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Recientemente, uno de los relaciones públicas más notables de las últimas décadas y perteneciente a una de las dinastías más importantes de Andalucía, comentaba a EL ESPAÑOL que no se preocupara por dónde poner la 'H' del Aga Khan IV, ya que en su caso, "donde hay que ponerla es en la H de hucha". Razón no le faltaba, tras su fallecimiento el 4 de febrero en Lisboa, la fortuna del líder de los musulmanes chiitas ismaelíes nizaríes está calculada en unos 15.000 millones de euros

En su testamento designó como heredero a Rahim Al-Hussaini (50), quien ya es conocido como el Aga Khan V. Se trata del primer varón que el Aga Khan IV tuvo con su primera esposa, la exmodelo Sarah Crocker, conocida como la Begum Salimah Aga Khan, con quien tuvo otros dos vástagos, la princesa Zahra (54) y el príncipe Hussain (49). 

Tenía 88 años, lo que le convirtió en el Imam más longevo de la historia ismaelita. Hay que remontarse al 12 de julio de 1957, un día después de la muerte del Aga Khan III, cuando un abogado abrió el testamento donde se estipulaba que el heredero sería su nieto, el príncipe Karim Al-Husseini. Tomó el título en Dar es Salaam (Tanzania), el lugar donde su abuelo recibió su peso en diamantes, piedras preciosas y lingotes de oro. Hay una foto histórica ubicada en Bombay donde el orondo Aga Khan III está subido a una gigantesca báscula. 

El Aga Khan en una cena de gala en Manhattan en 2017.

El Aga Khan en una cena de gala en Manhattan en 2017. Reuters

De esta manera, el príncipe Aly Khan quedó exonerado del cargo. Este salto generacional se produjo por la creación de un nuevo orden mundial tras la Segunda Guerra Mundial, como bien se indicó en el testamento: "las condiciones fundamentalmente alteradas del mundo, entre ellas los avances de la ciencia atómica" requerían un "hombre joven que se haya criado y desarrollado durante los últimos años y en medio de la nueva era para que aporte una nueva perspectiva de la vida a su cargo".

La dinastía Khan

Con esta decisión, Aly Khan pudo desarrollar su faceta de playboy en el circuito de la jet set internacional. A pesar de que en 1948 seguía casado con la socialité Joan Yader-Buller, con quien tenía dos hijos, el Aga Khan IV y el príncipe Amyn (87), se sabía que tenía como amante a Pamela Digby, que había estado casada Randolph Churchill, hijo del eminente estadista británico Winston Churchill. Sin embargo, de manera inesperada, la atractiva socialité abandonó al aristócrata para irse con el millonario Gianni Agnelli. Cansada de las infidelidades de su marido, Joan pidió el divorcio en 1949. 

La primavera era la época favorita en la que muchos de los millonarios disfrutaban de la soleada Costa Azul, por lo que Aly Khan se trasladó a Cannes, donde la casamentera y columnista de cotilleos Elsa Maxwell había organizado una cena con destacadas personalidades, entre ellas, la actriz hollywoodiense Rita Hayworth, a la que sentó al lado del príncipe. Una jugada maestra porque al poco tiempo ambos se casaron en mayo de 1949, un acontecimiento que supuso el primer matrimonio real en Hollywood. Una década después, y también en la Costa Azul, se produciría el enlace de Rainiero III de Mónaco y Grace Kelly, que fue una de las amigas íntimas del Aga Khan IV, y a quien los fotógrafos inmortalizaron bailando en los dominios de los Grimaldi

Del matrimonio entre el aristócrata y la estrella nació la princesa Yasmin Aga Khan, quien desde el fallecimiento de la protagonista de Gilda (1946) a causa del alzhéimer se dedica a recaudar dinero para la investigación de esta devastadora enfermedad. Asimismo, forma parte de la junta directiva de la Fundación Aga Khan

El Aga Khan IV reinó como el 49º imán hereditario de la comunidad esmailita durante 67 años, mientras que su abuelo batió el récord histórico con 71 años. Criado en Nairobi (Kenia) y educado entre el colegio suizo Le Rosey, donde intimó siendo adolescente con Juan Carlos I (87), y en la universidad de Harvard, tomó las riendas de un linaje musulmán chií que reivindicaba su descendencia del profeta Mahoma a través de su hija, Hazrat Bibi Fátima y del primo y yerno del Profeta, Hazrat Ali. Muchos de sus seguidores le atribuían un estatus divino, pero él rechazaba esas nociones de endiosamiento.

Relaciones de la realeza

Dos semanas después de subir al trono sin territorio, la reina Isabel II le reconoció el tratamiento de Alteza. El estrecho vínculo entre ambos venía porque "el padre de la soberana, Jorge VI,  había sido el último emperador de la India -en aquella época India estaba unida Pakistán y era colonia británica- y, por tanto, a todos estos príncipes, soberanos y dirigentes espirituales de la zona la británica les ha cuidado con muchísimo esmero", puntualiza a El ESPAÑOL el historiador Ricardo Mateos

El rey Juan Carlos y el Aga Khan.

El rey Juan Carlos y el Aga Khan. Lara Fernández Reuters

Un dato interesante que aporta el autor de La Familia de La reina Sofía: La dinastía griega, la casa de Hannover y los reales primos de Europa, es que en el linaje del Aga Khan IV nos encontramos con que desciende de Enrique IV de Francia, el primer Borbón que reinó en el país y, por tanto, es pariente de toda la realeza europea. Por lo que "si vamos bajando por el árbol genealógico se observa Carlos II de Inglaterra no tuvo hijos legítimos, pero sí unos cuantos ilegítimos, como los duques de Richmond y de Portsmouth, la línea bastarda de los Estuardo ingleses. A partir de ahí llegamos directamente a Joan Yarde-Buller, hija del III barón Churston, que se casó con  el príncipe Aly Khan, padre del recientemente fallecido Aga Khan IV", comenta Mateos. 

Asimismo hay que resaltar que tanto al Aga Khan IV como a la soberana británica les unía su pasión por los caballos, por lo que el establishment les esperaba ansiosamente en algunas de las competiciones más importantes del mundo como el Derby de Epsom o las carreras de Ascot. En Inglaterra, el multimillonario empresario tenía uno de los criaderos de purasangre más exclusivos del planeta, una afición que había heredado de su abuelo el Aga Khan III, que había fundado a principios del siglo XX The Aga Khan Studs (Los sementales del Aga Khan). 

En el contexto de sus responsabilidades hereditarias, el Aga Khan IV estuvo profundamente comprometido con el desarrollo de una sociedad de bienestar en los países en vías de desarrollo a través de la multinacional Red de Desarrollo Aga Khan (AKDN, por sus siglas en inglés). Con este grupo de agencias privadas no confesionales se ha intentado mejorar las condiciones de vida e implementar las oportunidades de las personas en las regiones más desfavorecidas del mundo, especialmente en Asia Central, Afganistán, Pakistán, Irán y África Oriental. Sus servicios tienen influencia en la medicina, la educación, el desarrollo rural, la promoción de la empresa del sector privado o la arquitectura. De hecho, el premio Aga Khan es el más importante en el ámbito de la arquitectura en el mundo musulmán. 

El millonaria honrado

Sofisticado, cosmopolita y a menudo reacio a atender a la prensa, ante los medios de comunicación, el Aga Khan le molestaba la idea de que la expansión de su fortuna personal entrara en conflicto con sus proyectos benéficos. Aseguraba que su capacidad para prosperar complementaba su deber de mejorar la vida de los musulmanes ismaelitas, una rama de la tradición chiíta del Islam que cuenta con 15 millones de seguidores en 35 países.

Si por algo se caracterizó el Aga Khan IV fue por su opulenta vida que de tanto en tanto reflejaban las revistas del corazón. Para financiarla disponía de inversiones, empresas conjuntas y participaciones privadas en hoteles de lujo, líneas aéreas, caballos de carreras y periódicos, así como de una especie de diezmo coránico que le cobraba a sus seguidores. Su obra súmmum en el exclusivo circuito de la jet set fue el descubrimiento de la Costa Esmeralda. 

Se dice que tal hazaña tuvo lugar en 1958 cuando su yate de lujo se averió en aguas del Tirreno. Tras alcanzar esa zona en el noreste de la isla de Cerdeña se dio cuenta de los notables réditos que podía sacar si se creaba un refugio para el Gotha internacional y, junto a varios inversores, se fundó el Consorcio Costa Smeralda en 1962. La urbanización y construcción de mansiones de ensueño, así como la creación de un puerto deportivo de vanguardia en Porto Cervo y la contratación de los mejores paisajistas del mundo transformaron una zona que hasta ese momento había estado habitada por granjeros sardos de pocos recursos en oasis sin parangón.

Aga Khan en 2014.

Aga Khan en 2014. Reuters

Para hacerse una idea, diversos promotores inmobiliarios calculan que el metro cuadrado alcanza los 300.000 euros. En uno de los mejores promontorios a orillas del mar Tirreno se erige majestuosamente villa Cerbiatta, la residencia de descanso del Aga Khan IV. 

En Francia estuvo durante quince años como mecenas del castillo de Chantilly, que alberga las Grandes Caballerizas construidas a petición de Luis Enrique de Borbón, príncipe de Condé, consideradas las mayores instalaciones de este tipo en Europa. Sin embargo, esta joya gala cayó en declive a causa de la pandemia y al abandono del Aga Khan, por lo que el gobierno galo se vio forzado a pedir donaciones.

Hasta que se trasladó a Portugal, su residencia principal había sido el palacio de Aiglemont en Gouvieux, al norte de París, en cuyo terreno había un centro de entrenamiento para un centenar de purasangres, pasión heredada de su abuelo, así como las oficinas de la Red de Desarrollo Aga Khan (AKDN). En 2016, con la compra del palacete de Henrique Mendonça trasladó la sede de AKDN a Lisboa, donde hace cuatro años también adquirió el palacete de Leitão, de 3500 metros cuadrados por 13,5 millones de euros ubicado en las inmediaciones del piso más caro de la capital que compró Ronaldo (40). En la zona también tienen sus residencias José María Cano (65) y Mónica Bellucci (60). Es la capital donde este sábado tiene lugar el funeral en una ceremonia privada. 

El país luso no resulta desconocido para los ancestros del Aga Khan IV ya que en el triángulo formado por Lisboa, Cascais y Estoril se celebraron las fiestas más espectaculares tras acabar la contienda mundial. Hasta allí migraron los Borbones de España, los Habsburgo de Hungría, los Sajonias-Coburgo-Gotha de Bulgaria, los Orleáns de Francia y los Saboyas de Italia. Tal y como describe Ricardo Mateos en su libro Estoril, los años dorados, multimillonarios como los Patiño, los Schlumberger y los Vinhas orquestaba unas veladas que hacían palidecer a las de las mil y una noches.

Cosa de amores

Una de ellas congregó a la crème de la crème de la crème como Audrey Hepburn, Paul Getty, la maharani de Baroda, Zsa Zsa Gabor, Salvador Dalí, los duques de Rutland y de Argyll, Johannes von Thurn und Taxis y, por supuesto, Yvonne Blanche Labrousse, más conocida como la Begum Aga Khan, una de las mujeres más elegantes del siglo XX tras haber sido coronada como Miss Francia. Hija de una modista y un conductor de tranvías fue la cuarta esposa del Aga Khan III. 

La vida personal de Karim Al-Husseini estuvo marcada por dos bodas que no se hubieran producido si una española no hubiera rechazado su proposición de matrimonio. Se trataba de Silvia Casablancas, hermana de su amigo Fernando,  heredero de la burguesía textil catalana que estudiaba con el futuro líder ismailita en Le Rosey. Como recordaba Vanity Fair, los paparazzi cazaron a la pareja en el hotel Savoy de Londres en 1957, que estuvieron a punto de comprometerse al año siguiente. Cuando Karim Al-Husseini le mostró el anillo, ella le rechazó. 

El padre del Aga Khan IV en su boda con la actriz Rita Hayworth.

El padre del Aga Khan IV en su boda con la actriz Rita Hayworth.

La única que vez que Silvia habló de este hecho fue en 1969 para el semanario Reveille, donde confirmó que "Karim estaba obsesionado por la prensa y los fotógrafos. Me hacía la vida casi imposible, me imponía un aislamiento casi total. Temía el juicio de sus fieles ismaelitas. Era de unos celos ilimitados". Silvia murió en 2007. Era hermana de John Casablancas, fundador de la agencia Elite y creador del universo de las top model. 

Una década después conoció en la exclusiva estación de esquí suiza de Gstaad a Sally Croker-Poole, que previamente había estado casada con lord James Charles Crichton-Stuart. Se casaron en 1969 en la residencia parisina del Aga Khan IV. Se convirtió en la Begum Salimah, tuvieron tres hijos y se divorciaron en 1984, lo que supuso una lucrativa separación para ella al recibir 30 millones de euros más varias decenas de millones de euros en joyas. 

En 1998 se casó en el palacio de Chantilly con Gabriele Renate Homey (61), recién divorciada del príncipe Carlos Emico de Leiningen -descendiente no morganático directo de los Romanov y los Hanover- con quien tuvo a su último hijo, el príncipe Aly Muhammad (24). Tras el matrimonio adquirió el nombre de Inaara Aga Khan.

Su historia de amor se truncó porque un detective le confirmó la infidelidad con la azafata del avión privado de su esposo. Como la venganza se sirve en plato caliente, la Begum Inaara protagonizó el divorcio más caro de Francia. Poco después salió con el magnate alemán Jürgen Kellerhals, heredero de Mediamarkt, y en los últimos tiempos estaba enamorada de Wolfgang Porsche (81), capo de la casa de la coches de lujo a quien se le atribuye una fortuna de 30.000 millones de euros. 

La vinculación del Aga Khan IV con nuestro país viene de la amistad con el emérito surgida cuando ambos eran adolescentes en el colegio Le Rosey. Juntos han asistido a infinidad de eventos oficiales y otros saraos donde se reunían los grandes nombres del planeta. Sin embargo, hubo dos momentos trascendentales en la vida de los Borbones que implicó al líder espiritual. 

El primero ocurrió el 29 de junio de 1990 cuando se organizó en el Casino de Mallorca una cena en honor del Aga Khan IV por su contribución a las regatas de los megayates. Él era propietario del Alamshar, valorado en algo más de 200 millones de euros. Tal y como ha recordado Juan Luis Galiardo en alguna ocasión, hacia los postres llegaron Zourab Tchokotua, íntimo de Juan Carlos, junto a su esposa Marieta Salas, José Luis de Vilallonga y la decoradora Marta Gayá. Nadie se esperaba que el Borbón saludara tan cariñosamente al emérito, confirmándose en cierta manera el runrún que les vinculaba sentimentalmente desde hacía tiempo. La exclusiva la dio Galiacho en la revista época en cuya portada se denominada a Gayá como la Dama del Rumor. El resto es historia. 

Los favores al rey emérto

El segundo hecho se inició a raíz del escándalo del caso Nóos, que supuso la investigación de Iñaki Urdangarin y posteriormente el de su esposa, la infanta Cristina. El daño a la imagen de la monarquía fue tan grande que el entonces matrimonio se mudó en 2013 a Suiza para desaparecer del ruido mediático. El destino no era baladí ya que el emérito tiró de contactos para que el Aga Khan IV acudiera al rescate de su hija otorgándole un puesto en la Fundación que lleva su nombre. 

La muerte del Aga Khan IV es el fin de una época. A partir de ahora, el príncipe Rahim, Aga Khan V, hará honor al legado de una dinastía que tiene más de 1.300 años de antigüedad. Nacido en Ginebra en 1971, estudió Literatura en la Universidad de Brown, para posteriormente ampliar sus conocimientos en el IESE Business School de la Universidad de Navarra en Barcelona. 

En 2013 se casó con la modelo Kendra Irene Spears, a quien muchos tildaban como la sucesora de Cindy Crawford. Curiosamente, la pareja se conoció gracias a la íntima amistad de la novia con Naomi Campbell. Tras la boda la joven recibió el título de princesa Salwa Aga Khan y tuvieron dos hijos, los príncipes Irfan (10) Sinan (8). Desgraciadamente el divorcio llegó en 2022.