La fruta es uno de los alimentos esenciales que los profesionales recomiendan comer más de una vez al día, al menos unas tres piezas. Pero hay algunas que son mejores que otras, y Ronald Alegría, frutero en Madrid desde hace años, cuenta a este periódico sus preferencias.
En la calle Narváez, en pleno barrio de Goya, se encuentra una frutería que llama la atención. Por fuera tiene expuesta la fruta y la verdura, lo que predomina ahora son las calabazas, la fruta por excelencia de la temporada de otoño. Ronald Alegría es quien se encuentra detrás del mostrador, y como bien dice su apellido, responde con una alegría que contagia, los clientes se paran a hablar con él, incluso muchos le conocen.
Las fresas son su fruta favorita pero solo "la de abril y mayo". "Aunque ahora en España las podemos tener casi todo el año, no saben igual, les falta ese sabor dulce", dice. Y es que para Ronald, una buena frutería debe vender todo cultivado de forma fresca y en temporada.
Por contra, la fruta que Ronald nunca comería es la pitaya, en cualquiera de sus variedades. Es una fruta que proviene de América y se trata de una especie de cactus, por lo que tiene una piel escamosa con grandes espinas que se retiran con bastante facilidad. "Es una fruta con muchas propiedades, pero sin un sabor específico, es sosa y con una textura demasiado blanda, como la del kiwi, que es una buena alternativa", comenta Ronald.
La pitaya no aporta nada al paladar, mientras que el sabor dulce del kiwi, sí. Sus propiedades son bastante similares, incluso el kiwi tiene alguna más. Ambas son una gran fuente de vitamina C que protege al sistema inmunológico y fortalece los huesos, son antioxidantes y favorecen el tránsito intestinal. Además, el kiwi es una fuente natural de ácido fólico, tiene un bajo índice glucémico y un alto contenido en fibra y potasio, así como de otras 16 vitaminas más.
Sin embargo, Ronald asegura que el kiwi verde es una de las frutas que menos se vende, aunque no entiende por qué, dado que tiene una gran cantidad de beneficios para la salud. Según él, puede que se deba a que esta fruta no es una de las que más se producen, lo que hace que el precio sea un poco más elevado que otras frutas más comunes como las manzanas, las peras o las naranjas.
Por último, la fruta que él no recomendaría a ninguno de sus clientes es el dátil. Para él porque "son empalagosos y es la fruta más cara con diferencia". Además, es muy calórico, por lo que puede generar el efecto contrario si lo que se quiere es perder peso.
Y para quien padece de migrañas o alguna enfermedad gastrointestinal tampoco es recomendable comerlos porque favorecen la opresión de los vasos sanguíneos y el movimiento intestinal. Además, tiene un alto nivel de azúcar que si se consume en exceso puede producir otros efectos como la aparición de caries.
De lo que sí está seguro Ronald es de que la fruta que más merece la pena comprar es toda la que esté en su época de recogida. "A parte de que todo lo que está en temporada es más barato, la calidad-precio es más adecuada y normalmente se trata de frutas locales, que se han producido, por lo menos, en nuestro país", asegura el frutero.
Su recomendación para la temporada actual son las naranjas, las mandarinas y las uvas, sobre todo estas últimas, porque ahora comienza el mejor momento del año para tomarlas.