Más de la mitad de la población española conduce. El coche es el principal método de transporte, a pesar de las iniciativas para fomentar el uso del transporte público. Se estima que hay unos 33 millones de coches en circulación en España, lo que significa que hay más coches que conductores. Mantener el coche en buen estado es necesario para la seguridad de quienes van en su interior. Por ello, es necesario que el automóvil lleve unos neumáticos adecuados, y quien mejor sabe de ellos es un mecánico, por lo que EL ESPAÑOL ha hablado con Alex Amilibia.
Las primeras ruedas aparecieron hace más de 3.000 años; estaban hechas de madera y se usaban en los carros para transportar animales. Después les agregaron hierro alrededor y, más tarde, metal en el interior. No fue hasta el siglo XIX cuando se empezó a incluir la cobertura de caucho, la cual caracteriza a los neumáticos de hoy en día. Al principio, el caucho era duro porque no tenía aire en su interior, lo que hacía que se sintieran demasiado los saltos en el camino; por eso se incluyó el aire.
Desde entonces, los tipos de neumáticos han ido aumentando y se han creado distintos dependiendo de las necesidades de cada coche. Alex Amilibia es mecánico desde hace seis años, y se dedica a difundir su aprendizaje y trucos a través de TikTok. “Cuando trabajaba en el taller me gustaba modificar mis coches, por eso empecé en redes sociales”, comenta el mecánico.
El neumático idóneo para cada coche depende mucho de cuáles sean las necesidades del mismo. Hay muchos tipos: los de verano, de invierno, deportivos, de pista, todoterreno, antipinchazo, de repuesto, de remolque o los neumáticos sin aire. “Yo creo que lo que es importante para que un neumático sea bueno es saber escogerlo para las condiciones en las que los vamos a usar”, asegura Alex Amilibia, por lo que va a explicar cuáles son los mejores y los peores que hay en el mercado.
“Para un uso normal aquí en España, que tiene un clima más bien cálido, la mejor opción sería un neumático de verano. Pero es importante fijarse en las especificaciones y que la rueda sea de hasta 200 kilómetros por hora. Además, hay que tener cuidado, porque, si no se monta bien, puede llegar a reventar”, asegura Alex.
Este tipo de neumáticos tiene muchas ventajas, sobre todo en climas más cálidos, ya que tiene una menor proporción de caucho natural. Esto reduce la resistencia a la rodadura, por lo que se deslizan mejor por la carretera, consumen menos combustible y la conducción es más silenciosa. Con estos neumáticos, hay menos probabilidad de sufrir aquaplaning que con los de invierno, ya que la evacuación de agua es mucho mejor. Además, suelen ser más baratos.
Lo que no recomienda lo tiene claro, “los neumáticos slicks o semislicks, sobre todo para un uso normal”. Estos neumáticos no son los clásicos, pero cada vez se ponen más de moda en coches que se usan en circuitos o en carreras. “Son neumáticos que funcionan muy bien en seco, pero en mojado el accidente está casi asegurado”, asegura Alex.
El problema de estos neumáticos es que tienen el dibujo muy poco marcado, por lo que cuando hay temperaturas altas y están calientes, se agarran muy bien al asfalto. Sobre todo en carreteras que están muy secas, lo que hace que el neumático se caliente más rápido. “El problema es que cuando llueve se vuelven muy peligrosos, porque al no tener el dibujo muy marcado, no tiene forma de agarrarse a la calzada. Es muy sencillo tener un accidente con ellos, el accidente está garantizado”, comenta Alex.
Por todo ello, es necesario saber cuáles son las necesidades del coche para elegir el neumático más adecuado. Un buen asesoramiento será la clave para elegir los mejores accesorios y garantizar que el coche sea más seguro.