Antonio Blanco
Publicada

En las inmediaciones de la glorieta de Bilbao, en Madrid, se sitúa la sede madrileña de la editorial Penguin Random House. A las 05:30 horas, se encendieron las luces de la sala para que Eloy Moreno (Castellón de la Plana, 1976) diera el pistoletazo de salida a su hazaña: batir el récord del mayor número de libros firmados en un plazo de 12 horas. La cifra anterior estaba en 6.904, conseguido por el indio Vickrant Mahajan en 2016.

La céntrica plaza de Callao ha sido testigo mudo de la proeza de Moreno. A las 13:00 horas, tras ocho incesantes horas de estampar su firma en centenares de libros, Moreno consiguió sellar su nombre en el libro Guiness. Pero ahí no quedó su jornada. Decidió continuar, dado el tiempo sobrante del que disponía, hasta superar las 10.000 rúbricas. Y también las superó. Detuvo el contador en las 11.088.

"No habrá tiempo de dedicatoria ni nada. Será firma, firma, firma…me sale a una media de 600 a la hora", indicaba, entre risas, el escritor en sus redes a sus seguidores antes de empezar el acto. Asimismo, sostenía que el máximo de libros que podrían llevar los allí presentes serían cuatro, no podría hacerse fotos debido al tiempo que ello implica con cada asistente y el acceso sólo era posible libro en mano. Además de la firma, los ejemplares iban acompañados de una pegatina que certifica que esos libros han sido partícipes de un récord mundial.

Ingeniero informático de formación reconvertido a escritor, Moreno asegura a EL ESPAÑOL que todo comenzó de forma espontánea: "Eran muchos años y firmando muchas horas y entre toda la editorial se nos ocurrió la locura de decir '¿por qué no podemos batir un récord mundial entre todos?' Y entre todos es como lo hemos conseguido".

Asimismo, hace una distinción entre escribir un libro y alzarse con un galardón a nivel mundial: "Son muy diferentes. Al final aquí hay mucha gente involucrada, como voluntarios. Están todos encantados con el reto y sobre todo el ambiente es genial".

Saltó al ojo del lector hace más de una década, en 2009, cuando, después de autoeditar su primera novela, El bolígrafo de gel verde. "Una tarde de 2007 me senté frente al ordenador con una idea en la cabeza: escribir la novela que a mí me hubiese gustado leer", recoge el autor en su web.

Más adelante, teniendo en cuenta que su libro alcanzó top ventas vendiendo más de dos millones de ejemplares en sus 15 años de trayectoria, escribió más obras como Invisible, Redes o Cuando era divertido. "Estoy cansado pero hay que seguir para poner el récord mucho más alto", concluye el escritor momentos después de dejar su huella en el Guiness.