Xabier Irujo es director del Centro de Estudios Vascos de la Universidad de Nevada.

Xabier Irujo es director del Centro de Estudios Vascos de la Universidad de Nevada. Cedida.

Reportajes

Xabier Irujo, experto en el Holocausto: "De los 17 millones de muertos del régimen nazi, el 85 % fueron en los campos"

El catedrático Xabier Irujo, autor de un ensayo sobre la naturaleza y el funcionamiento de los campos del Tercer Reich, conversa con EL ESPAÑOL tras el 80 aniversario de la liberación del campo de exterminio nazi.

Más información: Supervivientes de Auschwitz advierten sobre el auge de la ultraderecha en el 80 aniversario de su liberación.

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Hay fenómenos históricos difícilmente acotables por la fragilidad de la palabra. El Holocausto sigue siendo una de las heridas más sangrantes de la historia de la humanidad y para evitar que se repita la clave está en entender la magnitud del horror. Este lunes 27 de enero se ha conmemorado el 80º aniversario de la liberación del campo de concentración Auschwitz-Birkenau a cuya cita han acudido los reyes Felipe y Letizia, Carlos III, Guillermo y Máxima de Holanda, Emmanuel Macron (47) y su esposa Brigitte (71). 

Entre los invitados destacaron algunos de los supervivientes, como Leon Weintraub (99), que recordó que "mi madre y mi tía fueron asesinadas el mismo día en las cámaras de gas y después incineradas. Luego nos arrancaron nuestra humanidad. Estábamos desnudos y nos robaron todas nuestras pertenencias, afeitaron nuestra cabeza, a veces incluso nos arrancaban la piel" y Tova Friedman (94), que tenía ocho años al terminar la contienda y que con el tiempo publicó La hija de Auschwitz.

"Recuerdo cómo otras niñas pequeñas caminaban cubiertas con trapos, descalzas por la nieve, hacia las cámaras de gas. El hambre había consumido sus cuerpos. Y ellas también se convirtieron en cenizas. ¿Seré yo la siguiente?, rememoraba Friedman.

Los Reyes han asistido a la conmemoración del 80º aniversario de la liberación del campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau (Polonia), coincidiendo con el Día Internacional de Conmemoración Anual en Memoria de las Víctimas del Holocausto.

Los Reyes han asistido a la conmemoración del 80º aniversario de la liberación del campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau (Polonia), coincidiendo con el Día Internacional de Conmemoración Anual en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Casa de Su Majestad el Rey

En abril llegará la conmemoración por los 80 años de la liberación de los últimos campos de exterminio. Todos están de acuerdo en que aquel genocidio no se vuelva a repetir jamás, por ello es conveniente hacer una relectura del Holocausto e incidir en que es importante entender la extensión del horror.

Xabier Irujo, catedrático de Estudios de Genocidio en la Universidad de Nevada, en el estado norteamericano de Reno, ha publicado La mecánica del exterminio: La industrialización de la muerte en los campos de concentración nazis (Ed. Crítica). El título es un mero preámbulo a la humillación, la angustia y la monstruosidad humana. Han sido 20 años de investigaciones y entrevistas, pero como confiesa el autor "no pude escribir más de tres meses seguidos debido a la gran carga emocional del tema".

La ingeniería del horror y el engranaje genocida están concienzudamente representados por primera vez en un libro. Al sobrevolar este panorama tan dantesco el autor revela que "17 millones de personas fueron asesinadas de 1933 a 1945, pero el 85% lo fueron en los últimos tres años de la II Guerra Mundial". En total hubo seis millones de judíos, cuatro millones de civiles de la URSS no judíos, tres millones de prisioneros de guerra soviéticos, casi dos millones de civiles polacos no hebreos, alrededor de 300.000 seres con diferentes tipos de discapacidad, cientos de miles de homosexuales, testigos de Jehová, etc. Eso sin contar a los millones de víctimas de la guerra per se.

P.– El ideario de Hitler empezó a gestarse al acabar la Primera Guerra Mundial y sus ideas quedaron reflejadas en Mein Kampf (1925), traducido como Mi lucha. ¿Por qué ciertos países no vieron lo que estaba a punto de ocurrir?

R.– Hubo personas que lo vieron, pero también hubo gente que se posicionó en contra de la magnitud de las reparaciones. Keynes, que fue un gran economista, escribió aquel libro de las consecuencias de la paz de 1920 donde se refería a que si obligaban a Alemania a pagar demasiado, esta no podría hacerlo. Y eso no era bueno porque hubiera incumplido el Tratado de Versalles ni tampoco era favorable para los aliados. Resultó imposible que Alemania pagara semejantes reparaciones cuando las inversiones en la guerra habían sido tremendas. Estaba endeudada hasta límites insospechados. Esto unido al endeudamiento, las reparaciones, el hambre, las ganas de venganza, el cambio institucional después de que el káiser Guillermo abandonara el poder y un parlamento totalmente dividido pavimentó el camino a Hitler. 

P.– ¿Qué propició para que llegara al poder?

R.– Hay que entender la idiosincrasia de Alemania en aquella época. Tuvo una derrota apocalíptica que conllevó a que el país tuviera deudas de guerra tremendas, el desempleo masculino subió exponencialmente y la inflación era muy elevada, pero lo que realmente provocó el ascenso del partido nazi fue el crack del 29. Uno se podría preguntar que el impacto de esa crisis hizo que Hitler subiera al poder, sin embargo, la influencia de la Gran Depresión fue mucho mayor en Estados Unidos, donde surgió Roosevelt. La historia enseña que hace falta una crisis, ya sea económica, militar o política, para que surja la chispa y, con ella, el odio social. Este es el combustible para la masacre. Dicho de otra manera, Alemania era una democracia recién nacida. La primera constitución es de 1919, y Estados Unidos, con todos sus defectos, era una democracia establecida desde hacía cientos de años. 

P.– Hay que tener en cuenta que la oratoria de Hitler era muy persuasiva. 

R.– La población alemana era muy culta, pero la cultura política era muy pobre. No había valores democráticos, no se creía en las instituciones, el nivel de corrupción era muy alto, la sociedad estaba muy militarizada y, además, estaba corroída por el odio y las ganas de venganza después del Tratado de Versalles. Todo eso fue el caldo de cultivo que llevó a Hitler al poder al igual que a otros dictadores en otras partes de Europa.

El Plan General del Este.

El Plan General del Este.

P.– Siempre se ha hablado de Hitler, Himmler, Goebbels o Heydrich cuando uno de los rostros más siniestros y temibles del nazismo fue Herbert Backe. ¿Quién fue este personaje?

R.– Era el secretario de Alimentación y Agricultura del III Reich. Ideó uno de los eslabones de la Solución Final gestada en la reunión de Wannsee (20 de enero de 1942) ya que aseguró que el hambre y frío eran los mejores sistemas de exterminio que las armas de fuego. Por ejemplo, durante los casi seis meses que duró la Operación Barbarroja en 1941, los Einsatzgruppen -cuatro equipos móviles de matanza cuyo sistema de ejecución era por armas de fuego- asesinaron a 230.000 civiles en los países bálticos, mientras que con el método de Backe, el ejército alemán junto a las SS mató en el mismo periodo de tiempo a dos millones de personas. Backe había estudiado los genocidios de Ucrania bajo Stalin y de Armenia en los años 30 y llegó a la conclusión que la hambruna era la que causaba mayor cantidad de muertos. Era el arma más letal. Y bueno, una combinación de todo ello provocó que a partir de la primavera de 1942 diera lugar a los campos de concentración más efectivos y letales como Treblinka, Sobibor y Belzec. Van a matar fundamentalmente por hambre y frío y también se añaden las cámaras de gas. Pero el plan de Backe tenía un problema: ¿Dónde estaba el rédito material? Se matan a dos millones de personas por hambre y por frío rápidamente, pero ¿dónde está la ganancia? Al menos, los 230.000 muertos procuraban ingentes cantidades de propiedades de todo tipo que caían en manos de los propios agentes de estas masacres.

P.– ¿Qué pasó con Backe al final de la guerra?

R.– Los americanos le llamaron para que declarase y acudió con toda la documentación. Estaba convencido de que le buscaban porque era experto en alimentación y nutrición, algo muy necesario en aquel momento. Cuando le cogieron, le encerraron y luego se suicidó. Por eso tenemos toda la documentación, sino se habría perdido. 

P.– Podríamos decir que la Solución Final empezó por los pogromos y terminó con los campos?


R.– Exacto. Se creía que los pogromos iban a ser la solución a las masacres, pero vieron que no resultaban efectivos porque afectaban psicológicamente a los Einsatzgruppen. El sistema no previó que a los verdugos más agresivamente nacionalsocialistas les era prácticamente imposible ejecutar a 40 menores de edad en una escuela o matar a madres con sus bebés en brazos. Para ello necesitaban cantidades ingentes de alcohol, por lo que acababan tan borrachos que difícilmente podían matar en el acto a una persona. En condiciones normales era prácticamente imposible que con un balazo en el cuello una víctima muriera en el acto. Podía tardar varios minutos o cinco horas en morir. Las fosas comunes estaban llenas de gente con vida.

P.– Así es como surgieron las fosas gimientes, ¿no?

R.– Sí. Había gente viva que se retorcía de dolor hasta fallecer. Pero si la ejecución tenía que continuar al día siguiente había que saltar a la fosa y matar a los que quedaban para que no se escaparan. De otra manera, disparando desde el borde de la fosa no conseguían rematar a las niñas y eso generaba problemas logísticos increíbles. Yo logré entrevistar a tres personas que estuvieron en un pelotón de fusilamiento y sobrevivieron en la fosa.

Fosas gimientes Einzatzgruppen action Ivanhorod, Ucrania 1942.

Fosas gimientes Einzatzgruppen action Ivanhorod, Ucrania 1942.

R.– Uno de ellos me dijo, literalmente, que buceó entre la sangre y los cuerpos. Era un crío que no tenía más de ocho años. 

P.– Por eso la solución de Backe fue tan satisfactoria. 

R.– Exactamente. Backe logró poner distancia entre la víctima y el verdugo, en las cámaras de gas la muerte no era presencial, no se hablaba con la víctima, no se la oía respirar, ni se la olía y, además, era un método mucho más eficaz porque destruía más vidas en menos tiempo. El número de víctimas desde abril de 1942 a 1945 fue de 12.000 ejecuciones diarias.

P.–¿Qué caso se le viene a la cabeza que resulte realmente dramático?

R.– Hay muchos y difíciles de creer. Pero, por ejemplo, te diré que el caso de Peter Voss es quizás uno de los más horribles porque está en un búnker ejecutando a mujeres y niños. De repente, una madre, por puro instinto, está protegiendo a su bebé. Ambos desnudos. Voss intentaba disparar con la pistola al bebé, pero la madre daba vueltas para evitarlo. En una de esas él giró, pegó un tiro y mató a la criatura. Ella nota la sangre. Su reacción fue coger al niño y tirárselo a la cara. El ejecutor se quedó petrificado. Se fue porque no podía seguir ejecutando ese día. 

P.– ¿En qué sentido desmitificas el rol del tren en el Holocausto?

R.– Siempre se ha visto que el tren era el primer sistema de transporte, cuando en realidad la mayor parte de los prisioneros fueron andando hasta los campos de concentración. La razón intrínseca de los trenes radicaba en que formaban parte del sistema de exterminio, ya que no tenía sentido desde un punto de vista logístico que alguien que estaba en un gueto fuera trasladada a un campo para ser exterminada ya que durante trayecto se podía acabar con las vidas. En un vagón con capacidad para 50 personas se metían 250 o 300, no se les daba agua y comida durante cinco días y casi todos llegaban muertos. Eso simplificaba el proceso de gasificación. 

Imagen de archivo de los trenes de la muerte.

Imagen de archivo de los "trenes de la muerte".

P.– En ese sistema de ejecución también hay que resaltar los furgones de gas Saurer. 

R.– En noviembre de 1941 ya eran viables para mandarlos a las ubicaciones de los diversos Einsatzgruppen. Con el perfeccionamiento, estos furgones llegaron a albergar hasta cien víctimas que fallecían al respirar el gas filtrado a través de dos tubos. Pero al poco tiempo este método fue bastante ineficaz ya que los vehículos se averiaban constantemente. Sin embargo, después del invierno de 1941, quedó patente que el gas sería un ingrediente relevante de la Solución Final. 

P.– ¿Se sabe la cantidad de otro y otros materiales y piedras preciosas que los nazis incautaron a los judíos?

R.– Imposible. La cantidad de material precioso que generó el Holocausto es absolutamente monstruosa. Cuando los soldados iban a buscar a las familias a sus hogares era muy recurrente que estas les ofrecieran oro, plata, diamantes o dinero en efectivo con el fin de que respetaran la vida de los más jóvenes. Obviamente, los soldados siempre lo aceptaban, pero luego terminaban matando a todos. Los judíos húngaros que llegaban a los campos procedentes de sus hogares eran conscientes de que iban a prisión y, por ello, no cosieron el oro y los diamantes entre la ropa ya que les daban un uniforme y no lo escondían entre el cabello porque les rasuraban. Por tanto, los escondites predilectos eran la vagina, el recto y el estómago. Pero eso lo sabían los alemanes. En función de dónde provenían las víctimas, después de morir por inhalación de gas venenoso, los cuerpos se abrían y se encontraban pequeños tesoros. Los alemanes tenían una pequeña moldeadora, una máquina al lado de la mesa donde se derretía el oro de los dientes, las alianzas, las medallas… 

P.– Resulta enfermizo e inhumano lo que llegaban a hacer ciertos dentistas con los judíos fallecidos para conseguir su botín. ¿Podría describir sus maneras de proceder?

R.– Eran unas bestias. En vez de la extracción, con un cincel y unos alicates rompían los dientes de oro, las coronas y las prótesis dentales donde a veces se ocultaban piedras preciosas. Luego lo depositaban en un cubo lleno de ácido clorhídrico para disolver los trozos de carne y a continuación, al lado de la mesa de operaciones había una pequeña máquina para fundir el oro con la que se creaban una especie de meneas e incluso lingotes. Para hacerse una idea, cerca del campo de concentración de Buchenwald se encontró una cueva repleta de oro y en Birkenau cada crematorio producía entre 30 y 35 kilos de oro y otros artículos valiosos. 

Desposeyendo a la muerte Gold Buchenwald.

Desposeyendo a la muerte Gold Buchenwald.

P.– Además, los alemanes también requisaron cabello y carne humana, ¿cuál era la finalidad?

R.– Tras unos tratamientos específicos, el cabello se vendía a las empresas alemanas como materia prima ya que podía fabricar hilo y fieltro y confeccionar mantas para el ejército. Antes de llevarlos a las cámaras de gas a los judíos se les palpaban los muslos y las pantorrillas para seleccionar las mejores piezas. Tras la ejecución se troceaban esas partes para cultivar bacterias para hacer medicamentos. 

Para hacerse una idea, las cifras son de escándalo. Cuando los rusos entraron en Birkenau en enero de 1945 incautaron 6.800 kilos de cabello humano femenino empaquetado en fardos de entre 18 y 22 kilos. En total eran 293 sacos. Si el peso medio de una cabellera larga era de aproximadamente 0,25 kilos, el número de víctimas ascendía a más de 28.000 mujeres. 

También se encontraron ordenadamente 836.525 conjuntos femeninos, 348.820 trajes de hombre, 38.000 pares de zapatos masculinos y otros 5.255 femeninos, 13.694 alfombras, 12.000 ollas y sartenes y 40 kilos de gafas. En ciertos campos de exterminio, los nazis habían creado cierto ambiente de continuidad que influía de forma positiva en la psique de las víctimas. Por ejemplo, los campos verdes alrededor de Treblinka daban la impresión de exuberancia y algunos soldados lucían delantales blancos de la Cruz Roja aparentando ser médicos para crear una sensación de bienestar.

Camino del crematorio Ebensee.

Camino del crematorio Ebensee.

En Belzec había una oficina de correos que simbolizaba la conexión con el mundo exterior, en Auschwitz el uso excesivo de electricidad sugería civilización y en Majdanek se reproducía música con un volumen alto para evitar el ruido de las ejecuciones. 

Si Xabier Irujo incide en que la educación es la mejor manera para no repetir las crueldades del pasado, ocho décadas después el panorama social se podría decir que no es muy halagüeño desde que Donald Trump es el 47º presidente de los Estados Unidos. "Hace poco Trump dijo en una declaración que Hitler también había hecho cosas buenas. Sus declaraciones respecto al Holocausto y la Segunda Guerra Mundial son propias de un discurso que ni siquiera es negacionista porque es que no tiene ni idea. Simplemente es el discurso de la ignorancia supina", asegura Irujo. 

P.– ¿Como profesor, divulgador e historiador qué opina de que Mark Zuckerberg prohíba en Meta fotos de contenido sexual y sensual y dé pábulo a cualquier tipo de apología nazi?

R.– Se suele prohibir cualquier aspecto sexual de la conducta humana en cualquier medio y, sin embargo, que yo haya visto nunca se ha prohibido la violencia de cualquier tipo. Es una situación terrible. 

P.– Tanto en la campaña electoral estadounidense como en la toma de posesión presidencial se pudo apreciar el nexo inquebrantable entre Donald Trump y Ellon Musk. Cuando salió la entrevista de Tucker Carlson con Darrell Cooper, que empezó a desvariar con que el Holocausto no existía, el milmillonario se encargó de promocionar ese contenido que posteriormente borró. ¿Ante qué situación nos encontramos? 

R.– Al borrado generalmente se le llama revisionismo, reduccionismo o negacionismo, cualquiera de las tres denominaciones es válida. Musk miente por omisión. Lo terrible de esta alianza es que nadie sabe lo que ha pactado Musk con Trump. Evidentemente, el presidente le debe a Musk y otros como él su puesto en la Casa Blanca y ahora es cuando el presidente tiene que pagar. Trump ya es bastante peligroso per se, pero también ha demostrado ser bastante inactivo ya que habla mucho más de lo que hace. Pero claro, estas personas que tiene detrás son muy, muy peligrosas. Estas sí saben lo que quieren y desean algo más que trascienda su mera egolatría. Porque Trump siempre que aparezca en primera página y diga que es el mejor ya ha satisfecho su ego y sus arcas. Pero Musk y los otros no sé realmente qué quieren. La campaña de Musk en Alemania Oriental para apoyar el partido de la extrema derecha (AFD) es muy peligrosa. Europa debería decir más de lo que está diciendo porque quién es Estados Unidos para meterse en política europea de la manera en que lo está haciendo. Remover esa extrema derecha de esa manera ha sido históricamente peligroso. Es absolutamente aterrador lo que pueda venir de ahí. Te diré que soy de la corriente de Sanders, así que imagínate dónde estoy. Lo vemos con horror.

P.– Durante su discurso en la toma de posesión de Trump, ¿hizo o no hizo Ellon Musk un saludo nazi?

R.– Yo diría que sí. 

P.– ¿Y…?

Quien realiza el saludo nazi sin entender las consecuencias del nazismo demuestra ignorancia y una gran falta de sensibilidad hacia las víctimas. Quien lo hace con pleno conocimiento de sus implicaciones, está profundamente enfermo.

Antes de la despedida, Xabier Irujo pone de manifiesto que en los Juicios de Nuremberg menos del 1% de los que trabajaban en Birkenau fueron juzgadas y la inmensa mayoría de los Einsatzgruppen -equipos móviles de matanza- se salieron de rositas ya que no había ni presupuesto ni tiempo suficiente para seguir investigando y sentenciando. A base de insistir, Ben Ferencz, último fiscal del Tribunal de Nuremberg fallecido a los 103 años en abril de 2023, logró que solo se sentaran en el banquillo 24 personas pertenecientes a los Einsatzgruppen, uno de los grandes casos del Juicio.