
Jorge Iván Gallego, en tres fases de su vida; primero, como policía; luego, como convicto y, finalmente, como hombre libre.
Jorge Iván Gallego, el camionero de Madrid que persiguió a Pablo Escobar e intentó fugarse 26 veces de la cárcel en Colombia
Conocido como "el preso sin suerte" y el 'rey de las fugas, este expolicía colombiano condenado por asesinato en su país busca el éxito en España.
Más información: José fue policía en Colombia, llegó ilegal a Madrid y ya tiene 9 panaderías: vende 50.000 empanadas a la semana
El hombre de las mil y una vidas. A sus 54 años, Jorge Iván Gallego ha pasado de ser conocido en Colombia, su país natal, como el "rey de las fugas", después de intentar escapar de prisión 26 veces, a ser conductor de un camión en Madrid. Hoy, Gallego distribuye mercancías por los municipios de la región capitalina mientras cuenta su historia a todo aquel que quiera detenerse a escucharla. Su objetivo: llevar su vida a la gran pantalla.
Si no lo logra, no será porque al relato le falte emoción. Nació en Manizales en 1970, y desde entonces no ha dejado de reinventarse. A los 18 años, ingresó a la Policía Nacional de Colombia, donde formó parte del célebre bloque de búsqueda encargado de perseguir al mismísimo Pablo Escobar. De ese tiempo, recuerda sentir el estar librando una guerra contra un enemigo invisible. "Los carros bomba, las persecuciones y el miedo eran el orden del día", recuerda. Cuando Escobar cayó en 1993, el bloque se desintegró y él fue reubicado en el cuerpo encargado de perseguir a la guerrilla.
Después de siete años en la institución, decidió retirarse para perseguir lo que en su país llaman "el sueño americano". Quería irse a Estados Unidos con su esposa y sus dos hijos "a hacer dinero".
No lo consiguió. Sin visa, pasaporte, ni trabajo, después de salir de la Policía encontró empleo como repartidor de Coca-Cola. Una noche, mientras regresaba de trabajar, al pasar por un barrio que estaba celebrando una verbena, fue víctima de un intento de robo. Impulsado por la ira, amenazó a los ladrones. "Como me llamo Jorge Iván Gallego, los voy a matar", se dijo.
Días después, cuando los asaltantes aparecieron muertos, todas las sospechas recayeron sobre él. Gallego, de 36 años, fue condenado en 1998 a 35 años de prisión por homicidio, un crimen que asegura nunca cometió. "Voy a probar mi inocencia hasta el día que me muera", dice.
El 'rey' de las fugas
Estuvo 10 años en prisión. Durante ese tiempo, intentó fugarse 25 veces de 16 cárceles de máxima seguridad del país sudamericano, lo que lo convirtió en una leyenda dentro del sistema penitenciario. "Interpuse mi propia vida ante el desespero de no ser escuchado. Quería llamar la atención para poder probar mi inocencia", dice.
Cuenta que sus hazañas eran mucho mejores que las del reconocido narcotraficante mexicano Chapo Guzmán. "Estoy en listas internacionales de los mejores escapes", dice con orgullo mientras enseña el enlace en su móvil.

Jorge Iván Gallego posa junto a su libro en un centro comercial.
Gallego recuerda que cavó túneles, se escondió en maletas, se disfrazó de mujer e incluso se tragó las llaves de unas esposas para intentar liberarse. En una ocasión, bajó 18 kilos en 25 días, entrenando su cuerpo y mente para ocultarse en una maleta. Aunque logró llegar a la última puerta, su intento fue frustrado cuando los guardias detectaron el peso anormal del equipaje. "Cada escape fallido alimentaba mi determinación de probar mi inocencia", afirma.
Nunca logró fugarse. Sin embargo, Gallego cuenta que, mientras elaboraba sus planes de escape, también se dedicó a estudiar las leyes colombianas. Fue así como consiguió presentar demandas que eventualmente redujeron su condena. Finalmente, en un giro irónico del destino, fue liberado el mismo día en que había planeado otra fuga. "Mi intento de escaparme estaba diseñado para irme durante el cambio de guardia de la tarde, pero en el mediodía me dieron la libertad", dice en conversación con este periódico.
Durante su encierro, su familia se desintegró. Su esposa rehizo su vida con otra persona y sus hijos crecieron sin él. "Me dolió haber perdido a mi familia, no ver crecer a mis hijos", confiesa. Ahora, sus vástagos, de 36, 27 y 25 años, viven una vida alejada de él. "Mantengo una relación amistosa con mi exesposa y he vuelto a encontrar el amor", afirma.
La creatividad de Gallego no se limitó a sus fugas. Durante su tiempo en prisión, comenzó a escribir su historia. Utilizando agendas y claves para ocultar su contenido, sacaba fragmentos de su relato a través de los patios de la cárcel. Pero lo que empezó como un acto de resistencia se convirtió en su gran proyecto: un libro titulado Gallego, la leyenda: vivir o morir.
Hasta la fecha, ha vendido más de 5.000 copias en Colombia, y se puede conseguir en Amazon. Sin embargo, su ambición no acaba ahí. Su sueño es que algún día su libro se convierta en una serie o una película. "Quiero que la gente vea mi historia y tenga ganas de vivir", dice Gallego. Para él, el éxito no se mide en dinero o fama, sino en el privilegio de contar una historia que pueda impactar vidas.
Por fin en libertad en 2007, decidió volverse taxista en la ciudad colombiana de Villavicencio, que está no muy lejos de la capital, Bogotá. "Le contaba a todos los pasajeros mi historia e intentaba venderles mi libro por 50.000 pesos (12 euros), pero siempre pensé que nadie es profeta en su propia tierra. Quise migrar", dice.
Después de intentar llegar a los Estados Unidos de varias formas, decidió que su futuro estaba en España. "Me compré una muda buena, metí mis libros y mi ropa en una maleta y llegué al aeropuerto de Barajas. Pasé derecho, nadie me dijo nada", recuerda.
Llegó a Madrid en 2021 y ahora trabaja como camionero, repartiendo mercancías por la Comunidad de Madrid. Aunque sus días comienzan antes del amanecer y terminan cuando el trabajo lo permite, no pierde de vista sus objetivos. "Aquí me han abierto las puertas, y le agradezco mucho a este país. Quiero volver a Colombia, pero con dinero, para demostrar que uno puede salir adelante", asegura.

Jorge Iván Gallego en una firma de su libro.
El pasado de Gallego también lo conectó con el mundo del deporte, por el que se ha hecho conocido en Madrid, específicamente con el 'parkour'. Sin saberlo, muchas de las técnicas que utilizó en sus intentos de fuga, como saltar muros o escalar tapias, forman parte de este deporte extremo.
En España, conoció a Shifer, un creador de contenido especializado en esta disciplina, quien quedó fascinado por su historia. "Todo en la vida se puede. No hay límites. Quiero que mi historia se conozca para que la gente sepa que no hay excusas cuando uno quiere algo. Viví entre drogadictos, ladrones y policías, y nunca caí en las drogas, ni robé, ni maté a nadie", dice con la misma seguridad que lo ha acompañado desde sus días como policía hasta su vida actual en Madrid.
"Para mí ahora lo más importante es que estoy vivo y que tengo muchas ganas de triunfar. Eso no es tener dinero ni fama, es sentir el privilegio de hacer parte de la historia del mundo", concluye.