Aitor Albizua no había nacido cuando se estrenó en Televisión Española el concurso con el que ahora triunfa como presentador en La 2: Cifras y Letras. El vizcaíno nació el 8 de enero de 1992, cuando Cifras y Letras ya llevaba unos meses en emisión y estaba presentado por Elisenda Roca. Cuando dejó de emitirse en RTVE, en 1996, pasó a emitirse solo en la señal de RTVE en Cataluña y el concurso se disputaba en catalán, entre 1998 y 2000, pero Albizua no habría podido concursar.
Desde 2002 hasta 2013, el formato fue emitido por Telemadrid, Televisión de Galicia, Canal Sur 2, Castilla-La Mancha Televisión y Castilla y León TV (y durante algunos momentos, por otras televisiones autonómicas y locales, entre ellas Canal Nou, Aragón TV, Canal Extremadura, Televisión Canaria y TPA). En esa época sí que podría haber probado suerte en el casting (entre 2010 y 2013), pero el vizcaíno, por aquel entonces, ni se había planteado trabajar en televisión.
En enero de 2024 le llegó la oportunidad de pisar el plató del concurso el concurso, producido por Atomis Media - Prime Time Media AIE, no como participante, pero sí como presentador de la nueva, y exitosa, etapa de Cifras y Letras en La 2. Y es que, desde su estreno, se ha consolidado como uno de los formatos revelación y uno de los puntales de la programación diaria de La 2, con una evolución ascendente superando algunos días los 700.000 espectadores. También ha logrado el aplauso de la crítica, siendo sido galardonado con el Premio Iris de la Prensa Especializada 2024 y con un Premio FesTVal de Vitoria de 2024.
EL ESPAÑOL ha contactado con el conductor del programa de RTVE para comentar el éxito de Cifras y Letras, que le ha convertido en uno de los presentadores que cuenta con la confianza de Televisión Española para entregarle numerosos programas como El comodín de La 1, pasando por La noche del Benidorm Fest o Telepasión, pero también para hablar del bote del formato y qué haría si lo ganara…
Pregunta.- ¿Podía imaginarse que Cifras y Letras iba a calar entre el público de la manera que lo está haciendo?
Respuesta.- La verdad es que no. Además, sé que las expectativas que se tenían en el concurso también eran mucho más bajas de lo que hemos conseguido hasta ahora. Es cierto que todavía llevamos menos de un año de emisión y que el formato se tiene que consolidar, pero siempre que empiezo un proyecto lo hago ilusionado, pero prudente.
La experiencia también me imagino que te hace tener siempre los pies en el suelo porque no sabes nunca lo que va a pasar con un programa. Ninguno de nosotros tenemos la fórmula mágica de la televisión, pero la verdad es que la sorpresa ha sido muy grata. E insisto, sigo siendo muy prudente, pero muy agradecido del cariño que estamos teniendo.
P.- ¿Qué supuso para usted ponerse al frente de un programa tan mítico como Cifras y Letras?
R.- Pues la verdad es que supuso un privilegio, aunque tengo que reconocer que, al principio, no fui consciente. En el momento que me dijeron que se terminó El comodín de La 1 y me ofrecieron ponerme al frente de Cifras y Letras, me lo tomé como un proyecto más y, a medida que pasaban las semanas y se fue conociendo que el formato volvía, me di cuenta de que, efectivamente, era un concurso, pero que había un componente de nostalgia y de cariño de la gente haciéndolo mucho más especial. Estoy agradecidísimo de estar al frente de este programa que creo que es historia de la televisión.
P.- ¿La nostalgia está de moda en la televisión?
R.- Está de moda en la televisión y en todos lados porque es lo más moderno que hay actualmente. Me explico, desde ponerte ropa vintage hasta reformar una casa antigua y mantener las estructuras viejas a recuperar también programas de televisión de hace años. Creo que mola. Es interesante el ejercicio de ver el cambio de formato.
P.- ¿Pudo hablar con Elisenda Roca, la antigua presentadora?
R.- En privado no, pero si hemos tuvimos un par de encuentros en la radio gracias a las entrevistas de Radio Nacional de España y fue un placer y un lujo. Ella lo está petando en Saber y ganar siendo la voz en off. Me encantaría estar en persona con ella un rato, darle un abrazo y compartir sensaciones.
P.- ¿Qué tal con Elena Herraiz y David Calle, los expertos en letras y cifras?
R.- Son encantadores. No los conocía de antes, ni conocía su trabajo de divulgación, pero me pareció una decisión acertada por parte del programa.
P.- ¿Usted es más de cifras o de letras?
R.- De letras, y me atrevo a decir hasta que sería un buen concursante si no fuese por las pruebas de las cifras, algo que creo que le pasa a mucha gente que, con el tiempo, hemos perdido esa rapidez mental de cálculo que ahora la tenemos en el banquillo. Ahora me explota la cabeza cuando veo una operación y hay concursantes que en tres o cuatro segundos la tienen.
P.- José Antonio Prado-Bassas ha sido el último ganador del bote… ¿Cómo fue aquel día?
R.- Me pilló desprevenido, aunque es verdad que se lo llevó un concursante que ya apuntaba maneras. Los dos botes más altos que hemos entregado ha sido a concursantes sevillanos, primero fue Miguel Borrego (se llevó 111.000 euros) y el último, José Antonio. Fue un momento que me puso la piel de gallina porque no entiendo otra manera de presentar que no sea implicándome en lo que hago, como todo el equipo. Todos los que formamos el equipo Cifras y Letras nos alegramos de que se llevara 169.000 euros (que con lo acumulado fueron 174.300) ¡quién los pillara!
P.- Y si lo hiciera… ¿Qué haría con ese dinero?
R.- Lo ahorraría para comprarme una casa, para qué te voy a mentir. También haría algún viaje, pero no tengo ningún lugar fetiche o pendiente. Ese colchón económico serviría para vivir más tranquilo. Es que el tema de la vivienda está tan mal actualmente… hay en ciudades en las que vivir de alquiler es un auténtico robo. Te quitan un dinero de la mano ganado con tanto esfuerzo a principios de mes para que se lo quede otra persona cuando es una situación que está completamente inflada... Así que creo que lo invertiría en una casa.
P.- Están plantando cara a El Hormiguero, La Revuelta, First Dates y El Intermedio.
R.- La verdad es que me encanta la televisión y veo todos los programas, desde La Revuelta a El Hormiguero. También sigo programas en diferido cuando no puedo verlos en directo. Pienso que ha sido muy positivo que La Revuelta llegue a RTVE después de tantos ojos puestos sobre ese programa, sobre David Broncano y tantas teorías en torno a ello. Opino que se ha demostrado que se puede hacer tele de una manera diferente y, además, que han conseguido abrir la televisión lineal a muchísima gente que la tenía abandonada. Han conseguido poner el foco en la franja de access prime time, pero yo no entro en batallas ni de audiencias ni de nada.
Nosotros estamos en el hermano menor de Televisión Española, pero creo que nuestro papel es muy meritorio, sobre todo teniendo en cuenta la tipología y las circunstancias de La 2, el tipo de programa que es y demás. Me siento todavía más orgulloso de estar consiguiendo más de medio millón de espectadores de media al día. Es una barbaridad.
P.- ¿Qué piensa que ha aportado a la televisión tanta competencia?
R.- Hay muchos ojos puestos en esa franja y seguro que hay mucha gente que todavía ni sabe que Cifras y Letras ha vuelto a la televisión, así que es bueno que la gente vea toda la oferta que hay a esa hora, en el access prime time, y pueda elegir.
P.- Han sido galardonados con Premio Iris de la Prensa Especializada 2024 y con un Premio FesTVal de Vitoria de 2024: ¿Qué sintió al recibirlos?
R.- Mucha gratitud y sorpresa. Nunca pensé que un proyecto que realmente está casi arrancando recibiera tanto cariño y reconocimiento de la gente de la profesión, tanto en el FesTVal como ahora en los Premios Iris, que además de decidir personas de la Academia de la Televisión también lo hacen los compañeros y compañeras de la prensa especializada, que son los encargados de analizar siempre lo que ocurre en televisión con ojo crítico, como tiene que ser, desde su perspectiva, y han sabido valorar lo que hemos conseguido en Cifras y Letras.
Creo que nos lo han dado por la tipología de programa, por la franja en la que en la que emitimos y por ser también un formato que ha vuelto a televisión, pero de una manera completamente renovada. ¡Espero que sean los primeros de muchos! (risas).