El mercado automovilístico español está viviendo una revolución desde hace escasísimos años. China ha echado la puerta abajo y se ha colado en todas las listas de los coches más vendidos. De entre las tres grandes, destaca MG, la legendaria marca británica que en 2006 fue adquirida por el gigante chino SAIC Motor y que, hoy por hoy, de british sólo le queda la historia y poco más, dado que su fabricación se realiza íntegramente en China.
A pesar de ello, la táctica de adoptar una marca europea conocida está rentando, y de qué manera. Según datos oficiales del sector, el MG ZS es el SUV más vendido en España en 2024. La estrategia detrás de su éxito es simple: un coche moderno y bonito, con toda la tecnología que podrías esperar de cualquier marca de la competencia a un precio infinitamente menor (la versión básica del ZS no supera los 14.500 euros).
Los SUV económicos pueden ser útiles, pero sus pósteres no cubren las paredes de ningún adolescente. Los deportivos descapotables, en cambio, sí. Es ahí donde entra en juego la novedad de MG: el Cyberster, un potente coche 100% eléctrico, de techo retráctil y líneas que parecen sacadas de un circuito de carreras.
Tom Hermann es el primer (y de momento único) propietario del MG Cyberster en España. De hecho, es tan nuevo que hasta el viernes pasado no lo ha podido conducir, dado que no estaba catalogado por ninguna compañía de seguros y, por tanto, no era legal sacarlo a la vía pública: “El coche ya lo tengo matriculado, lo que pasa es que hasta hoy mismo no he encontrado una compañía que aceptase hacerme una oferta de póliza de seguro para el Cyberster”. Muy pocos españoles se han encontrado alguna vez con ese problema, eso es seguro.
Esta creación de la exbritánica compañía automovilística es el primer deportivo chino descapotable 100% eléctrico que va a circular por las calles españolas. Existen dos versiones, como Hermann explica: “Es un motor 100% eléctrico. Tiene dos versiones, una de dos motores y otra de cuatro. El de dos tiene alrededor de 340 CV y el de cuatro 510 CV. Una bomba”. Además, el precio de esta bestia deportiva es más que competitivo (entre 63.590 euros y 68.590 euros, dependiendo de la potencia).
Fan y miembro de un club MG
Una pregunta salta a la mente: vale que la novedad llama la atención, que ser el primero en algo tiene un atractivo particular, pero ¿por qué un MG que, de las compañías chinas, es la que hoy fabrica los coches más asequibles? Hermann tiene la respuesta: “Yo tengo 10 MG antiguos. Soy miembro del club MG de Cataluña y, además, soy fan desde hace muchos años.
Cuando tenía 17 años, un amigo mío tenía uno y, como no tenía carnet de conducir, le dije: “Te voy a lavar el coche y así te doy una vuelta”. Cuando ya mi economía me lo permitió, me compré el primero (por el que pagué 5.000 euros). A partir de ahí, se los compré a miembros del club que por defunciones o porque sus vidas acabaron llevándolos por otros derroteros me los vendieron. Acabé con otros ocho y, ahora, nueve”. Como puede verse, la marca MG aún conserva su influjo, pese al cambio de propiedad de la enseña.
No todo el mundo sigue la misma estrategia a la hora de adquirir un vehículo. Algunos se fían de la marca que les ha dado seguridad una y otra vez, son fieles; otros, en cambio, escudriñan ofertas y equipamiento hasta dar con la opción que más les convence; hay algunos que se fían de la opinión de terceros, en muchos casos expertos y de sus respectivas reviews y, por último, están aquellos que han probado el coche antes. ¿Pero cómo pruebas un coche chino que todavía no ha pisado Europa?
Pues teniendo muchísima suerte al estar en Shanghái y tener un amigo que se acaba de comprar uno y que, por si eso fuera poco, te deja que lo conduzcas: “Nosotros somos fabricantes de alfombras de coches. Con todas las marcas nuevas que hay tenemos mucho trabajo (de hecho, somos proveedores de Omoda). A raíz de esto tuve la oportunidad de conocer al director de MG cuando la marca aterrizó en España. De hecho, le di una vuelta con mi MG TF de 1956 porque en china no tienen idea alguna de la historia de la marca”, explica Hermann.
Y continúa: “Fuimos al Salón del automóvil de Shanghái, para ver los coches que presentaban. No tenían nada que ver con la tradición por la que nosotros sentimos devoción por MG. Pero acabamos en la fábrica, asistiendo a la presentación del Cyberster, y ahí tuve la ocasión de conducirlo por la calle. De hecho, fui el primer extranjero que probó este modelo”.
"No tengo la sensación de que sea pesado"
En España, a pesar de nuestro clima, los deportivos biplaza no son comunes, ni mucho menos. Alguna vez veremos un BMW Z-4 (o 3), un Mazda MX-5 o un Porsche Boxter, pero poco más. No está en nuestra naturaleza y, una de las razones es que estamos más acostumbrados a coches prácticos y cómodos que a bestias mecánicas. Mientras que en los coches de combustión de toda la vida la pieza más pesada es el motor (contando con el bloque, los cilindros, el cigüeñal, las bombas de aceite, el alternador, etc.), en los coches eléctricos las baterías son las que aumentan más la masa del vehículo.
Por ejemplo, en un Tesla Model S, la batería pesa 544 kg. Esto supone que, mientras que un deportivo biplaza de toda la vida es un coche inherentemente ágil, sea difícil para el equipo de ingenieros conseguir esa misma característica en un eléctrico. Pero como explica el Hermann, en China han hecho bien las cosas: “Yo no he tenido la sensación de que sea pesado. Me ha sorprendido mucho en china la suavidad. Tengo Porsches y Alfas y este me ha sorprendido mucho. Tengo la suerte de poder comparar entre los coches que tengo y he tenido y hay un componente de nacionalidad. Los coches alemanes, por ejemplo, son mucho más duros, no solo en suspensión, sino en todo. El Cyberster es comparable a la comodidad de los coches franceses, que andan como un gato. Un buen ejemplo de esto es Peugeot. Es cómodo y suave”.
Cómo se adaptará el Cyberster a las carreteras españolas es un misterio, nadie lo sabe. Tal vez, a estas horas, solo tenga alguna prueba empírica de ello Tom Hermann, dado su plan para estrenarlo como es debido: “Mañana daré una vueltecita, poco más. Pero el próximo fin de semana, el club de MG tiene organizada la salida del cava, y yo me voy a presentar con mi Cyberster”. La envidia será palpable.
Pero los estereotipos existen, y en muchas ocasiones están justificados (otras veces, no tanto). Con el Cyberster, no podemos hacer otra cosa que preguntarle a su único propietario si hay algo que criticar: “La principal crítica sería la calidad de los acabados. Es cierto que no tiene nada que envidiar en ese aspecto a un BMW o a un Mercedes. Pero sí, se nota que hay bastante más plástico visto, que lleva impreso un relieve en vez de estar cubierto con polipiel o materiales similares como hacen otras marcas. Si miras de cerca puedes reconocer que hay algunos ahorros. Aun así, la calidad de los acabados es excelente. Hay que tener en cuenta que un coche de esta categoría en cualquier otra marca vale el doble”, explica el primer propietario del coche en España.
A pesar de que los conductores españoles tengan la sensación de que no hay tanto descapotable deportivo en nuestro país, el señor Hermann tiene pruebas de lo contrario: “El domingo pasado otro club automovilístico nos invitó a un evento para celebrar los 100 años de MG en Manresa y allí nos encontramos casi 70 MG antiguos descapotables. Pero había muchos más de otras marcas y te quedabas sorprendido de la cantidad de deportivos descapotables que había. Son más comunes de lo que parece. Lo que pasa es que nos son coches para el día a día y por eso se ven menos”. China se ha puesto entre ceja y ceja que, a partir de ahora, veamos muchos más. A Tom Hermann ya lo tienen en el bolsillo: “Mi corazón está en MG”.