y le hacía mucha ilusión hacerlo", se lamenta Ángel. "Somos muy buenos amigos". De hecho, cuando atiende a EL ESPAÑOL subraya que se encuentra en la sierra "ayudando" en el dispositivo de búsqueda.

"El viernes por la mañana, llamó para decir que salía y que sobre las 9.38 horas se suponía que iba a llegar. Yo le llamé a esa hora, pero al ver que no respondía al teléfono, le mandé un mensaje y tampoco le llegaba. Entonces fue cuando comenzamos a preocuparnos".

Prueba de ello es que comunicaron su desaparición a la Guardia Civil. "La avioneta es verde y marrón lo que va a dificultar la búsqueda: es tipo camuflaje", tal y como apunta una fuente del Instituto Armado, sobre las complicaciones para dar con el paradero de la aeronave. "Le mandaron un WhatsApp a alguien, diciendo que la cumbre de la sierra tenía mala visibilidad. Por lo visto, la última ubicación era un pantano". En concreto, el embalse de El Tranco.

Una imagen de la avioneta desaparecida, difundida por Facebook, para pedir colaboración para localizarla.

Los vídeos del vuelo que Isabel retransmitió por Facebook, llegaron a ser visualizados por 1.195 personas y el contenido de las imágenes no hacía presagiar la desaparición con la que se ha saldado el viaje de esta pareja de sexagenarios. Todo marchaba bien, desde el despegue a las 8.30 horas del viernes, en el aeródromo de Totana. "¡Uuh-uh-uh! ¡Arriba!", clama feliz Isabel. "El sol no sale", bromea. Esta celadora (Murcia, 1959) que también es muy querida en el Hospital Santa Lucía de Cartagena donde trabajó antes que en La Arrixaca, no para de enfocar el paisaje con la cámara y de hacer carantoñas a Alfonso, con el que se muestra cómplice, dándole varios besos: "Hola, hermoso".

El matrimonio disfruta durante el vuelo de vistas espectaculares del campo murciano mientras las montañas se divisan al horizonte y la altitud marca 5.239 metros a las 9.14 horas. Alfonso es un bombero de Murcia retirado, al que le gusta hacer senderismo por Sierra Espuña, aunque su mayor afición es la aviación como lo demuestra que es miembro del Aeroclub de Totana desde hace más de una década.

La pasión de Alfonso por la aviación le viene desde su infancia porque se crió cerca de la Base Aérea de Alcantarilla y veía despegar los míticos Junkers Ju 52 -capaces de transportar una carga útil de 1.845 kilogramos-La primera vez que se subió a una avioneta fue a una modelo Quiksilver de dos ejes en Molina de Segura y decidió dejar de fumar, para pagarse la licencia de piloto de avión ligero con el dinero que ahorrase dejándose el vicio del tabaco.

Desde entonces, suma muchas horas de vuelo a sus espaldas: Mazarrón, Vera, el pantano de La Pedrera, Torrevieja... El de este viernes era un vuelo más. Así lo demuestran los vídeos que Isabel va subiendo a su Facebook y donde Alfonso aparece tranquilo, con la situación bajo control: "Veo tierra". Aunque el sonido del motor impide que se escuche con claridad todo lo que dicen. "Vamos a pasar la montaña…".

A las 9.22 horas, la altitud de la aeronave marca 4.590. Isabel sigue con las bromas: "Mira, el piloto, olé tú, y la copilota, olé yo. Por aquí se ve el pantano". Pero ese momento podría ser clave, ya que la Guardia Civil ha informado de que la última señal de la posición de la avioneta fue detectada por un radar y la sitúa en el pantano del Tranco. Todo ello, después de que Alfonso alertase al aeródromo de El Cornicabral de que veía muchas nubes y estaba valorando dar la vuelta. 

Una vista aérea del pantano de El Tranco, lo último que la Guardia Civil sabe que la pareja estaba divisando.

Este domingo, el perímetro de búsqueda de la avioneta se ha ampliado más allá de la provincia de Jaén y el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Los Servicios de Emergencias de la Región de Murcia se han sumado a los drones de la Guardia Civil y los efectivos del Servicio de Extinción de Incendios Forestales de Andalucía (Infoca). Varios equipos de agentes medioambientales y de Protección Civil están peinando las localidades murcianas de Moratalla y Caravaca de la Cruz.

Además, el helicóptero de la Dirección General de Seguridad Ciudadana y Emergencias ha sobrevolado Inazares, El Sabinar, La Junquera o el Moralejo. "También les están buscando por la Puebla de Don Fadrique", apunta preocupada una amiga de Isabel. "Ella es una mujer dicharachera, alegre y muy cariñosa con todo el mundo".

Isabel tiene dos hijas y un hijo y tras separarse, había vuelto a sonreír con Alfonso, padre de dos hijos. "Los dos están divorciados y tienen hijos de sus anteriores relaciones, pero ya estaban viviendo juntos en Sangonera la Verde: se casaron en el juzgado hace tres años". En esta pedanía murciana con más de 12.000 habitantes todo el mundo contiene la respiración, para que sean localizados. "Al marido de Isabel le gustaba mucho volar. Sus hijas también están buscándola".