
La imagen de Paco distribuida entre las patrullas de Guardia Civil y Policía Local, junto al momento de su detención, este jueves, cerca del centro cívico de El Algar.
Paco vivía de okupa en un bajo de El Algar (Cartagena) y quiso matar de un disparo a su exmujer por 'un ataque de celos'
La Guardia Civil arresta a este veinteañero por un homicidio en grado de tentativa y no descarta la violencia de género sobre su expareja.
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Paco cogió una escopeta este jueves, al filo de las 14.40 horas, para acabar con la vida de su expareja -delante del hijo de la mujer-. Todo ocurrió en un bajo de la calle Murillo de El Algar donde vivían de okupas, pero en el camino de esta madre y de su pequeño se cruzó Pedro: un boticario, de 50 años, que se ha convertido en el héroe que ha evitado una tragedia en esta diputación de Cartagena de apenas 8.500 vecinos.
"La madre del niño entró corriendo a la farmacia, junto a otras dos mujeres, gritando auxlilio", tal y como explica Pedro a EL ESPAÑOL. "Faltaban cinco minutos para las tres de la tarde y yo estaba en la rebotica porque en ese momento no había ningún cliente". Ni por asomo se podía imaginar la rocambolesca situación que iba a vivir este auxiliar de farmacia con treinta años de trayectoria en el sector.
A esa hora, Francisco José O. (2004), conocido por sus allegados como Paco, llevaba excatamente quince minutos sembrando el pánico en El Algar, empuñando una escopeta o un arma de fabricación casera, como en el far west. El 112 ya había recibido varias llamadas alertando de que se habían escuchado disparos en la calle Murillo de esta diputación cartagenera que se extiende al suroeste del Mar Menor.
Al menos, uno de los disparos lo realizó dentro del bajo que tenía okupado junto a su expareja y el hijo de esta mujer. Así lo confirma una fuente de la Guardia Civil: "El varón disparó a su exmujer, pero ella logró huir con su hijo". Paco no se dio por satisfecho y volvió a disparar a su expareja. "Por lo visto ha sido un ataque de celos", tal y como detalla una integrante del partido cartagenero Movimiento Ciudadano, conocedora de los hechos. "Ha sido todo de película. Estaba todo el pueblo lleno de policías locales y de guardias civiles. La chica se ha refugiado en una farmacia".
La Guardia Civil, este jueves, esposando a Paco tras reducirlo cerca del centro cívico de El Algar.
La citada botica está en pleno centro de El Algar, en la Plaza Antonio Asensio, por donde no pasaba un alma a las tres de la tarde, y en su interior se encontraba el bueno de Pedro, como cada día desde hace trece años, cumpliendo puntualmente con sus obligaciones. "Yo acababa de empezar el turno de guardia", según apunta este auxiliar de farmacia.
- ¿Qué es lo que ocurrió?
- Pedro: A esa hora no había clientes y yo no estaba en el mostrador. Entonces, escuché que entraron gritando unas mujeres con un crío. Dos de ellas eran jóvenes, tendrían unos veinte años, y otra era más mayor, de unos 50 años, imagino que sería la madre de alguna de ellas. Cuando me disponía a salir a ver qué pasaba, escuché unos disparos y al llegar al mostrador bajé las persianas del local. Todo pasó en diez segundos.
La reacción de este experimentado auxiliar de botica fue clave porque el pistolero disparó desde fuera de la farmacia y la verja metálica convirtió el local en una especie de búnker. "Los disparos rompieron algunos de nuestros expositores, menos mal que no tuvo puntería, de lo contrario habría ocurrido una desgracia", según recalca.
- ¿Qué le dijeron las mujeres?
- Pedro: Tenían miedo por si volvía ese hombre con la escopeta. Me pedían que llamara al 112.
- ¿Cómo se encontraba el hijo de la mujer tras vivir una situación así de violenta?
- El crío calculo que tendía entre 2 y 3 años, pero ni siquiera se ha puesto a llorar. Solo me ha pedido agua.
El momento de la detención de Paco, este jueves, a manos de la Guardia Civil.
Este jueves, la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) de la Guardia Civil estaba operativa en Cartagena y El Algar fue tomado por más de viente agentes con chalecos antibalas, escudos, incluso con fusiles de asalto. También se movilizaron patrullas de Policía Local. "Nos hemos llevado un buen susto", admite Pedro. "La persiana de la farmacia la he mantenido bajada hasta que llegaron los guardias civiles".
Entre los coches patrulla que conformaban el operativo comenzó a circular la imagen del sospechoso que ilustra este reportaje: Francisco José, de 21 años. De inmediato, empezaba a funcionar también el 'CNI vecinal', algo habitual en zonas rurales tan pequeñas. "El chico es de Torre Pacheco, tiene unos veintitantos años, pero desde hace poco tiempo estaba de okupa con ella en un bajo en El Algar", según apunta una mujer.
Un "ataque de celos" es la hipótesis vecinal más repetida como desencadenante de estos hechos entre los jóvenes okupas de la calle Murillo. "A veces, le pedían a los vecinos que les diesen comida". "Ella era su expareja y tenía un hijo de una relación anterior". "Al parecer, se ha liado por celos". En la misma línea apuntaba un miembro de la Junta Vecinal de El Algar: "La única información de la que disponemos es que Paco okupaba ilegalmente un bajo desde hace un par de semanas".

Varias patrullas de la Guardia Civil, este jueves, en las calles de El Algar.
Paco ha vendido caro su arresto porque no se ha producido hasta las cuatro de la tarde, según confirma una fuente de la Guardia Civil. En la práctica, le han engrilletado tras una hora y veinte minutos en la que ha disparado contra su expareja; se ha atrincherado en el bajo okupa liándose a tiros; incluso ha deambulado armado por varias calles y la Plaza Antonio Asensio de El Algar, tratando de cazar a la madre del niño mientras daba esquinazo a todas las patrullas que le buscaban.
El arresto se produjo en los alrededores del centro cívico de esta diputación cartagenera, en un momento clave, puesto que "se habían presentado en El Algar familiares" de ambos protagonistas de esta historia, procedentes de Torre Pacheco, y la tensión iba in crescendo porque le iban buscando con sus coches particulares. De hecho, los agentes les dieron el alto y los identificaron.
Una fuente del Instituto Armado confirma que a Paco "se le investiga por una tentativa de homicidio a su expareja", pero no se descarta que los delitos se puedan ampliar, por ejemplo, a violencia de género. Este jueves por la tarde, los agentes se llevaron sanos y salvos a la mujer y al niño de la farmacia en la que trabaja Pedro. También intervinieron la grabación de las cámaras de seguridad que filmaron los disparos. Este auxiliar siguió con su jornada laboral, como siempre, con su habitual simpatía y una reflexión clara: "En treinta años trabajando, nunca me ha pasado algo así".