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Era jugador profesional de baloncesto y con 20 años invirtió el dinero que había ganado en abrir un bar de copas en Sevilla con su primo. Aquel local se llamaba Puerto de Cuba, a orillas del Guadalquivir, lo tuvo durante 14 años "y fue muy bien", cuenta Antonio Bustamante. Aquello le sirvió de experiencia impagable para, años después, poner en marcha 'Qamarero', una plataforma creada para dar servicio a la hostelería.

Bustamante, al retirarse del deporte profesional, estudió Administración y Dirección de Empresas, y posteriormente hizo un MBA en San Francisco (Estados Unidos). Fue en la pandemia "cuando empecé a darle vueltas al tema. Siempre tuve la impresión, por mi experiencia, de que a un bar o negocio de hostelería se le podía sacar más partido. Me llamaba la atención cuando me contestaban 'es que esto es así' cuando preguntaba los motivos de hacer algo de una determinada manera. Y esa respuesta está bien cuando seguir haciéndolo como siempre tiene un sentido, pero si la tecnología avanza, no está mal cambiar y hacer las cosas de otra forma". 

Cuando empezó a madurar el proyecto, "tuve en cuenta que en España hay 350.000 bares, y que el 90% de ellos tiene menos de 9 empleados. La mayoría son bares 'muy nuestros', a diferencia de los de Estados Unidos, donde todo está mucho más industrializado. Además, de ese 90%, el 30% no tiene empleados, y el 60% tiene esos menos de 9 empleados. Así que me puse a crear la herramienta para hosteleros independientes, para que trabajen mejor y ganen más dinero".

El momento era el propicio. "Los móviles, es decir, la tecnología individual, están ya muy avanzados". La plataforma Qamarero lleva un año y medio funcionando, y en este tiempo acumula más de 100 millones de pedidos, con unos 200.000 usos mensuales. "Tenemos clientes en España, sobre todo en Canarias, Valencia y Galicia, y en países como Uruguay, Indonesia o Senegal". 

Sobre cómo funciona, Antonio detalla que todo bar o restaurante tiene tres componentes: la cocina, los camareros y los clientes. "Lo que hemos hecho es conectar las tres partes. Para la cocina se usa un TPV desde el cual se acceden a las analíticas, incluso desde casa, y se puede cambiar el producto o anularlo cuando se agota".

-¿Y por qué las estadísticas analíticas son importantes?

-Porque cuando les preguntas a muchos hosteleros cuál es el producto con el que más dinero gana, muchos no lo saben. 

Este TPV está conectado a un móvil que porta el camarero o camarera, por lo que su uso supone un ahorro en la adquisición de terminales. "El móvil accede a la plataforma para preparar las comandas y las lleva a la mesa". Por último, el cliente con su teléfono captura el código QR accediendo a una carta interactiva, y multilenguaje, gracias a la inteligencia artificial, desde la que se puede pedir, y hasta pagar... y que se actualiza en tiempo real cuando se agota un producto, para que no se pueda pedir y luego enterarse de que no se lo pueden servir". 

Adiós, 'simpas'

De momento cuentan con un millar de clientes, crecen a un ritmo de 150 clientes nuevos al mes... "Por ejemplo, tenemos un cliente de Málaga que gestiona la explotación de 300 hamacas en la playa con servicio de bar. Pues con la plataforma, el cliente pide, paga y se le sirve en la hamaca".  Al pagar de antemano, además, se garantiza que se acabe con los 'simpas', coloquialmente, marcharse sin pagar. "Más usuales en los bares de copas, donde se puede configurar el sistema de prepago". 

En cuanto a cifras, Qamarero ha tramitado unos 100 millones de pedidos a través de su plataforma y unas 200.000 interacciones mensuales. "Se ha consolidado como el aliado digital de confianza para miles de bares y restaurantes, generando un impacto directo en su volumen de negocio", detalla Antonio Bustamante. ¿Su coste? "Cien euros al mes. Con 10 cervezas a la semana se paga sola", incide su fundador, quien explica que además integra otros servicios, dentro de esos 100 euros, "como una demo de página web en Google Maps, con la posibilidad de poder hacer reservas on line, y también pedidos para llevar". 

Bustamante asegura que usar Qamarero se traduce, además de una mayor optimización del tiempo y de los recursos, en un aumento de la rentabilidad: "Nuestra plataforma permite a los restaurantes aumentar su facturación en más de un 10%, ayudándolos a ser más competitivos en un mercado exigente" y tremendamente competitivo.

Entre otras particularidades de esta plataforma, Bustamante destaca otras tres relacionadas con la inclusión. "La aplicación permite a personas con discapacidad disfrutar y trabajar en la hostelería de manera independiente. También ofrece esa inclusión al cliente, porque desde la mesa, personas con dificultades en el habla pueden realizar pedidos directamente desde sus dispositivos móviles, sin necesidad de intermediarios".

La tercera viene del abanico que abren las notas de voz: "Se pueden hacer comandas por voz. Los camareros pueden comandar con un simple comando de voz" bien por rapidez o porque les facilite "también así, el trabajo a personas con problemas de visión o con movilidad limitada para manipular dispositivos".



Además, en 2025, la nueva normativa fiscal exigirá que todos los bares y restaurantes estén conectados con Hacienda simultáneamente. "Ya estamos listos para garantizar una transición sencilla y sin estrés" mediante la plataforma. 

La start-up tiene a 32 empleados en Sevilla, justo debajo de la Torre de Oro. De ellos, el 30% son ingenieros informáticos, "andaluces. de Málaga, de Cádiz... Uno de nuestros objetivos es crear empleo tecnológico en Andalucía. Vamos, que estamos buscando gente", ultima.