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Yesi estaba feliz currando este domingo en el Restaurante Bonobo, a pesar de ser festivo, debido a que cubrir su turno de trabajo equivalía a seguir viva, tras "esquivar de milagro" el terrible siniestro vial que el sábado por la noche causó lanarcolancha de unos traficantes de drogas. Todo ello, a raíz de que la embarcación se soltó del remolque y acabó sobre el asfalto de la carretera RM-12, provocando una colisión en cadena de siete turismos, que se saldó con dos muertos, seis heridos leves y tres graves. "La lancha cayó encima de un coche", subraya Yesenia Rodríguez.

"Me tuve que meter entre dos vehículos que habían colisionado y no sé ni cómo lo hice porque no me dio tiempo a reducir toda la velocidad de mi coche", tal y como prosigue explicando la protagonista de este milagro vial. "Solo pensaba en que conmigo viajaban mi hijo, de 8 años, y dos amigos suyos, de 9 años", resalta Yesi, como la conocen cariñosamente sus compañeros de trabajo en el Bonobo: uno de los chiringuitos más famosos de La Manga por sus arroces y su pescado fresco que se degustan mirando al Mediterráneo desde su terraza en primera línea de playa.

"Yo iría a unos cien kilómetros por hora". "No sé cómo no me estrellé con ningún coche", insiste esta cubana de corazón y murciana de adopción, tras once años residiendo en uno de los santuarios del turismo murciano: La Manga. "Jamás me imaginé que me encontraría una narcolancha en medio de una carretera". Pero eso fue lo que ocurrió y la tragedia ha sido mayúscula porque fueron decapitados dos ciudadanos británicos: P. D., de 49 años, y J. W., de 57 años.

Una narcolancha provoca un accidente múltiple con fallecidos, este sábado por la noche, en dirección a La Manga.

- ¿Hacia dónde se dirigía usted cuando fue sorprendida en su coche por este accidente de tráfico múltiple?

- Yesenia Rodríguez: El sábado llevé a mi hijo y a dos amigos suyos a que jugasen a un parque que hay en el Centro Comercial Espacio Mediterráneo de Cartagena, después estuvieron en el Burger King y por la noche regresaba con los niños a mi casa en La Manga.

Esta madre iba circulando con su coche por la conocida vía rápida de La Manga, a las 21.32 horas de la noche de este sábado, cuando una narcolancha de diez metros de eslora, se soltó del remolque en el que estaba siendo transportada por un presunto narco que se acababa de incorporar con su vehículo a la carretera RM-12. Tal situación provocó que un Seat León que iba circulando justo por detrás de este aparento narcoconvoy, se estampase frontalmente contra una embarcación a la deriva y que pesaba un quintal.

Prueba de ello es que dos de los tres ciudadanos británicos que viajaban en ese Seat León, murieron en el acto. Tan solo se salvó el conductor: I. P., de 54 años, ingresado en estado grave en el Hospital Virgen de la Arrixaca tras ser excarcelado del turismo. "No había visibilidad", advierte Yesi.

- ¿Por qué motivo?

- Yesenia Rodríguez: La lancha se cayó justo en la cuesta que hay en la vía rápida. De modo que subías la cuesta y cuando la bajabas en dirección hacia La Manga, era cuando te lo encontrabas todo. La embarcación era negra. No daba tiempo a reaccionar.

Aunque Yesi tuvo la pericia suficiente de dar dos volantazos con los que evitó sendas colisiones y no sufrieron un solo rasguño los tres niños que viajaban con ella. "En la vía rápida de La Manga, lo primero que me encontré fueron dos coches parados en el carril derecho porque habían chocado entre ellos", según detalla esta cocinera que suma tres años en la plantilla del Restaurante Bonobo.

Estado que presentaba el Seat León en el que viajaban los tres ciudadanos británicos, tras empotrarse contra la narcolancha en la vía rápida de La Manga.

- ¿Cómo reaccionó al toparse con dos vehículos accidentados?

- Yesenia Rodríguez: Esquivé los dos coches, pasándome al carril izquierdo, pero entonces me encontré de frente con una lancha enorme y con otro vehículo que estaba accidentado. La lancha le cayó encima a ese coche. Fue horroroso. Reduje la velocidad de mi coche todo lo que pude, pero aún así, me metí entre los dos a una velocidad exagerada y acabé en una vía de servicio. Tuve suerte.

- ¿Qué hizo a continuación?

- Me detuve al lado de un concesionario para comprobar que mi hijo y sus amigos estaban bien. Luego me bajé y me acerqué a un Seat León que estaba destrozado en la carretera. Había dos hombres que no podían sacar al conductor porque estaba muy mal, pero me dijeron que ya habían alertado al 112. En ese momento, empezaron a producirse más colisiones entre otros coches que bajaban la cuesta de la vía rápida de La Manga.

Primero escuche un golpe, luego otro y salí corriendo porque pensé que algún vehículo podía terminar dando vueltas de campana y llegar hasta donde estábamos nosotros en la carretera. Solo se oían las colisiones, me dio pánico y eché a correr hacia el concesionario donde estaban los niños porque estaban llorando. Nunca había visto algo así en una carretera. Daba miedo. Me marché de allí. El peligro estaba en el asfalto. 

La centralita del Teléfono Único de Emergencias recibió de una tacada más de una treintena de llamadas con el mismo contenido. Todos los testigos alertaban de una colisión múltiple y en cadena, con ocho coches implicados, provocada por lo que describían como una zódiac de grandes dimensiones que había caído del remolque en el que la transportaban, en la carretera RM-12, en dirección a La Manga, en el término municipal de El Algar -una diputación de Cartagena-. "Varios llamantes informaron de que varios vehículos dieron vueltas de campana y que había personas atrapadas y heridas de diversa consideración", según resumen desde el 112.

La carretera RM-12 fue tomada el sábado por la noche por un amplio dispositivo de emergencias, sanitarios y bomberos.

Entre los ochos vehículos implicados en esta brutal colisión en cadena, "viajaban un total de trece personas", según confirma una fuente de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. De forma que las sirenas tomaron la carretera RM-12 porque fueron movilizadas cinco ambulancias con personal médico, varias dotaciones de Protección Civil, de bomberos de Cartagena y patrullas del Instituto Armado.

"Murieron dos hombres de nacionalidad británica que viajaban juntos en un Seat León y su conductor, también inglés, quedó ingresado en estado grave en el Hospital Virgen de la Arrixaca", se lamenta la citada fuente de la Agrupación de Tráfico. "Hubo otros dos heridos graves que fueron evacuados al Hospital Santa Lucía de Cartagena. Un hombre, de 39 años, que viajaba en un Peugeot 2008, y una chica, de 18 años, que iba en un Toyota Yaris". También se contabilizaron seis heridos leves: dos mujeres de 55 años, tres adolescentes de 19, 21 y 29 años...

Un miembro de emergencias no daba crédito al "pifostio" que provocó la narcolancha en la vía rápida de La Manga: "La transportaban en un remolque y la amarraron mal, con la mala suerte de que se soltó, y al coche que llevaban por detrás, le cayó encima la lancha a 100 o 120 kilómetros por hora. El conductor del coche trató de esquivarla, pero no pudo y acabó completamente deformado. Dos de sus ocupantes murieron en el acto. Los decapitó".

La narcolancha que provocó el siniestro vial, junto al Seat León en el que viajaban los tres ciudadanos británicos.

La Guardia Civil ha contactado con la Embajada del Reino Unido en España para averiguar si las víctimas mortales eran turistas que se dirigían a La Manga para jugar al golf, debido a que transportaban material deportivo en el Seat León siniestrado, o si eran ciudadanos ingleses que residían en la Región de Murcia. Lo único que está claro es que los cuerpos de los fallecidos fueron identificados mediante sus pasaportes, como P. D., de 49 años, y J. W., de 57 años. El superviviente de este turismo también fue identificado de igual forma: I. P., de 54 años.

"Mi hijo no ha dormido en toda la noche porque decía que estaban muertos los del Seat", apunta Yesenia Rodríguez. "Podíamos haber terminado entre los heridos de no ser porque pude esquivar los coches".

- ¿Pudo ver si el remolque que cargaba la narcolancha era transportado por un turismo o un todoterreno?

- No vi ningún coche delante de la lancha. Tampoco vi el remolque.

Una portavoz de la Guardia Civil confirma que el conductor que transportaba la embarcación semirrígida huyó con el remolque, nada más percatarse de que la narcolancha se había soltado, provocando una catástrofe en la vía rápida de La Manga. "El conductor del vehículo continuó su marcha después de que la lancha se desprendiera del remolque. Parece ser que en ningún momento se detuvo".

Un Toyota Yaris implicado en la colisión múltiple y en cadena que provocó una narcolancha.

La Policía Judicial trabaja con la hipótesis de que se trata de una embarcación usada para alijar hachís o cocaína en alguna playa, debido a que va equipada con dos motores de 300 caballos, cuenta con una proa con capacidad para transportar decenas de fardos, así como cuatro asientos en línea para que la tripulación gestione la logística de una operación de contrabando: "No se ha encontrado droga en la lancha, pero puede tener que ver con el narcotráfico por sus características. Hay una investigación abierta y como mínimo, se busca al conductor del vehículo que llevaba el remolque". 

De momento, un testigo del accidente ha aportado datos de interés acerca del vehículo sospechoso que huyó con el remolque. La Guardia Civil está escudriñando todas las cámaras de tráfico y de seguridad de empresas de la zona para dar caza al conductor. "No sabemos si iba solo porque su cometido era transportar la lancha o si iba acompañado de otra persona". Tampoco está claro si venían de alijar en una playa de Los Nietos o de La Unión, y se dirigían a esconder la lancha en una guardería, o si iban de camino a La Manga para hacer un porte de droga.

Lo que es evidente es que amarraron mal la narcolancha al remolque y al incorporarse a la vía rápida de La Manga, la embarcación se soltó con consecuencias fatídicas para dos ciudadanos británicos. La Policía Judicial está apretando a todas las gargantas profundas conocidas en el submundo del menudeo para que les soplen de quién es la narcolancha.