La verdura es uno de los alimentos básicos de una dieta saludable. No tiene una cantidad máxima que se debe comer al día, pero los científicos recomiendan comer entre 30 a 50 piezas por semana.
Iván es un joven verdulero en uno de los puestos más grandes del mercado de Tetuán en Madrid. Por allí pasan gran número de personas que se acercan a comprar sus productos. Es un amante de la fruta y e3 la verdura. "Me gusta casi todo de mi puesto", comenta Iván en una entrevista con EL ESPAÑOL.
"El calabacín es mi verdura favorita, porque se pueden hacer muchas recetas con él y tiene muy buen sabor", asegura el verdulero. Y es que el calabacín es una de las verduras más versátiles del mercado: puede comerse en crema, al horno, relleno, en forma de espagueti, en una tortilla…
El calabacín tiene muchos beneficios: es antiinflamatorio, combate el envejecimiento por su alto nivel en vitaminas A y C, ayuda con la pérdida de peso y con los problemas digestivos por la fibra y el agua que contiene. Además, tiene luteína y zeaxantina, lo que ayuda a la salud ocular.
Por otro lado, hay estudios que han revelado que el consumo de calabacín se asocia con la muerte de células tumorales. Es decir, es probable que reduzca las posibilidades de padecer cáncer.
Sin embargo, esta no es la verdura que más se vende en el puesto donde trabaja Iván."Ahora mismo lo que más vendemos es la alcachofa, porque está empezando su temporada", asegura. La alcachofa es propia del invierno y la primavera, y suele aparecer en noviembre hasta diciembre y luego de marzo hasta mayo.
Por el contrario, según dice Iván, "la verdura que menos se vende depende mucho de la temporada". "Ahora, por ejemplo, se está vendiendo poco el tomate, porque se suele vender más con el calor del verano", comenta Iván. La temporada natural del tomate es el verano; de julio, agosto y septiembre, aunque siempre está disponible en los mercados españoles.
El tomate es una de las verduras que más se consumen en nuestro país, siendo superado únicamente por la patata. Y es que, al igual que el calabacín, el tomate se puede tomar de muchas formas, y en cualquier momento del día. Muchas personas desayunan sus tostadas con tomate, comen pasta con tomate frito o cenan una ensalada de tomate.
Más allá del calabacín y el tomate, si Iván tuviese que recomendar una verdura a algún cliente ésta sería "la judía verde, porque es fácil de cocinar y está muy buena". Al igual que las verduras anteriores, este es un producto que se puede tomar de muchas formas, pero con lavarlas y cocerlas ya basta para tener un plato. Luego se les puede echar salsas y condimentos que le den un toque de sabor, como otras verduras, patata, jamón o huevo.
No recomienda...
Sobre cuál es la verdura que no recomienda, Iván lo tiene claro: "El maíz es lo que menos recomiendo, porque es más difícil de digerir", asegura el verdulero. Si no se mastica bien, el grano de maíz puede causar problemas estomacales y pasar sin digerirse. Esto se debe principalmente a que contiene una fibra insoluble que para descomponerla necesita de una enzima que no tiene el cuerpo humano.
Además, el maíz tiene otros inconvenientes que no tienen nada que ver con la forma de digerirlo. El más importante es que tiene un alto contenido de almidón, que puede ser contraproducente si el objetivo es perder peso, y esto supone que se está consumiendo una alta cantidad de carbohidratos, lo cual puede ser perjudicial en una dieta que no esté equilibrada.
Por otro lado, el maíz supone un aporte de yodo, que no es recomendable para personas que padecen de hipotiroidismo. Además, tampoco se recomienda para personas fumadoras, porque tiene un alto contenido de betacaroteno, que es una propiedad no recomendada para quienes tienen tabaquismo. Esto se debe a que las personas que fuman y que lo consumen tienen más probabilidades de padecer cáncer de pulmón.
El tipo de maíz que es más perjudicial para la salud es el procesado. Hay muchos alimentos del día a día que contienen maíz, como aliños, galletas, carnes procesadas, sopas, patatas fritas, cereales y la mayoría de los refrescos...
Y es que muchas veces el maíz se procesa en sustancias que pueden ser inflamatorias y no recomendables para la salud. En la mayoría de ocasiones, este procesamiento elimina nutrientes que son beneficiosos del maíz.