Puri Beltrán
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La gamba roja, la merluza y los salmonetes podrían llegar a nuestra mesa bajo nuevas condiciones de pesca a partir del próximo año. El tiempo que los pescadores españoles dedican a faenar en el Mediterráneo podría verse reducido desde el 1 de enero, a menos que cumplan con los nuevos requisitos establecidos por la Unión Europea, tras un reciente y reñido acuerdo alcanzado en Bruselas.



Este pacto incluye seis medidas de compensación, tal y como explica en el capítulo de hoy Cynthia de Benito, responsable de Agricultura y Pesca en EL ESPAÑOL. EL acuerdo pone a la Unión Europea ante el desafío de equilibrar su compromiso medioambiental con la supervivencia del sector pesquero.

José Basilio Otero, presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, cuestiona la normativa: “Estamos perdiendo soberanía alimentaria. Europa regula el Mediterráneo como si fuera exclusivamente europeo, mientras Túnez y Argelia han triplicado su flota ya nosotros nos imponen restricciones”. Además, destaca un error estructural en la gestión: “El Mediterráneo no puede tratarse como un solo mar; en Andalucía y Cataluña las prácticas de pesca son muy diferentes, cada región tiene su idiosincrasia.

Por su parte, Javier Garat, secretario general de la Confederación Española de Pesca señala que este acuerdo llega en un momento crítico: “El sector ya estaba al límite, y la noticia no ha sido bien recibida en los puertos”. La Unión Europea, presionada por los compromisos ambientales, se enfrenta al reto de diseñar una política pesquera que no sacrifique a un sector vital para la economía y la soberanía alimentaria de los países mediterráneos, asegura el portavoz de CEPESCA.