El diputado del PSOE Miguel Ortega, tras sobrevivir al choque con un 'kamikaze': "Sólo vive uno de cada 1.000"

El diputado socialista Miguel Ortega ha vuelto a nacer después de haber sufrido una colisión frontal con un kamikaze que iba drogado por la autovía A-30 que conecta Murcia con Cartagena. El parlamentario autonómico lo sabe y lo verbaliza así en una entrevista que concede a EL ESPAÑOL tras recibir el alta hospitalaria: "El susto fue brutal". "He tenido mucha suerte porque en un accidente como el mío, solo sobrevive una de cada mil personas". 

- ¿Recuerda algo del accidente?

- Miguel Ortega: Lo recuerdo todo. Estuve consciente en todo momento hasta que me pusieron la anestesia para meterme al quirófano a operarme. 

- ¿Cómo se produjo la colisión con el kamikaze?

- El martes había mucho tráfico, así que iba a 100 kilómetros por hora por el carril izquierdo de la autovía a Cartagena. Ese día yo tenía que intervenir en la Asamblea Regional, para defender una moción que había presentado para que se cumpla la ley LGTBI.

Yo tenía un coche delante del mío, los dos íbamos adelantando y recuerdo que ese vehículo dio un volantazo de repente, para pasarse al carril derecho. Entonces, me encontré de frente el kamikaze. No pude reaccionar para esquivarlo. Tengo flases de estar dentro de mi coche dando vueltas de campana por la autovía. Luego, empecé a escuchar a la gente diciendo que yo había muerto, pero estaba con el cinturón de seguridad puesto y no podía salir de mi coche. 

- La agencia EFE tomó varios fotos suyas, tras sufrir la colisión, sentado en el arcén de la autovía. ¿Qué se le pasaba por la cabeza en esos momentos?

- Miguel Ortega: Que era un ángel de la guarda el camionero que quitó la puerta de mi coche y me dio la mano para ayudarme a salir. Ese hombre me dio un abrazo cuando me sacó del coche. Me dijo: 'Es un milagro que estés vivo'. 

- ¿Pensó en algún momento que podría a morir?

- Hasta ese punto no llegué, la verdad. Yo creía que estaba bien porque tenía mis capacidades cognitivas perfectas, pero cuando llegué al Hospital Virgen de la Arrixaca, comenzaron a hacerme pruebas, una ecografía, un TAC, y empecé a escuchar los comentarios de los médicos que no sabían por donde tenía la hemorragia.

Cuando me dieron a firmar el consentimiento informado porque tenían que operarme, ahí sí que sentí una incertidumbre absoluta. Podía ser cualquier cosa. No sabía que iba a pasar con mis órganos. Así que llegué a pensar que me podía quedar mal.

Miguel Ortega atiende a este diario por teléfono, desde su casa en Cieza, donde recibe todos los cuidados del mundo de sus padres, Lola y Miguel, desde que el sábado recibió el alta médica. "Tengo que permanecer en reposo un mes porque me extirparon el bazo y tengo cosidos por dos lados tanto el intestino grueso como el delgado. Creo que que hasta mediados de enero no podré retomar mi rutina", según calcula este diputado autonómico, de 31 años, que es una de las grandes promesas del socialismo murciano, como actual secretario general de Juventudes del PSOE.

"No puedo parar de pensar en mis responsablidades parlamentarias". Eso es lo que iba haciendo aquel martes, cuando atravesó el Puerto de la Cadena pasadas las nueve de la mañana, al volante de su Renault Kadjar, en dirección a la Asamblea Regional, por la autovía A-30 que conecta la capital del Segura con Cartagena. "A las diez tenía que intervenir en el pleno por una moción que presenté de la ley LGTBI. Mientras iba conduciendo iba pensando en mi intervención".

Hasta que en su camino se cruzó Mohamed, un joven marroquí de 23 años, empleado en una empresa de mensajería, y que circulaba en sentido contrario con su Mercedes, bajo los efectos del alcohol y de las drogas. La nacionalidad de Mohamed ha sido usada en redes sociales, por simpatizantes de ultraderecha, para agitar el debate de los menas. Por eso, el socialista Miguel Ortega ha subrayado en su cuenta personal de X [antes Twitter] que su accidente no tiene nada que ver con la nacionalidad del conductor: "Tuve un accidente y fue contra un energúmeno, sin origen. Hay energúmenos de toda raza y religión".

- ¿Ha tenido alguna noticia del conductor kamikaze?

- Miguel Ortega: La familia del conductor se ha puesto en contacto conmigo a través de allegados míos para pedirme disculpas. Yo les he facilitado mi teléfono para que me llamen, pero ellos no tienen ningún tipo de responsabilidad. 

- ¿Qué espera del proceso penal que se ha abierto?

- Solo espero que la Justicia le aplique el Código Penal a este hombre, como a cualquier otro ciudadano. 

De momento, un juez ha enviado a prisión a Mohamed por delitos de conducción bajo la influencia de alcohol y las drogas, lesiones imprudentes y conducción con manifiesto desprecio por la vida de los demás. El diputado Miguel Ortega avanza que se personará en el proceso como acusación particular: "Ya tengo una abogada".

Entretanto, la familia del parlamentario socialista se recupera del susto tras varios días de angustia en los que no se han movido de La Arrixaca. Tanto la madre del diputado, Lola, de 57 años, empleada en una cooperativa de fruta, como su marido, Miguel, de 62 años, agricultor jubilado, han evitado pronunciarse sobre el accidente porque la prioridad era el estado de salud de su hijo. "Mis padres están tristes por lo sucedido, pero tremendamente contentos porque he sobrevivido".

- ¿Qué es lo primero que quiere hacer cuando recupere su vida personal y como diputado en la Asamblea Regional?

- Miguel Ortega: Me gustaría quedar con mis amigos para hacer algún plan. Tengo ganas de salir con ellos. En cuanto regrese al Parlamento, voy a presentar iniciativas para forzar al Gobierno regional a que cumpla las leyes públicas de Vivienda porque no cumple ni la que el Partido Popular aprobó en 2015 en la Región de Murcia.

Me hice político para cambiar la Región de Murcia porque son muchos años de olvido y de mala gestión. Quiero ayudar a los jóvenes porque somos la comunidad más joven de toda España y eso es algo que dice mucho López Miras y el Partido Popular, pero los jóvenes murcianos son los que tienen peor calidad de vida. 

- ¿Qué reflexión saca usted después de haber sobrevivido a una colisión frontal con un kamikaze? 

- La vida hay que vivirla y disfrutarla en el buen sentido de la palabra. Puede sonar superficial, pero es así, tienes que darte prioridad a ti mismo porque nadie está exento de sufrir un accidente de tráfico o una enfermedad que te pueda costar la vida. Muchas veces hacemos cosas en modo automático y hay que disfrutar de lo que hacemos a diario.