Imagen del vídeo de los Fernández de Valladolid.

Imagen del vídeo de los Fernández de Valladolid.

Reportajes

Los Fernández, el robo de sus gallos y las peleas (legales) en España: "Un animal puede valer 10.000 € en el mercado negro"

La cría del gallo combatiente español no es ilegal en el territorio nacional, pero solo se pueden realizar riñas, bajo estrictas normas, en Andalucía y Canarias.

Más información: En las últimas peleas de gallo con las que "no puede la Ley Belarra": no ganan dinero y el 95% no mueren

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Los Fernández fueron amables en el primer vídeo que subieron a Tiktok reclamando los gallos que les habían robado en Valladolid. Eran de la raza del Combatiente Español, utilizado en riñas de animales desde hace siglos, pero también empleados en campeonatos de belleza en los últimos tiempos. El tono de los vídeos publicados iría subiendo, al igual que su viralidad. Finalmente, la Guardia Civil encontraría un tercio de los gallos en Soria, dos de ellos muertos, mientras se busca al resto.

La Benemérita anunció y expuso a través de sus redes sociales: "Recuperamos en Soria 8 gallos robados a una familia de Valladolid. Especialistas del Seprona verificaron la legal procedencia de las aves para ser devueltas a sus propietarios".

Muchos usuarios alzaron la voz pensando que en España las peleas de gallos están prohibidas. Incluso, X publicó una nota de la comunidad: "Esos gallos, con signos evidentes de participar en peleas, no deberían haber sido devueltos".

Craso error, en España aún son legales las peleas de gallos. No en todo el territorio nacional, solo en Andalucía y Canarias, teniendo ambas comunidades gran tradición gallística. Además, la cría del gallo combatiente español es legal en todo el país.

"A lo mejor los criadores de Valladolid no pelean ilegal, sino que compiten en Andalucía". Lo explica así José Luis Martín, casteador y presidente de la Federación Gallística Canaria. "Muchísima gente lo hace así —yéndose a Andalucía— porque no les queda otro remedio. Si los han devuelto es porque son criadores perfectamente legales, aunque no se lo parezca a la gente". 

Los propios Fernández han salido en televisión y algunos medios de prensa a explicar su situación. EL ESPAÑOL trató de que dieran su versión en este medio, pero no recibió respuesta.

Willy Fernández, criador de los gallos, exponía en El Confidencial que habían tardado años en sacar el linaje de gallos que les habían robado: "Hemos perdido mucho dinero". Se tardan años en crear lo que los expertos gallistas denominan una línea. Se trata de ir mejorando la raza del combatiente español a través de la reproducción de los ejemplares con las características que más le gusta al dueño. 

El clan gitano de Valladolid víctima del robo de unos gallos en el segundo vídeo

Según este miembro de la familia, ellos crían para otra persona. Porque, efectivamente, en este mundo hay quienes crían, quienes entrenan a los gallos o quienes castean los llevan finalmente a la pelea. Además, aclaran que, aunque en Andalucía están permitidas las peleas, ellos solo se dedican a la crianza que son usados para exhibición.

En total, calculan que las pérdidas han sido de 12.000 o 13.000 euros, debido a que mantener una gallera legalmente son años de inversión: comida, veterinarios, entrenamientos, seguros de los animales...

El dinero que se mueve en el mundo legal del gallo español actualmente es poco. Las exhibiciones dan premios que rondan los 300 o 400 euros, según los Fernández. En las peleas de gallos legales no hay dinero para el ganador ni apuestas, solo la gloria. La ley canaria, por ejemplo, prohíbe el lucro para desincentivarlas.

El mercado negro del gallo

El mercado ilegal de las peleas de gallo en España es más lucrativo. Como de todo negocio clandestino hay pocos datos. Solo de vez en cuando suelen salir algunas redadas realizadas por el Seprona que ponen de raíz la existencia de reñideros fuera de la ley por todo el territorio nacional o criaderos que no cumplen con las normas.

Para estos casos, los precios de los gallos suelen ser muy superiores. El presidente de la Federación Canaria apunta que en el mercado negro los gallos pueden alcanzar "desde los 3.000 hasta los 10.000 euros".

El motivo, según Martín, es que ahí sí se realizan apuestas y quien se inmiscuye en ese mundo es "gente a la que no le duele el dinero, a la que no le importa ir a la cárcel".

Localizado un criadero ilegal de gallos de pelea en Tudela de Duero EL ESPAÑOL

Este motivo hace también que haya tantos robos de gallos. "Aquí en Canarias no ocurre porque tenemos unas normas en la Federación para evitarlo y, además, no pueden salir tan fácilmente los animales de las islas, tienen que pasar por un puerto o un aeropuerto". 

Sin embargo, en la Península es más fácil. "Muchos robos acaban en Francia, que en el norte también hay peleas de gallos".

En definitiva, el problema que motiva los robos es el mercado ilegal existente para este tipo de peleas. Cada poco tiempo se conoce alguna intervención del Seprona. "Si en vez de prohibido estuviera todo regulado no habría tantos robos", dice José Luis Martín, convencido de que el problema es que la prohibición lleva a la clandestinidad y a la delincuencia.

La exportación de gallos

La tradición de las peleas de gallos comienza hace siglos. El antropólogo Francisco Mireles explica que "griegos y romanos ya tienen mosaicos de peleas de gallo en estancias domésticas. Se piensa que ahí comenzaron. Luego hay reintroducciones de especies".

A Canarias, la tradición llega desde la Península. "Desde la zona de Jerez de la Frontera", apunta Mireles. Lo hace en el siglo XVI y en el XVIII ya hay un proceso para prohibirlos: la iglesia no quería que se celebraran en domingo por la mañana, ya que los fieles habían dejado de ir a misa.

En la Andalucía occidental, la tradición parte de siglos atrás. De hecho, en los primeros viajes de Cristóbal Colón ya se recoge cómo se llevan a América los gallos españoles. Según apunta José Castaño en La Barbería de Jerez, Diego de Velázquez de Cuéllar llevó a bordo del segundo viaje al nuevo mundo sus gallos de pelea. 

Lo corrobora Mireles, que además aporta otro dato interesante en aquella expansión. "También hay una cita en la que en aquellos viajes a América, se realizaban las peleas para entretener a los marinos y luego iban a los calderos".

A partir de entonces, llegaría la tradición hasta el nuevo mundo y, con el paso de los años, comenzaría la exportación a América del gallo combatiente español. De hecho, la misma está regulada en el BOE desde 1979 —con siete categorías atendiendo a la edad y sexo de los mismos— y aún continúa, pero ya es marginal. "La exportación ahora mismo está bastante parada, de hecho, a la Unión de Criadores y demás le han cerrado puertas por todos lados. Se queda lo marginal", recalca Martín.

En el siglo pasado eran muchos los criadores que exportaban sus gallos. Ahora, apunta Martín, las normas desincentivan. "Están poniendo trabas y tienen que tener los animales un tiempo de cuarentena... Normalmente, van vía Ecuador. Pero eso son acuerdos bilaterales". Martín apuesta por que se regule de una manera que permita que más criadores se sumen: "Ganan los veterinarios, las compañías aéreas… Que sea transparente y legal. Vas con tus animales y pagas lo que se necesite pagar".

Las prohibiciones han provocado que, por ejemplo, desaparezca la raza que peleaba en Inglaterra. El Old English Game desapareció y no podrá volver a existir. Los criadores no quieren que ocurra eso con el combatiente español. Por eso muchos lo desarrollan y luego los exportan. Ocurre, por ejemplo, en Málaga. Según el diario Málaga Hoy, el combatiente español se exporta principalmente desde Vélez a toda Hispanoamérica, pero también a Tailandia".

Imagen de uno de los gallos que se han encontrado en Soria tras ser robados en Valladolid.

Imagen de uno de los gallos que se han encontrado en Soria tras ser robados en Valladolid. Guardia Civil

Uno puede hacerse con combatientes españoles con solo entrar en Milanuncios. "Línea propia de más de 30 años", reza un anuncio que no pone el precio. Otro los vende por 400 €, aunque la horquilla de precio puede bajar hasta los 90 euros.

En Canarias, se da más el intercambio, según ha podido observar Mireles. "A mí es una cuestión que me llama mucho la atención y todo lo que es el comercio del gallo, al ser una actividad paralela en antropología le damos el nombre de reciprocidad. Hay un principio en el que se habla de que si los animales se cruzan entre las mismas familias pierden la capacidad de pelea. Entonces, lo que se busca es meter una nueva línea para traer nueva sangre. Quien te ofrece huevos, pues luego quedas en deuda. Eso no quiere decir que sí que se compren y se vendan". 

Datos del combatiente español

En España, la Unión de Criadores de Gallos (Ucriga) estableció un censo de 56.780 ejemplares del gallo combatiente español en 2020. Además, apuntaba a un número de 1.733 criadores. La mayor parte de ellos, más del 94%, están en Andalucía (53.560 y 1.656 respectivamente), pero el dato curioso es que en la tabla no aparece Canarias. Ni siquiera se le hace referencia en el Programa de Cría de la Raza Aviar Combatiente Español. EL ESPAÑOL contactó con Ucriga para exponer su voz, pero se declinó la oferta por la premura de la solicitud, ya que debían reunirse los miembros de su junta directiva antes de tomar la decisión 

Fuera del curso legal, encontrar datos es mucho más complicado. La Guardia Civil no ha podido ofrecer estimaciones para este reportaje. Eso sí, cada cierto tiempo salen en prensa noticias del desmantelamiento de criaderos ilegales o de reñideros. Una de las últimas grandes macrooperaciones se dio en 2019. Los GEO entraron a un reñidero ilegal en el que se habían dado cita 150 personas.

Esta misma semana, la Guardia Civil ha dado a conocer que el pasado 16 de diciembre localizó y desarticuló un criadero ilegal con 136 gallos de raza combatiente español. El mismo nada tiene que ver con la familia Fernández, nombrada al principio de este reportaje. Un total de doce ejemplares aparecieron con la cresta recortada. Esto se hace para que los animales no se hagan más daño en la pelea. Estos gallos tampoco fueron decomisados. La instalación ilegal fue denunciada.