Miles de bomberos piden una ley que les coordine para poder ayudar ante otra DANA: "Ahora tenemos las manos atadas"
- Unos 5.000 bomberos piden en Madrid la aprobación de una ley de coordinación del gremio que les permita actuar en desastres como la DANA
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Vicente Marzal habla con angustia del último mes, cuando dormir tres o cuatro horas diarias ha sido habitual. Compaginaba su trabajo de bombero en el Aeropuerto de Valencia con ayudar en los municipios de L'Horta Sud arrasados por la DANA. "No hemos podido prestar ayuda de forma oficial", explica.
Marzal ha salido este sábado a las calles de Madrid para pedir la aprobación de una ley de coordinación de su gremio en una manifestación a la que ha acudido junto a 5.000 de sus compañeros, según los convocantes de la marcha.
El presidente de la Coordinadora Unitaria de Bomberos Profesionales (CUBP), Israel Naveso, explica la desorganización que hay dentro de su colectivo por la falta de un marco legislativo. "Cada vez que se ha producido un siniestro de mediano o gran calado, siempre son los mismos problemas de coordinación y de gestión", explica a EL ESPAÑOL.
La falta de armonización es tan grande que, de hecho, no existe un recuento oficial del número de parques de bomberos y profesionales que hay en España. Los estudios propios hechos por la CUBP los cifra en 22.000 efectivos profesionales, dependientes de ayuntamientos, comunidades autónomas y otros organismos públicos como los aeropuertos.
"El cuerpo de bomberos de Valencia lleva años reivindicando y solicitando capital humano. Tenemos casos de hasta 200 bomberos menos de los necesarios. Además, existen tres consorcios y no hay coordinación entre ellos", explica Naveso sobre una situación que afecta a todo el país. Una falta de liderazgo común que para el presidente de la coordinadora se traduce en un problema de mayor envergadura. "Está provocando muertes", añade.
La solución, apunta, es una ley que los bomberos llevan 10 años pidiendo y que no termina de aprobarse. En 2018 llegó al Congreso, pero "decayó en la anterior legislatura". "Hay que tener en cuenta que la competencia es local o autonómica. No lo queremos cambiar. Lo que sí queremos es que exista un órgano coordinador que esté al corriente de los servicios de bomberos de este país y que tenga la capacidad de gestionarnos a todos", explica el presidente de la CUBP.
Brazos cruzados a metros de la catástrofe
El ambiente de la manifestación es festivo. La marcha va encabezada por el destacamento de bomberos de la Comunidad Valenciana, que lanzan petardos constantemente, mientras un speaker va cambiando la música y pidiendo a la gente que pasea por Madrid que se una a la manifestación.
Un poco más atrás, Vicente Marzal, con gesto serio, sostiene una pancarta con la bandera de la Comunidad Valenciana de fondo en la que se lee "1.400 bomberos de aeropuerto nunca fuimos activados".
"En el aeropuerto de Valencia, que estamos a nada de Aldaia, una población afectada, y a cinco minutos del centro comercial Bonaire, no hemos podido actuar", explica el bombero sobre varias zonas afectadas gravemente por la DANA que el pasado 29 de octubre arrasó el este peninsular.
Marzal aclara que en el aeropuerto cualquier emergencia podía haber sido cubierta a la vez que actuaban en poblaciones como Paiporta o La Torre. "Obviamente, queríamos actuar con efectivos que no fueran imprescindibles, con material excedente, siempre manteniendo la operatividad en los aeropuertos", razona.
Una orden que nunca llegó. "Teníamos las manos atadas. A iniciativa nuestra conseguimos que el gestor aeroportuario expusiese que disponía de esos medios al Centro de Emergencia de Protección Civil y no se ha podido simplemente porque no hay una ley de coordinación", asume.
Mientras la manifestación es aplaudida por la gente que la rodea de camino al Congreso de los Diputados, el bombero valenciano describe cómo él y sus compañeros tuvieron que dedicar sus días de libranza a echar una mano tras la tragedia natural que se ha llevado la vida de al menos 221 personas.
"En nuestros tiempos libres nos hemos gestionado en turnos de 12 horas. Al principio, sólo los de Valencia, y luego con compañeros de otros aeropuertos que incluso vinieron de Tenerife para hacer esos turnos, porque las bombas de achique trabajan 24 horas", relata Marzal.
Andrés Abril, también bombero del aeropuerto de Valencia, explica que ellos contaban con los materiales necesarios para achicar agua en su estación, pero que nunca pudieron usarlos. "Lo que hicimos nosotros principalmente fue trabajar con bombas de achique y medios de transporte que nos proporcionó una empresa de transportes de Albuixech (Valencia)", narra con impotencia.
Ellos estaban al alcance de la mano para hacer un trabajo que los voluntarios no podían hacer. "En esos primeros días de la emergencia lo que es necesario es el trabajo de los profesionales", explica el bombero aeroportuario.
Una profesionalización que atienda las tragedias que defiende también Naveso. "El problema es que, cuando se produce intrusismo laboral, las administraciones empiezan a buscar soluciones baratas para dar el servicio adecuado de bomberos a los ciudadanos. Empiezan a inventar la UVE (Unidad Valenciana de Emergencias) o la 'UME (Unidad Militar de Emergencias) civil' que quieren implantar algunos partidos políticos a base de voluntarios o de personal que no es bombero", explica el presidente de la coordinadora unitaria.
Asumir riesgos voluntarios
Naveso insiste en que en Valencia se activó a muy pocos bomberos y cifra hasta en 3.000 los que fueron por cuenta propia a ayudar. "Mientras la gente estaba haciendo funciones propias de bomberos, nosotros estábamos en nuestras casas intentando salir y no nos dejaban", ha explicado frente a los medios de comunicación.
Aun así salieron de sus domicilios asumiendo el riesgo por voluntad propia, ya que en caso de un accidente no contarían con un seguro que los respaldara. "Eso también puso en riesgo a los propios ciudadanos porque no se les pudo dar el servicio que merecen", dijo el presidente de la CUBP ante los micrófonos.
Al pasar por el Senado, el speaker de la manifestación señala que piden "una ley que ya está ratificada por los partidos políticos" y que simplemente espera "una firma". Un sello que también exigía Naveso ante el cruce de acusaciones de los partidos políticos: "Vemos con tristeza como se están dedicando en estos momentos a tirarse los trastos a la cabeza y se están olvidando de que hay herramientas que pueden sacar adelante para que, en caso de que ocurra de nuevo, la respuesta sea diferente".