Una matrícula de coche.

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La DGT hará un cambio drástico en todas las matrículas: esta es la razón

La Dirección General de Tráfico está considerando un cambio drástico en el sistema de matriculación para prevenir que se agoten las opciones de generar nuevas combinaciones válidas.

14 septiembre, 2023 17:11
Borja Sánchez Alberto García Palomo

El funcionamiento de la DGT está envuelto en muchos misterios. A pesar de ello, una de sus herramientas más efectivas y esenciales es el sistema de matriculación para todos los vehículos que se desplazan en territorio nacional. Esta práctica data de 1900, pero fue en el año 2000 cuando se adoptó el actual formato alfanumérico.

Las matrículas de coches, motos y otros vehículos, más que una simple obligatoriedad, esconden un mundo de curiosidades. Algunas personas disfrutan descifrando las más recientes, memorizándolas o incluso buscando aquellas que coincidan con sus iniciales o fechas de nacimiento.

En España, hay aproximadamente 20 variedades de matrículas. Estas evolucionaron de ser de metal a metacrilato en 2012. Es posible hallar placas distintivas para vehículos públicos, taxis, registros temporales e incluso para delegaciones diplomáticas. El primer vehículo registrado en España fue un Panherd Levassor en Palma de Mallorca, y su propietario, José Sureda, se inmortalizó en los anales de la historia. Ahora, tras más de un siglo, la DGT está considerando introducir una innovación en la forma en que se matriculan los vehículos, la cual examinaremos a continuación.

¿Qué cambio tiene previsto la DGT para las matrículas?

El método de matriculación en España lleva en vigor más de un siglo. A lo largo de los años, ha experimentado tres transformaciones significativas. Desde 1900 hasta 1907, se utilizó un formato numérico provincial. Este modelo se mantuvo hasta 1971, momento en el que se adoptó una versión alfanumérica, pero aún centrada en las provincias. Sin embargo, en el año 2000, este sistema se extendió a nivel nacional, eliminando las diferencias provinciales.

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Las matrículas modernas se ajustan al formato establecido por la Unión Europea, consistente en tres letras y cuatro números, brindando, con ciertas limitaciones, más de 92 millones de combinaciones. Hasta hace poco, esto garantizaba que dicho sistema pudiera mantenerse por alrededor de 20 años sin requerir modificaciones.

No obstante, debido a las limitaciones del actual sistema, la DGT ya está considerando adaptaciones para incrementar las combinaciones disponibles. En este formato, se excluyeron las letras A, CH, E, I, LL, N, O, Q y U para prevenir secuencias inapropiadas, lo que limitaba considerablemente las variantes al combinar números y letras.

Actualmente, estas combinaciones inician con la letra M. La primera de ellas fue la repetición de la letra B (BBB). Pero lo que inquieta a la DGT, al observar que se avanza rápidamente hacia la segunda parte del alfabeto, es la rapidez con la que se podría alcanzar la ZZZ, marcando el fin de estas secuencias.

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Los datos de la Dirección General de Tráfico indican que se consume alrededor de una vocal a la semana a pesar de que estas no aparezcan en las matrículas. Por ello, el organismo ya ha pensado en las alternativas que podría aprobar para conseguir un mayor margen de actuación a la hora de crear nuevas posibilidades de matrículas. 

Una de las que ha surgido es utilizar algunas letras de se incluyeron en la lista de restricciones. Sin embargo, otra de las elecciones que cuenta con más peso sería la adhesión de un quinto número a las matrículas en lugar de los cuatro que se ponen hasta ahora. La última vía sería incluir también una letra más, es decir, pasar de tres a cuatro. 

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Así pues, tras superar de manera holgada las dos primeras décadas del nuevo sistema de matriculación, y al comprobar que el avance de la venta de coches aumenta de manera exponencial año tras año, la preocupación por agotar el sistema ha crecido a un ritmo mayor de lo esperado. Por ello desde algunos frentes se habla de cambio inminente en el sistema de la DGT. 

Aunque los cálculos originales auguran otras dos décadas de cierta tranquilidad, la recuperación en el mercado tras los años de crisis por la pandemia y por los efectos más duros de la guerra de Ucrania invitan a pensar que el ritmo de utilización de matrículas se descontrolará muy próximamente. Por ello, obliga a estar preparados y con un plan a seguir trazado.