¿Qué sabía Pedro para que Rosa y Alberto lo asesinaran? El fatídico triángulo de la Guardia Urbana
Los policías Rosa Peral y Albert López Ferrer han sido detenidos y están en prisión provisional por el asesinato del también policía Pedro Rodríguez, cuyo cuerpo apareció quemado en las inmediaciones del pantano de Foix (Barcelona) el pasado jueves.
17 mayo, 2017 03:27Noticias relacionadas
Tres guardias urbanos de Barcelona: Rosa, su novio Pedro y su exnovio Alberto, con el que ella había acabado bastante mal. Primer giro argumental: Rosa y Alberto llegan juntos y sonrientes a una cena de policías. Nadie se lo explica. Los exnovios se hacen selfies y se pasan la cena riendo. Los compañeros extrañados, murmuran: “Estos dos se han reconciliado”. Pero entonces... ¿dónde está el otro policía? ¿dónde está el novio de Rosa? ¿Dónde está Pedro? Pues Pedro está ardiendo cerca de un pantano, en el maletero de un coche.
Los policías Rosa Peral y Albert López Ferrer han sido detenidos y están en prisión provisional, según informa Europa Press, por el asesinato del también policía Pedro Rodríguez, cuyo cuerpo apareció quemado en las inmediaciones del pantano de Foix (Barcelona) el pasado jueves. Encontraron el cadáver en el maletero de su propio coche, que estaba tan calcinado que apenas se veía la numeración del chasis. Ese, y una prótesis de espalda que Pedro llevaba desde septiembre y que no se llegó a fundir, fueron los dos datos por los que los Mossos d'Esquadra pudieron identificar el cadáver.
SÓLO NOVIOS POLICÍA
Rosa Peral siempre había mantenido relaciones sentimentales con policías. Sus dos hijas son fruto de un matrimonio con un Mosso d'Esquadra. En 2008 salía con otro guardia urbano de Barcelona (ajeno a este caso) que presuntamente difundió entre sus compañeros unas fotos en las que salía ella practicando una felación. Una pornovenganza que Rosa denunció: el juicio se iba a celebrar ayer.
Después empezó a salir con Albert López, su compañero de unidad. Un tipo corpulento que practica boxeo y K1. Violento, según algunos conocidos. De hecho, pidió voluntariamente ingresar en el cuerpo de antidisturbios de la Guardia Urbana, pero lo rechazaron. Antes había sido condenado por haberle pegado a un vendedor ambulante.
La relación laboral entre Rosa y Alberto había pasado por momentos críticos: ambos trabajan en la Unitat de Suport Diurn de la Guardia Urbana de Barcelona. Los dos estuvieron presentes en una turbia operación en la que un mantero pakistaní al que perseguían se cayó por un barranco y se mató. El caso fue archivado. En lo referente a la relación sentimental entre Rosa y Alberto, no acabó bien y no se hablaban, aunque seguían siendo compañeros. "Dicen que nunca dejaron su relación; que la mantenían a escondidas", cuenta una persona del entorno de ella.
UNA MISTERIOSA PELEA
Ella ahora estaba viviendo en Cubelles con Pedro Rodríguez, otro guardia urbano del distrito de Zona Franca. 'Pedrito' para los amigos, que lo definen como un buen tipo. No fumaba, no bebía, era aficionado a las motos y no tenía ni redes sociales. Lo que sí tenía era una mancha en su historial: en agosto le había pegado a un motorista que se saltó un control de tráfico en la carretera de la Arrabassada. El Ayuntamiento le suspendió por ello. Pero el motorista retiró la denuncia y Pedro se reincorporó a su trabajo. Actualmente estaba de baja por una operación de espalda que le practicaron en septiembre; nada que ver con aquel incidente.
Rosa y Pedro parecían felices, dicen. Acababa de atravesar una crisis, pero las aguas habían vuelto a su cauce. Sus conocidos dicen que estaban muy enamorados. Pero el martes por la noche pasó algo que lo cambió todo: al parecer se discutieron sin que se sepan los motivos. Pedro se había marchado de su casa y ella decidió no impedírselo; porque creía que él iba a despejarse y porque ella estaba muy liada cuidando de las niñas. O esa fue la versión que le dio a los Mossos.
DE COMIDA CON SU EXNOVIO
Rosa y su exnovio Alberto oficialmente no se hablaban, pero aparecieron juntos en una marisquería el miércoles, en una cena de policías, para sorpresa de sus compañeros. Hacía un día que Pedro había desaparecido, pero ella parecía muy animada. Él, además, se ha afeitado la larga barba de la que siempre presumía. Todo parecía muy extraño.
El jueves, un excursionista que caminaba por el campo cuando llamó a los Mossos porque había visto un coche calcinado en un lugar remoto del pantano de Foix. La policía catalana encontró en el maletero el cadáver de Pedro Rodríguez.
VA AL FUNERAL Y AL HOMENAJE
Rosa acudió al funeral de su novio y al acto de homenaje que le rindieron sus compañeros en el lugar en el que apareció calcinado. Después pidió escolta policial porque aseguró tener miedo de que le pasase algo, después de haber visto cómo había acabado su novio. Le fue concedida.
De puertas hacia afuera, Pedro y Rosa formaban una pareja ejemplar. Ambos se confesaban muy enamorados. Tras la muerte de Pedro, el padre de Rosa le escribió a ella un mensaje de pésame en Facebook, asegurando que nunca la había visto tan enamorada de nadie como de Pedro.
EXTRAÑO COMPORTAMIENTO
Al entorno de Pedro, sin embargo, le extrañó la forma de actuar de Rosa tras saber del asesinato. En primer lugar, nadie entendió por qué durante los dos días que duró la desaparición, ella no hubiese intentado ponerse en contacto con nadie para comunicarle que desconocía el paradero de su novio. Por otro lado, ella aseguró que Pedro había cogido el coche tras una discusión y había salido a despejarse. Los que conocieron a Pedro aseguran que, si él hubiese salido a despejarse, hubiese cogido su moto.
Rosa estaba muy entera estos días, dicen desde su entorno, para haber sido víctima del asesinato de su novio unas horas antes. Incluso le ofrecieron aplazar el juicio por la pornovenganza que se iba a celebrar esta semana. Ella se negó, alegando que se trataba de dos temas diferentes. Aquella frialdad sorprendió incluso a su propio abogado.
LA UBICACIÓN DEL MÓVIL LES INCRIMINA
La detención de Rosa y Alberto tuvo lugar ayer. Aunque el caso se encuentra bajo secreto sumarial, han trascendido datos de la investigación. Por ejemplo, que la ubicación de Rosa y Alberto la noche del asesinato de Pedro estaba muy próxima al lugar de los hechos. El pantano se encuentra a unos 15 kilómetros de la casa de Rosa, por lo que extraña que ella, madre de dos hijas, estuviese a altas horas de la madrugada del martes rondando un pantano.
La primera hipótesis apuntaba a un crimen pasional: Rosa había vuelto con Alberto, Pedro se había enterado y había montado en cólera. La forma que encontraron Rosa y Alberto de acabar con ese problema había sido matar a Pedro. Como móvil de un asesinato resulta demasiado peregrino.
La segunda hipótesis apuntaba a una ejecución a manos de las mafias latinas. La forma de acabar con la vida de Pedro es típica de los ajustes de cuentas de algunas organizaciones criminales centroamericanas. Esta teoría quedó descartada de inmediato: Pedro no tenía ninguna cuenta pendiente con ninguna mafia.
¿QUÉ DESCUBRIÓ PEDRO?
Sin embargo, y a pesar de encontrarse bajo secreto sumarial, ya hay hipótesis que apuntan en otras direcciones: El Nacional asegura que Pedro habría descubierto algún tipo de información que comprometía directamente a Rosa y Alberto. Probablemente alguna evidencia de asuntos turbios que implicaba incluso a otros agentes del cuerpo. Rosa y Alberto decidieron quitarlo del medio cuando él amenazó con irse de la lengua. Tras acabar con la vida de Pedro, Álberto se afeitó, probablemente para despistar a la investigación en caso de la hipotética grabación de alguna cámara de seguridad. Y ambos actuaron como si nada hubiese pasado.
Ahora los dos están detenidos y mañana pasarán a disposición judicial. Ha cesado el caudal de mensajes de apoyo por la muerte de Pedro que recibía Rosa en su Facebook. Su entorno no da crédito a lo ocurrido y Juzgado de Instrucción Nº8 de Vilanova se muestra hermético. Mientras, el juicio por la pornovenganza ha sido aplazado hasta el próximo mes de octubre. Probablemente Rosa Peral vaya a declarar ya como condenada por el crimen de su pareja.