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El 19 de diciembre de 2022 se estrenó en las tardes de Telecinco un concurso llamado Reacción en cadena, presentado por Ion Aramendi, que había vuelto a Mediaset tras su exitoso paso por otro concurso, El Cazador, de Televisión Española.

El presentador donostiarra asumió el reto de ponerse al frente de un formato desconocido para los espectadores españoles, pero asentado en Estados Unidos desde los años 80, llamado Chain reaction, de la cadena NBC.

No obstante, uno de los países en los que más éxito ha tenido el concurso ha sido Italia: Reazione a catena – L'intesa vincente, que se emite a través de la RAI desde 2007. Fue esta versión la que ayudó tanto a Aramendi como a Los Mozos de Arousa a conocer la mecánica de la versión española, que actualmente triunfa en Telecinco.

Ion Aramendi, en el programa número 500 de 'Reacción en cadena'. Cedida

Gracias a las pruebas del juego, del buen hacer de su presentador y del carisma y seguimiento que han provocado Los Mozos de Arousa, Reacción en cadena ha calado entre el público, logrando una media de audiencia del 9,6% de share, con casi un millón de espectadores (917.000) diarios.

El donostiarra se ha convertido en uno de los presentadores estrella de Mediaset, ya que la cadena le ha puesto al frente de dos formatos que logran grandes audiencias en Telecinco: el citado concurso y las galas de los domingos de Gran Hermano.

Mientras que en Reacción en cadena disfruta a diario con el buen hacer de Los Mozos de Arousa, en el reality no deja de sorprenderse de los comportamientos de los participantes, además de ser un gran fan del formato desde la primera edición que ganó Ismael Beiro.

Aramendi ha podido atender a EL ESPAÑOL en un descanso de las grabaciones del concurso para contarnos cómo está compatibilizando ambos formatos que le ocupan casi todos los días de la semana y que le dejan poco tiempo libre para sus aficiones como la música, el baloncesto y el surf, ya que ese tiempo sin programas se lo dedica a su mujer y sus hijos.

La música es una de las aficiones de Ion Aramendi. Cedida

500 programas de 'Reacción en Cadena'

El exitoso concurso de Telecinco alcanzó esta semana las 500 emisiones y de las cuales casi 400 han estado protagonizadas por uno de los equipos de concursantes que han escrito varias páginas de la historia de la televisión en España: Los Mozos de Arousa.

Ion Aramendi lleva compartiendo con Borjamina, Raúl y Bruno cientos de minutos disputando la prueba Complicidad ganadora, la prueba favorita de los gallegos, mientras ven pasar a multitud de equipos, cada vez más preparados, que acuden a Reacción en cadena para derrotar a los famosos Mozos de Arousa.

El espacio de Mediaset alcanzó el pasado 29 de octubre sus 500 programas emitidos, en los que los espectadores han podido ver 35.000 asociaciones diferentes de palabras; más de 1.500 cadenas resueltas; y casi 10.000 términos que han puesto a prueba la Complicidad ganadora de sus más de 500 equipos participantes (incluidas las entregas especiales con equipos repetidores).

Ion Aramendi, presentando 'Reacción en cadena'. Cedida

Pregunta.– ¿Qué balance hace de estos 500 programas de Reacción en cadena?

Respuesta.– El balance es extremadamente positivo. Ha sido un camino superchulo, pero con toda la intención, todas las ganas y toda la pretensión de que sea un recorrido mucho más largo. La verdad es que creo que el formato se ha asentado, por lo menos para que la gente lo conozca, para que los espectadores lo jueguen y lo vean como una opción en la franja de tarde. Estos 500 programas, para mí, han sido un sueño cumplido.

Estoy súper feliz por cómo ha ido todo hasta ahora y muy contento con lo que viene, que espero que sea todavía mejor, porque, al final, estos concursos son de largo recorrido y necesitamos que sucedan cosas, vengan nuevos tiempos y horizontes. Pero el formato en sí es maravilloso y la gente se entretiene, se divierte, y yo me lo paso muy bien haciéndolo.

Hemos creado un propio lenguaje respecto al concurso, es verdad que comparado, con la versión italiana o la versión original estadounidense, no tiene nada que ver. Hemos creado nuestro propio universo y eso es maravilloso. Poder hacerlo y lograr crecer es genial. Y lo que nos queda… porque yo estimo que vienen buenos tiempos que van a ser mejores todavía.

P.– ¿Qué ha sido lo más divertido hasta ahora?

R.– Descubrir el formato, descubrirme en él y divertirme al grabarlo, eso es maravilloso. En estos 500 programas nos hemos inventado, y la verdad es que no es por tirarme flores, que no me mola, pero sí que me gusta hacer cosas un poco locas como que cuando no aciertan ninguna respuesta den una vuelta al atril, que los participantes puedan enviar mensajes de amor, que la gente tenga su espacio es un momento para saludar a casa…

Los concursantes me han llegado a reconocer que han ampliado mucho su lenguaje gracias a nuestro programa y que, además, se divierten un montón porque es muy fácil jugar. Para mí es lo más divertido de Reacción en cadena es poner encima una letra a alguien con una palabra y jugar a qué puede ser. Tiene que haber una conexión con sus compañeros para acertar y eso es maravilloso. Esa es la clave.

P.– ¿Cómo ha sido compartir casi 400 programas con Los Mozos de Arousa?

R.– Es verdad que son muchos programas juntos. Como siempre digo, nos han enseñado a crecer como programa porque nos han ayudado a entender el juego. Ellos lo han comprendido de maravilla y han hecho cómplice a la audiencia. Hay muchísima gente que les quiere y les ve como unos amigos perfectos o como unos yernos perfectos, o como unos hijos o unos nietos.

Y eso es porque ellos tienen esas personalidades tan chulas y tan de buen rollo… Son buena gente y, además, son grandes concursantes. Para mí, este tiempo con ellos ha sido de crecimiento en lo personal y en lo profesional. El programa ha crecido de la mano con ellos. Son chavales muy humildes, muy llanos y es de agradecer. Así que yo estoy encantado con ellos y cuando ya no estén, que supongo que algún día llegará ese momento, les echaré mucho de menos, lo reconozco.

Pero así ya podremos tener una relación más personal, porque es verdad que durante este tiempo siempre hemos sido presentador y concursantes. No podemos tener una relación más allá de la persona, aunque coincidamos tantas horas y tantas horas en plató. Vamos a ver que nos depara a todos el futuro, pero, desde luego, Reacción en cadena les tiene mucho que agradecer.

Los Mozos de Arousa, en 'Reacción en cadena' en el programa número 500. Cedida

P.– ¿Parte del éxito del concurso es gracias a ellos?

R.– Han ayudado mucho al formato, a que la gente lo entienda, lo juegue, y también lo disfrute. Son chavales muy majos porque no hago más que recibir mensajes de cariño por parte de mucha gente para ellos. El público está encantado con ellos. Sé que tarde o temprano llegará alguien que les gane porque cada vez hay equipos mejores, que entrenan más, que les conoce...

Tarde o temprano llegará un equipo que les pueda superar, pero, de momento, son infalibles, y la verdad es que estoy encantado con ellos a nivel profesional como a nivel personal también. Son tíos muy a favor de obra, se divierten y se lo pasan bien grabando. Ellos forman parte de la historia de este formato, que espero que dure mucho tiempo y que, por supuesto, no solo van a ser Los Mozos de Arousa, sino que habrá más equipos ganadores en el futuro.

Es brutal lo que están consiguiendo, es de admirar. Son tres chavales que, por decirlo de algún modo, ya se han pasado el juego. Tienen una capacidad extraordinaria para leer el concurso, disputar todas las pruebas con sus propias estrategias. Me fascina la capacidad musical que tienen para adivinar canciones y como estudian en ese sentido. Y luego, por supuesto, la prueba de Complicidad ganadora, que es la clave, lo que les hace seguir y seguir participando.

P.– ¿Sus hijos y su mujer ven el concurso?

R.– María es una gran jugadora, me supera en infinidad de ocasiones porque tiene una intuición brutal. Si pudiera concursar (no puede al ser familia del presentador) y consiguiera juntar un equipo, estoy seguro de que serían campeones. ¿Y mis hijos? El mayor es bastante habilidoso y el mediano, se esfuerza. Pero sí, lo vemos todos los días porque es un plan en familia. A esa hora, normalmente, estamos cenando y disfrutamos mucho viéndolo. Yo soy el que estoy más aburrido de verme a mí mismo, eso tengo que reconocerlo (risas).

P.– Ha logrado el éxito con Gran Hermano y Reacción en cadena, pero con Factor X no logró al público. ¿Cómo se lleva que un programa no triunfe?

R.– No se lleva bien, lógicamente. Pones toda tu ilusión en un formato, Mediaset hace un esfuerzo extraordinario, pero hay programas que cuajan y otros, no. Nosotros lo intentamos, luchamos, disfrutamos mucho grabándolo y creíamos que teníamos un producto estupendo, pero no cuajó entre el público, así que cerramos la puerta y dimos las gracias por la oportunidad.

Ion Aramendi, como vocalista de un grupo musical. Cedida

Gran fan de 'Gran Hermano'

Ion Aramendi se dio a conocer en televisión como reportero de Sálvame, tras varios formatos en ETB y RTVE, el donostiarra volvió a Mediaset para estar al frente de las galas dominicales de Supervivientes. Luego llegó Reacción en cadena, Gran Hermano o Factor X, convirtiéndose en uno de los presentadores comodín del grupo de comunicación.

Este año está disfrutando como un fan más de la vuelta de la edición de anónimos de Gran Hermano: “Sí, he sido siempre seguidor del formato y lo vivo mucho como espectador así que formar parte de él para mí es un regalazo, estoy feliz. En la primera edición era muy fan de Ismael, lo reconozco. La relación que tenía con Iván, las chorradas que hacían en el espejo... En mi casa lo veíamos como si fuera un experimento sociológico, nos juntábamos toda la familia, mis padres y mis hermanos. Además, poníamos el canal 24 horas, íbamos cambiando las cámaras para ver las diferentes habitaciones... Marcó un antes y un después en mi vida como espectador de televisión”, recuerda.

P.– ¿Qué es lo que más le está llamando la atención hasta ahora de esta nueva edición de Gran Hermano?

R.– El recibimiento que está teniendo, que es maravilloso. El feedback que tengo es impresionante, ya que toda esa gente echaba de menos un Gran Hermano de anónimos y están súper contentos con la edición y por cómo está yendo. Para mí me ha sorprendido a nivel de mecánica, el primer mes de convivencia, esa doble casa donde hemos podido conocer a todos los concursantes y el hecho de no expulsar de primeras siempre a lo mejor a los que son más vistosos. Se ha realizado un casting extraordinario, ha quedado una casa magnífica y yo estoy pasándomelo bomba, enganchadísimo con todas las tramas y lo estoy disfrutando más que nunca. Esta edición me está encantando.

P.– ¿Ha podido visitar la casa del programa situada en la madrileña localidad de Guadalix de la Sierra?

R.– Todavía no, pero tengo pendiente de ir con mi mujer, María, que trabajó 13 años en el formato. Lo que pasa es que es complicado con la agenda de Reacción en cadena, los tres niños, la casa... Escaparnos para subir a la casa es un poquito complicado.

P.– Si le pusieran una cámara 24 horas, ¿qué manías tiene que descubrirían los espectadores?

R.– Que tengo un TOC geométrico, por decirlo de algún modo, y necesito que las cosas estén más o menos rectas, que esté todo alineado. No soporto las cosas torcidas. Desde cuadros, que sería el mal menor, al sofá, la mesa, el armario, la silla... Encajo todo en casa para que tenga líneas rectas, no sé le motivo, pero me perturba.

Ion Aramendi también es presentador de 'Gran Hermano'. Cedida

P.– Ahora es más ordenado que cuando vivía en Australia…

R.– Sí, desde luego. En aquella etapa de mi vida toda mi ropa estaba encima de la cama cuando dormía o por el suelo. Hacía la colada cuando ya no me quedaba nada de ropa limpia… compartía piso y no éramos precisamente las personas más higiénicas (risas). Ahora, afortunadamente, soy extremadamente higiénico, por mis hijos y por mí mismo. Pero mi época en Australia era como vivir al margen de todo, no me afeitaba, llevaba el pelo largo… fue una época rara.

P.– ¿Cómo compagina las grabaciones de Reacción en cadena, el directo de Gran Hermano y la familia?

R.– Sinceramente, estoy en un momento profesional tan mágico y tan maravilloso que lo combino de manera extraordinaria. Es verdad que a lo único a lo que estoy renunciando un poco es a mí mismo, a mi vida más personal, más social de ver a mis amigos o de invertir más tiempo en la música, que me fascina. Las grabaciones de Reacción en cadena las estoy llevando de maravilla, soy feliz haciendo ese concurso y lo disfruto muchísimo, como con Gran Hermano.

La familia ocupa el resto de mi tiempo: ir a buscar a los niños al cole, llevarles al entrenamiento de baloncesto... Menos el domingo por la tarde, el resto del tiempo del fin de semana lo dedico absolutamente todo a mi familia. Incluso mi mujer y yo tenemos un ratito los viernes para estar solos, tomarnos algo y charlar.

P.– Como buen aficionado al surf y presentador de programas, ¿es más difícil coger una ola o que un formato triunfe?

R.– Es más difícil que un programa triunfe. Para mí una ola no es nada difícil cogerla. Es verdad que ya tengo mucha experiencia y que coger una buenísima ola, leerla en el momento que tenga el tamaño perfecto y que, de repente, se abra y poder surfearla durante unos segundos para disfrutarla es algo mágico, casi para llorar.

Pero es mucho más complicado que un programa triunfe. Y también es de llorar cuando no triunfa. Al final, lo que queremos todos, lo he dicho 1.000 veces, es seguir trabajando y seguir disfrutando en lo que hacemos. Yo me lo paso genial, para mí la tele es mi vida y entonces tener la oportunidad de estar en algo que ojalá dure mucho tiempo, es una gozada y nada fácil.