Es innegable que el pescado es un alimento muy importante dentro de la dieta mediterránea que se practica en España. Desde el bacalao a la vizcaína al arroz a banda pasando por la sopa de pescado. Son platos típicos que de una u otra manera cuentan con pescado entre sus ingredientes.
Sin embargo, hay un pescado que Francisco, pescadero con experiencia de años en el negocio de la venta de pescado, no recomienda a sus clientes. "Le tenemos puesta la cruz", afirma el pescadero a EL ESPAÑOL. "Es un pescado que directamente no vendemos".
Este pescado se trata de la panga. Un pescado que ya cuenta con una mala reputación al ser considerado por muchos especialistas como una variedad pobre nutricionalmente hablando, y que en la pescadería de Francisco rechazan plenamente su venta al público.
Francisco, en su caso, ha decidido no venderla en su negocio por sus posibles efectos nocivos para la salud. "Antiguamente se ponía en los comedores de los niños pero un grupo de pediatras estuvieron luchando para que la retiraran de los comedores infantiles. Es un pescado que no tiene espinas pero presenta muchos metales pesados, es un pescado que directamente no vendemos", asegura el pescador.
Además, hay otros pescados que si bien este pescadero malagueño sí los vende en su negocio como el pez espada o los atunes muy grandes, recomienda no consumirlos con mucha frecuencia por la posibilidad de que al ser depredadores, en su interior tengan plomo o metales pesados.
La panga, ¿amigo o enemigo?
El panga (Pterogymnus laniarius) es un pescado blanco procedente de Asia, que suele criarse en granjas de acuicultura, y que ha sido denostado desde hace tiempo por su bajo contenido nutricional y su relación con una alta presencia de mercurio.
Supermercados como Carrefour decidieron dejar de venderlo, al igual que Francisco, hace años por la gran contaminación presente en el Mekong, el río del que procede el 90% del panga que se vende en Europa.
Tal y como menciona el pescadero, años atrás era un pescado que se consumía con frecuencia en los colegios y hospitales ya que era un pescado mucho más barato que el lenguado o la merluza y porque no tiene espinas, evitando el rechazo de los paladares infantiles. A día de hoy todavía se sigue viendo en algunos comedores.
No obstante, en un estudio realizado hace unos años en el que se analizaron 80 muestras de panga vendido en tres grandes superficies de nuestro país revelaba la presencia del mercurio en este mismo. Algunos ejemplares que adquirían los consumidores en el supermercado podían incluir unas concentraciones de mercurio por encima de las admitidas por la legislación europea (esto es: 0,5 miligramos/kilogramos).
Si bien la Agencia Española de Consumo y Seguridad Alimentaria (Aesan) se pronunció específicamente sobre la panga afirmando que "los pescados importados que se comercializan en España son controlados convenientemente por las autoridades sanitarias", la presencia del mercurio en este pescado es innegable y por eso Francisco ha decidido prescindir de su venta. Eso sí, la panga no es precisamente el único pescado con mercurio en su interior.
Peces como la caballa y la corvina son otros peces con altas cantidades de mercurio. En el caso de la corvina, se ha popularizado por la comercialización del ceviche y, a pesar del mercurio en su interior, es un pescado con altas cantidades de proteína. El caso de la caballa es similar, con nutrietes como vitaminas del tipo D y B12 en su interior.