Patricia Pardo, presentadora del programa Vamos a ver en Telecinco vivirá una de sus Navidades más especiales, ya que el pasado 22 de diciembre de 2023 nació su tercer hijo, Luca, (tiene dos hijas de su anterior matrimonio) fruto de su relación con el también presentador Christian Gálvez, disfrutando de unas felices fiestas.
Antes formar parte del equipo de Vamos a ver, la gallega trabajó en El programa de Ana Rosa, donde entró en 2010 realizando una sustitución de verano para hacer información de corazón, pero en la siguiente temporada propuso estar en actualidad y pasó a ser reportera en durante la temporada. “No tenía miedo y aproveché la oportunidad porque era una sección muy exigente, se viajaba muchísimo, incluso los fines de semana, no había turnos de viajes como hay ahora, pero me apetecía prender”, recuerda.
Lo que no ha cambiado entre ambos formatos han sido sus madrugones. Y es que Vamos a ver comienza a las 10:30 horas de la mañana, pero la periodista llega mucho antes a la sede de Mediaset para preparar todos los temas que abordarán en el programa.
“Me levanto de madrugada porque soy lenta, me tengo que duchar, preparar el desayuno, si puedo hacer ejercicio lo hago, tengo que dejarlo todo colocado… soy muy pesada, no soy práctica, soy organizada, pero me tomo mi tiempo. Cuando llego me preparo el programa, intento estar al día de toda la política y de corazón aunque no me toque hacer esas secciones, pero por lo que pueda suceder… En un directo pueden pasar muchas cosas”, explica.
Test navideño
EL ESPAÑOL ha podido hablar con Pardo a la conclusión de unas de las entregas de Vamos a ver para hacer un balance de este 2024 tan especial para ella y para saber cómo afronta 2025 gracias al test navideño que se ha contestado.
Pregunta.- ¿Qué producto nunca falta en su mesa?
Respuesta.- Lo que no puede faltar en mi mesa de Navidad, jamás, es el buen marisco gallego, me encanta. A poder ser unas buenas nécoras, una centolla, unos percebes... el problema es que están por las nubes en estas fechas, pero me encantan. Y si encima lo ha cocinado mi madre, mucho mejor, porque eso querrá decir que estamos juntos en estas fechas.
P.- ¿Es del team de Pedroche y sus transparencias o es de los que prefiere a Ramón García con capa?
R.- Reconozco que el fenómeno Pedroche tiene muchísimo mérito porque, sin duda, es una de las grandes protagonistas de la Nochevieja y genera titulares antes incluso de ver el diseño, ya que solo con la expectación de ver el vestido ya es un acontecimiento que forma parte del ritual de la Nochevieja y levanta muchísimo interés. Por supuesto la veré, pero como a todos porque hago zapping entre todas las cadenas para ver todos los looks de los presentadores de todos los canales y luego ya lo veo en Telecinco, porque creo que, al final, estas fechas lo que buscas es sentirte en casa, y la mía es Mediaset. Al final, el momento cumbre, lo veré en Telecinco.
P.- ¿Alguna ‘pelea’ mítica que recuerde con su suegro/a, cuñado/a o familiar que se pueda contar?
R.- En Navidad procuramos mantener la compostura. Lo que pasa es que reconozco que mi padre y yo tenemos mucho genio, ya que tenemos un carácter muy parecido, así que discutir para nosotros es como una forma de comunicación. Eso sí, sin acritud, sin consecuencias, más allá del sofocón o del acaloramiento del momento. Pero es verdad que en Navidad está prohibido terminantemente hablar de política en la mesa.
P.-¿Es más de adornar la casa con todos los adornos que pueda o algo sobrio?
R.- De sobriedad nada. En mi casa siempre, toda mi vida, hemos puesto árbol de Navidad y Belén, lo adornamos todo de arriba abajo. Adoro la Navidad y siempre he dicho que es mi época favorita del año, para mí es muy especial y siempre la he vivido de manera muy intensa, con espíritu navideño por todas partes.
P.- ¿Con qué personaje famoso adornaría mano a mano el árbol de Navidad?
R.- Con mi paisano Abel Caballero, el alcalde de Vigo, para que mi árbol de Navidad se pudiera ver desde el espacio (risas).
P.- ¿Con qué político compartiría un décimo de lotería? ¿Por qué?
R.- Mi hijo Luca, el pequeño, nació el día de la Lotería de Navidad, el 22 de diciembre. Entonces hice la promesa de que no voy a volver a jugarla nunca más porque he tenido ya tantísima suerte con él… para mí ha sido el mejor regalo y el más inesperado de mi vida, así que he prometido que no voy a jugar nunca más Lotería de Navidad. Además, lo siento por los políticos, pero yo no voy a compartir mi suerte con ninguno de ellos, se quedan sin mi décimo.
P.- ¿Qué cosa loca le pide al próximo año?
R.- Pues una cosa que comentamos mucho en el programa, especialmente en las publicidades, es que sería fantástico que la meritocracia se impusiese, que el esfuerzo, que el sacrificio, que la perseverancia, sean valores que tengan más peso que el que tienen ahora mismo a la hora de dar una oportunidad a alguien, de tomar una decisión.
Porque a veces da la sensación de que solo prima el interés y el compadreo en todos los ámbitos. Que si no tienes un padrino para llegar a un objetivo tienes que remar hasta lesionarte. Así que, en definitiva, me gustaría la gran utopía, porque sé que es una locura, de que destacasen personajes por su esfuerzo, por su valía y no por frivolidades o por cosas banales que no deberían tener el interés que suscitan ahora mismo. Es un deseo utópico donde los haya, una locura total, porque sé que la meritocracia no aparece en muchos sitios. Brilla por su ausencia.
P.- ¿Con qué político cenaría en Nochevieja? Nombre y por qué.
R.- Yo invitaría a buen marisco a Pedro Sánchez y a Isabel Díaz Ayuso, mano a mano, los dos. Creo que no haría falta ni una gota de alcohol para animar la velada (risas). Sería una gran noche para rematar el año.
P.- ¿Quién ha sido el gran triunfador, en todos los ámbitos, de 2024 y quién será en 2025?
R.- Televisivo, sin duda, David Broncano. Ha conseguido copar todos los titulares prácticamente a diario. Ha sabido conectar con la gente joven, posicionarse con un nuevo lenguaje mucho más cercano. Es que parece que se está tomando una caña con sus espectadores entre risas cada noche. Creo que es el gran nombre propio de la televisión de este año.
A nivel internacional, es Dominique Pelicot. Es el símbolo europeo del feminismo indiscutiblemente y previsiblemente va a sustanciar un cambio crucial en las leyes francesas, poniendo el consentimiento en el centro del debate como ya ocurrió aquí con el caso de la Manada. Para 2025, soy una mujer de actualidad, vamos a vivir al día y dejar que la gente se pronuncie el año que viene.
P.- ¿Con qué personaje famoso, histórico o político se tomarías las uvas? ¿Por qué?
R.- Elegiría a dos, por un lado Amancio Ortega, que es mi obsesión, lo reconozco, me encantaría hacerle una entrevista para hacer balance no solo de este año, sino de su vida entera. Y luego, me encantaría tomármelas con mi admirado Juan Luis Guerra para empezar el año bailando una buena bachata.
P.- ¿Un libro y un disco para 2025?
R.- No podría ser de otra manera, 'Te he llamado por tu nombre' de Christian Gálvez, sin lugar a dudas. Seas o no seas creyente es una lectura recomendable porque es un viaje maravilloso a la Jerusalén del siglo uno. La figura de Jesús de Nazaret es muy interesante y muy recomendable para todo el mundo.
Y disco, recomendaría un clásico que siempre me ha acompañado, el que más he escuchado toda mi vida y esta semana me lo recordó Spotify con su programa que te dice lo que más has reproducido en el último año, el álbum Descanso dominical de Mecano.
P.- ¿Qué restaurante recomienda para el año que viene?
R.- El restaurante Lúa, el mejor gallego de Madrid, que está en el Paseo de Eduardo Dato 5, y que lleva el chef Manuel Domínguez.
P.- ¿Cuál sería el regalo de Papa Noel o Reyes Magos que pediría?
R.- Prefiero que me sorprendan porque así también sabes hasta qué punto te conoce la persona que escribe la carta a Papa Noel. Entonces prefiero no pronunciarme y no pedir nada.
P.- ¿El mejor y el peor regalo de Reyes que le han hecho? ¿Y el que nunca le trajeron?
R.- No recuerdo un mal regalo de Reyes, algo que diga “¡Dios mío, qué decepcionante!”. Recuerdo la ilusión que me hizo unas Navidades que en casa de unos amigos de mis padres me regalaron Quo Vadis, también me encantaban las colecciones de Barco de Vapor cuando era pequeña, me fascinaban… Lo que sí recuerdo es que con 16 años pidió a los Reyes una moto para mí y madre casi le mata.
La moto nunca apareció, de hecho, me lo contaron años después (risas). No me gusta atesorar cosas materiales, prefiero vivir con intensidad y hacer un viaje, una experiencia, eso me motiva muchísimo más a la hora de hacer un regalo o recibirlo que un objeto, que algo material.
P.- ¿A qué político le daría carbón por este 2024?
R.- A todos los que han contribuido con su inoperancia y su incompetencia a que haya valencianos que no puedan disfrutar estas Navidades con sus seres queridos. Los nombres no me compete darlos.