"Ya llega el juego de la ilusión". La Lotería de Navidad es el sorteo más importante y más jugado de España, pues hacerse con 'El Gordo' es el sueño que muchas personas quieren que se cumpla en estas fechas. Las administraciones de lotería se llenan de esperanza, al igual que los millones de jugadores que esperan impacientemente en las largas colas para hacerse con el décimo afortunado.
"Yo trabajo con la suerte, yo vendo suerte", dice Jesús Ibáñez, el regente de la lotería número 13 de Almería. A pesar de que que este número se asocia culturalmente a la mala suerte con los famosos "viernes y martes 13", para este lotero todos los días son buenos, pues su administración es una de las más reconocidas y premiadas de la provincia. Además, como asegura el vendedor, a él "ya le ha tocado el premio gordo".
Su lotería ya ha repartido más de 1000 millones de euros en premios y el almeriense dice que la mayor gratificación de su trabajo es ver la cara de ilusión de sus clientes. A su parecer, comprar lotería es como enamorarse, "tienes una ilusión o una esperanza que se refleja en el rostro, y si llegas a ganar un premio, es imposible ocultar esa alegría".
Trabajar la suerte
Este lotero lleva siendo sensación durante seis años, ya que una Navidad comenzó su juego de "Buscando El Gordo", y desde entonces no ha podido parar. Esta gincana consiste en buscar unos sobres rojos por la ciudad capitalina de Almería que él mismo esconde. Los sobres contienen un cupón canjeable por un décimo en su administración. Jesús no solo trabaja vendiendo suerte, también la regala; y de forma altruista.
La imaginación de este lotero y su juego han ido tan lejos que ha llegado a esconder décimos en el fondo del mar, y cientos de buzos venían de todas partes, incluso de Madrid o Barcelona para buscarlo. "Hay que meter cosas nuevas de vez en cuando, la gente me decía que si lo escondía ahí nadie iba a ir a buscarlos, y mira si fueron personas", cuenta entre risas.
Sin embargo, este año el juego se ha tenido que suspender por el estado de salud de Ibáñez. Hace dos meses el almeriense comenzó con dolores en la zona del pecho, por lo que tuvo que ser ingresado en el Hospital Universitario Torrecárdenas para un cateterismo. Desafortunadamente, los especialistas decidieron que esta intervención no iba a ser suficiente y le trasladaron al Virgen de las Nieves para realizarle una triple baipás.
Aún recuperándome, Jesús ha querido agradecer la majestuosa labor de los sanitarios que le han atendido. Agradecido y humilde, el almeriense los considera como sus "ángeles de guardia", pues al fin y al cabo, le han "salvado la vida". "Los quiero con locura, he recibido un trato idóneo y me han cuidado como si fuera su propio hijo. La labor de estas personas es brillante. Muchas veces criticamos a la salud pública, pero, ¿qué haríamos sin ellos? Yo no estaría vivo. Gracias a estos sanitarios estoy hoy aquí, me ha tocado 'El Gordo' de Navidad por ellos", asegura.
En honor y reconocimiento a los ayudantes, administrativos, enfermeros, médicos, cirujanos, celadores…, que le han salvado la vida, el lotero, sin dudar ningún segundo, ha regalado 40 décimos de Lotería de Navidad. "Siempre me gusta regalar ilusión, y como este año no he podido hacer el juego de los sobres al estar en el hospital, he pensado que tenía que aportar mi granito de arena a quienes me han ayudado tanto", explica.
El lotero de la ilusión
El almeriense tiene una trayectoria vertiginosa en el mundo de la lotería. A sus 24 años se convirtió en el lotero más joven de España y uno de los primeros en adquirir una administración dentro de un centro comercial. "He tenido muchísima suerte con los premios. Al final una administración de lotería vive de la venta, pero también de los premios que recibe. Estos premios te dan visibilidad y un tráfico de clientes, por lo que cuanto más ganes más vas a vender", comenta.
Bonoloto, Primitiva, Lotería Nacional y de Navidad…, su administración ha dado miles de premios, y espera que los siga dando. Tal y como explica, su negocio lleva tres años en racha haciendo que todos sus clientes ganen dinero. Al contrario de la superstición de muchas personas, Jesús apuesta por el 13, y parece que le va bastante bien.
"En la lotería el 13 es un número de la suerte, es un número raro. En mi administración es de los primeros que se acaba, en el momento que sacamos un décimo terminado en 13 desaparece de nuestras manos. Luego hay otros números que se venden muy bien como el 15 o el 69", destaca.
La Lotería de Navidad es el evento más importante en este sector y, prácticamente, todo el año laboral gira en torno a estas fechas. "El sorteo se hace en cuestión de una semana, pero nosotros gestionamos los décimos y su compra durante todo el año. Cuando termina el sorteo de Navidad ya estamos moviendo los décimos del año siguiente", afirma.
Enamorado de su trabajo, de la venta de la suerte, Ibáñez cuenta a este diario que la parte favorita de su oficio es poder disfrutar de la ilusión de sus clientes. "Vendemos ilusión, las personas vienen a la lotería y nos cuentan los sueños que cumplirían si ganaran el dinero. Comparten vivencias con nosotros, nos hacen partícipes de su ilusión. Cuando alguno de nuestros clientes gana un premio podemos ver ese brillo en los ojos, y eso es lo mejor", añade.
El almeriense es de esas personas que prefiere dar y no recibir, pues la euforia, nervios, alegría y emoción que sienten los jugadores de lotería es más que suficiente para él. Bajo su filosofía de vida y lema personal: "Lo importante es compartir", Jesús Ibáñez trata de hacer feliz a las personas de una forma muy digna: regalando suerte.