Prostitutas de negro y saunas cerradas: Tailandia, de luto indefinido
El negocio del sexo, una de las principales fuentes de ingreso del país asiático, atraviesa su particular crisis tras la muerte del monarca. "Las chicas están apenadas y así no pueden satisfacer a los clientes", se queja la encargada de un lupanar.
23 octubre, 2016 02:48Noticias relacionadas
"Hemos cerrado el club hasta que pase el duelo. Las chicas están muy apenadas, y así no pueden satisfacer a los clientes, no estamos para fiestas, además, está prohibido el entretenimient", explica entre sollozos, Wattana Sirit (37). Apodada Nice, es la encargada de recibir a los clientes en un discreto lupanar de Bangkok. Afirma sentirse destrozada. "Es una pena tan fuerte como cuando perdimos a mi hermano, como si de repente me faltara un brazo o una pierna. Tengo mucho miedo a lo que va a suceder...".
Aparece completamente vestida de negro, cara lavada y con una coleta alta que deja ver el medallón dorado con la imagen grabada del difunto rey Bhumibol Adulyadej, Rama IX, que muestra en su cuello, y acaricia con ternura de un modo autómata.
Según el periódico Bangkok Post, el merchandising con el rostro de Bhumibol y los momentos más representativos de su historia se han multiplicado considerablemente, y tal y como explica en titulares la web de The Independent, "apenas queda ropa negra en los almacenes". Algunos, con singular picaresca, intentan aprovecharse de la situación inflando los precios, pero los militares, que desde 2014 ostentan el poder tras el decimonoveno golpe de Estado que vivió el monarca en su mandato, ya han advertido de que se penalizará duramente, hasta con prisión, a quién intente beneficiarse. También perseguirán a quienes no ofrezcan el respeto y la devoción que la ocasión merece, prestando especial atención a los comentarios u opiniones vertidas en redes sociales (Line, Twitter, Facebook….), y animando a los tailandeses a denunciar si sospechan de algún traidor.
Somchai Sujjapongse, ministro de Finanzas, destacó que repartirán alrededor de 8 millones de camisetas negras para los ciudadanos en situación de pobreza, habiéndose creado estaciones para teñir gratuitamente de negro el vestuario del que lo desee, con operarios voluntarios, que permanecerán activos durante todo el mes de octubre. Curiosamente, y de un modo simbólico y altruista, algunos de los más afamados tatuadores ofrecen plasmar en piel recuerdos del soberano como homenaje póstumo.
El longevo dirigente, que ascendió al trono después del misterioso asesinato de su hermano mayor, falleció el pasado 13 de octubre a los 88 años, tras 7 décadas en el cargo, de la que se considera la monarquía más venerada y rica del mundo. Según un informe de 2011 de la revista Forbes se estima que su fortuna alcanza los más de 30.000 millones de dólares.
Su defunción la anunció en televisión el general Prayut Chan-ocha, primer ministro de Tailandia, declarando, posiblemente para frenar el tambaleante clima de incertidumbre acerca de la sucesión, que será el príncipe Maha Vajiralongkorn, de 64 años, quien se convertirá, en concordancia con la Constitución, y tal y como se reconoció en 1972, en el Rama X (décimo rey), cuando el heredero lo considere, tras una pausa para la tristeza. Aunque Vajiralongkorn no goza de la misma popularidad casi divina de su progenitor, debido, según las 'malas lenguas', a su ajetreada vida sentimental, y su peculiar personalidad a la sombra del monarca, son muchos los retractores que ahora se mantienen expectantes. Tras las filtraciones de Wikileaks, se dejó entender que las élites del país también dudaban de su capacidad para mantener la unidad nacional.
De esto modo, y según intuyen los expertos en diplomacia, se está midiendo cada paso, para tal vez lavar su imagen, y organizar su futura coronación. Ésta se llevará a cabo posiblemente dentro de un año, cuando los rituales fúnebres y la incineración de su padre finalicen, aunque previamente jurará sus cargos como rey en un periodo aún sin definir.
No hay hogar en el reino que no ofrezca un lugar privilegiado en su morada para situar un gran marco con la foto de los soberanos. Es frecuente, cuando los hospitalarios thais te invitan a sus residencias, tras dejar el calzado en la puerta, que muestren con la misma dicha las instantáneas de sus nietos que los retratos reales. Es tal su magnificencia, que según marca el protocolo, es necesario andar de rodillas para acercarse a la realeza en actitud sumisa, y cuando alguno de sus miembros se desplaza por la metrópoli, paralizan el ya de por sí caótico tráfico, para que circulen libremente por las autopistas y puentes, sin que nadie pueda situarse por encima de ellos, con el total beneplácito de sus habitantes, o tal vez con adherida resignación.
Wattana llega a nuestro encuentro secreto cansada, tensa, con prisas y oliendo a incienso. Recordándome que debo tener extremo cuidado pues "no está bien visto mencionar ciertos asuntos, y menos para una extranjera". Se refiere al artículo 112 del Código Civil tailandés, conocido como la Ley de Lesa Majestad, por la cual cualquiera que hable, bien o mal, o difame a la monarquía, podría enfrentarse a severas penas de cárcel.
Cárcel por criticar al rey
El joven Thanakorn Siripaiboon, de 27 años, lo vive en carne propia, cuando por el mero hecho de presionar un 'Me gusta' a un fotomontaje del rey en Facebook en diciembre de 2015, le sentenciaron a 32 años de cárcel, aunque finalmente se lo han rebajado a 15...
La Embajada de España en Tailandia en el comunicado que emitió el día 13 para los residentes y turistas, pedía "el mayor de los respetos hacia el sentir de la población tailandesa, su Monarquía, y la figura del Rey. En este sentido os recordamos que es delito severamente penado según la ley tailandesa, criticar o hablar de la monarquía o el Rey". Recomendando "No realizar ninguna manifestación pública o privada sobre el Rey o la familia real".
Pero tras la advertencia de la señorita Nice -la encargada del lupanar-, como la llaman coloquialmente sus amigas, ésta afloja su chaqueta y sus nervios. Se descalza, y cruzando sus piernas en posición de loto, comenta con ilusión infantil, su esfuerzo matutino. "He estado esperando más de 7 horas frente al Gran Palacio para velar por nuestro Padre, y firmar en el libro de condolencias. Ha sido tan emocionante, aunque del calor mi madre, que es diabética, se ha mareado, pero hemos logrado mostrarle nuestros respetos y despedirnos. Es lo mínimo que podemos hacer por nuestro monarca, que tanto se ha sacrificado por nosotros".
Además de acudir con su progenitora, les han acompañado su hija de 7 años, tres compañeras del club, y su hermana de 16 años. La adolescente, cuyo nombre, Lawan, significa belleza, sabe que si no consigue una beca para seguir estudiando, a lo mejor tendría que empezar a alternar con varones. "Pero es muy estudiosa", añade la encargada del prostíbulo.
Cuenta entusiasmada que con gran esfuerzo económico han realizado una colecta entre todas, y así poder permitirse la ofrenda o donativo que han entregado a los monjes, para que de ese modo recen por la ascensión de su alteza al otro mundo. Es madre soltera de Pai, que quiere ser profesora, y cuyo padre, aparentemente europeo por los rasgos y la tez de la menor, "fue un hombre muy malo. Ni siquiera conoce a la niña".
Mantiene a los suyos, ya que los 500 Baths (15 euros) mensuales de pensión que recibe su padre tras quedarse inválido, apenas les darían para comer un par de días, pero se niega a decir su salario, aunque "depende de las propinas". En los ratos libres que le permiten en la casa de citas, acompaña a un anciano alemán, que ha decidido retirarse en el país de las sonrisas, y le ha regalado un "smartphone de los caros". "A veces pienso que podría enamorarme de él. Es bueno, huele bien, siempre se interesa por si mi hija y mi hermana estudian, e incluso cuando visita a su gente en Frankfurt , me envía una ayudita por Wester Union, pero ahora estoy enfadada, porque no entiende que tras el fallecimiento de nuestro rey, no puedo visitarle, estamos de luto".
Wattana Sirit, el nombre real de Nice, no desentona en el ambiente, pues el atuendo oscuro, hasta en bebés, es predominante en una sociedad literalmente en blanco y negro. Se pide a los turistas respetar el momento crucial que atraviesan, adaptando el vestuario a colores neutros, y luciendo un lazo negro en señal de respeto, aunque para la mayoría de las actividades culturales no les afecte el duelo, salvo por los conciertos o festividades al aire libre y con música, que han sido cancelados. Puedan, por otro lado, beneficiarse de las visitas gratuitas a monumentos, templos y museos nacionales, sin olvidar que el pueblo tailandés está verdaderamente consternado.
Resulta impactante cómo incluso los buscadores de internet, los cajeros, las pantallas de información de aeropuertos y transportes públicos, los escaparates hasta de lencería, o las cadenas de televisión, muestran su rigurosísimo luto por mandato del Gobierno y el Consejo Nacional para la Paz y el Orden, nombre oficial de la Junta Militar. Se establece, en señal de duelo y respeto, la prohibición del entretenimiento, no se tolerarán las fiestas, y, hasta la fecha, las películas, las series y programas de TV, tanto locales como por cable, han sido restringidos de la parrilla, para mostrar en sus cadenas la retransmisión de las ceremonias en honor al monarca, o imágenes de archivo al más puro estilo NODO, donde se explican los esfuerzos que realizó el soberano para estabilizar y potenciar la creciente economía e industria del país, así como para potabilizar las zonas rurales, generar infraestructuras modernas, diseñar las urbes al estilo alemán, o incluso crear lluvia en época de sequía.
Este procedimiento, que D. Gómez, contable español que vive en Kravi, y aficionado a la agricultura ecológica, resume como "un modo nada saludable de hacer que llueva. Consiste en algo así como bombardear las nubes con partículas de plomo a través de unas avionetas. Esto genera un proceso químico, que provoca la lluvia, pero ese agua lleva plomo, y a mí entender, creo que es altamente cancerígeno, y no sabemos ni lo que estamos comiendo".
El lugar de trabajo de la señorita Nice se encuentra en la Avenida Rama IX, (Rey noveno), precisamente el título que ostenta el desaparecido monarca. Llevan cerrados desde el día 13, cuando se declaró el país oficialmente de luto por un periodo de un año. "Aunque hemos hecho excepciones con los expatriados y locales asiduos, enviándoles las señoritas a sus domicilios o a un hotel. Mi jefe quiere abrir pronto. Además, si no ingresamos, no cobramos...".
F.G. piloto sudamericano y residente en Bangkok desde 2009, es uno de los clientes mensuales. Casado y con una hija, prefiere conservar su anonimato, pero accede sin pudor a contar su experiencia. "Desde el pasado jueves Soi Cowboy y la Plaza de Nana (las zonas más populares del barrio rojo de la ciudad), están cerradas y casi desiertas, pero no tardarán en abrir, aunque me comentan que con restricciones de sonido, y aumento de la presencia de uniformados nada amigables...".
Un alto porcentaje de los europeos que viajaban con ánimo de vicio han preferido cruzar al país vecino, para disfrutar de las mismas 'ventajas carnales' en Camboya, sin miedo a posibles represalias, y pagando algo menos. Dato que ya han percibido de mala gana los proxenetas.
"El año pasado murió el equivalente al Papa en la religión Budista. Se decretó un luto de 3 meses, pero el barrio rojo estuvo cerrado solo un día. Es todo en función de quién es el dueño y cuánto paga a la policía. Ahora harán lo mismo, aquí manda el Bath (moneda local)", matiza E.C., ex agente de seguridad privada de origen europeo.
"Se supone que no se sirve alcohol, pero yo acabo de comprar una cerveza en un Seven Eleven (franquicia de alimentación y necesidades básicas que abre 24 horas, y se encuentra prácticamente en cada calle del país), y en los restaurantes, si pides vino, discretamente te lo dan. Por ejemplo, el viernes, televisaban un partido de fútbol, y lo pudimos ver, pero sin audio, así que esto del luto es bastante relativo...", matiza L. Díaz, compañera del comandante latino.
"Cuando enviamos un mensaje a Nice para nuestra visita a la pecera, (lo llaman así porque las mujeres se encuentran en ropa interior tras un cristal con un número, y ellos, desde sus mesas, reservan su menú placentero sin ni siquiera saber el nombre del ser humano con el que intiman), y nos dijo que estaban cerrados, nos sorprendió bastante, pero en Tailandia hay un burdel en cada esquina, lo que único que en su centro, a uno le bañan como si lo amaran...".
Las tarifas oscilan entre los 2.000 Baths (aprox. 50 euros), servicio básico, a los 8.000 (unos 200 euros), dependiendo del color y la edad de la meretriz, "cuanto más blanca y jovencita, más caro, y si eliges a una de las modelos rusas, ahí ya sube mucho".
El turismo sexual en el sudeste asiático, controlado por las poderosas mafias, que presuntamente podrían contar con el apoyo de la policía y/o los militares, mueve millones de dólares anualmente, aunque el contable Gómez quiere matizar. "Se nos culpabiliza a los extranjeros de fomentar la explotación de la mujer, y de este tipo de turismo barato y soez, pero se esconde el hecho que en este país, la prostitución para locales es lo que da verdaderamente dinero, y supuestamente no pocos representantes del gobierno tienen sus karaokes, centros de masajes o discotecas, donde camuflan los servicios, pero es evidente lo que son".
A pesar de ser ilegal en Tailandia, y del grave problema del sida que afronta el país desde hace décadas, todavía son demasiados los inconscientes que ahorran durante todo el año, para darse un festín lujurioso en un par de semanas, mientras en redes sociales presumen de sus dotes de conquista, por supuesto siempre previo pago, aunque esto último olviden mencionarlo. Se calcula que el 40% de los visitantes masculinos viajan con este fin.
En la zona de Pattaya, lo que muchos denominan la "ciudad prostíbulo", parece que el negocio ha vuelto a la normalidad más rápido de lo que se suponía, y en Facebook e Instagram anuncian sus zonas de recreo para atraer clientes.
Pero Tailandia es un país con una riqueza natural, cultural, arquitectónica, gastronómica, espiritual y humana, infinitamente más grande que las terribles consecuencias de la trata de mujeres, y los expatriados y turistas españoles, que ahora mismo están descubriendo sus bellos rincones, no se cansan de decirlo en grupos de internet y WhatsApp.
"Estar aquí en un momento histórico tan importante es emocionante, y aunque a los occidentales la devoción monárquica nos sorprenda, es maravilloso contemplar en silencio la unidad de sus gentes, mientras rezan al unísono en los templos, o se abrazan en las calles, para resarcir su dolor", puntualiza Sara Hernández, abogada de Logroño, que, mochila en mano, ha aparcado los papeles del despacho, para dejarse sorprender por oriente.
De ese dolor nos quiere dejar constancia Wattana, ya sin tensiones, mientras se despide juntando sus manos, acercándolas al rostro y agachando ligeramente la cabeza. No hay un roce físico, pero su mirada traspasa cualquier abrazo, mientras escucho su dulce “Khop khun ka, sawadee ka" (Gracias, adiós). Ese dolor y temor a la pérdida de esperanza que representaba su mandatario, ese al que ha rezado cual Dios cercano o Padre todas las noches desde niña. Habla del miedo a la inestabilidad política y a la posible violencia en las calles, a la orfandad de su alma, a no poder realizar su verdadero sueño: impedir que tanto su hermana como su hija sigan sus huellas de asfalto, y se les conceda, como prometía para ella su adorado rey, una oportunidad.