El suceso causó conmoción general desde que se hizo público. Un adolescente de 13 años perdió las dos piernas ayer domingo, al ser arrollado por el metro de la Línea 1. Sucedió entre las estaciones de Villa de Vallecas y Sierra de Guadalupe, al sur de Madrid. El motivo por el que el chico fue atropellado por el convoy fue que viajaba entre vagón y vagón, justo encima de los acoples. Una imprudencia que le ha costado las piernas.
Lo inquietante es que no se trata de un caso aislado. Se han registrado más casos de jóvenes temerarios viajando entre los vagones. El mismo día, casi a la misma hora y en la misma línea de metro, un vídeo registraba a otros dos adolescentes subidos en los acoples que unen los convoyes. Existe el temor de que se trate de un nuevo y temerario juego entre adolescentes.
UNA VOZ DE AUXILIO QUE SALE DEL SUBSUELO
El joven herido se cayó a las vías cuando había circulado unos 30 metros. El tren pasó por encima de sus piernas y se las cercenó a la altura de las rodillas. Ya mutilado, fue reptando varios metros por las vías, porque otro tren se acercaba en dirección contraria y lo esquivó metiéndose en un túnel de ventilación. Ahí empezó a pedir auxilio, y una persona que paseaba por encima de la estación escuchó la llamada de socorro que salía desde el subsuelo, a través del pozo.
Tal y como se publicó la noticia, en las redes sociales empezó a circular un vídeo en el que se veía brevemente a dos chicos viajando de la misma forma irregular: encima de los acoples, entre vagón y vagón. Rápidamente se empezaron a relacionar ambos casos y circuló la versión de que el accidentado era uno de esos chicos. Desde Metro Madrid lo han desmentido.
DOS CASOS DIFERENTES
El vídeo de las cámaras de seguridad ha confirmado que el chico llego solo y con prisa a la estación de Villa de Vallecas, de la Línea 1. Que bajó corriendo la escaleras de la estación tras pasar los torno. Que cuando llegó al andén ya se encontró el tren en marcha y decidió entonces acoplarse entre vagón y vagón. No aguantó ni una estación a bordo de los acoples. La estación de Sierra de Guadalupe es la siguiente a la de Villa de Vallecas y el chico se cayó antes de llegar.
Cuando un ciudadano que paseaba por la calle escuchó los gritos, se dirigió hasta la estación de Sierra de Guadalupe a dar la voz de alarma. Desde Metro de Madrid cortaron la circulación y procedieron a auxiliar al herido, que fue trasladado, con las piernas ya amputadas, al Hospital de La Paz.
¿UN NUEVO Y MACABRO JUEGO?
¿Por qué se montó ese adolescente entre los vagones? El vídeo apunta a que llevaba mucha prisa, pero a estas horas no se descarta que se trate de un nuevo juego peligroso que corre entre adolescentes de esa misma zona. El vídeo que corre por las redes muestra a dos chicos a bordo de los acoples. Se grabó el mismo día, en la misma línea y sobre la misma franja horaria, en torno a las ocho de la tarde del domingo. La estación en la que se registró esa imprudencia (sin consecuencias nefastas para los infractores) es la de Portazgo, que se encuentra a cuatro estaciones del lugar del siniestro.
Sea como fuere, lo que queda patente es que hay jóvenes han perdido el miedo a cometer una imprudencia de este calibre y han normalizado subirse al metro entre vagones. Desde Metro Madrid no pueden afirmar que se trate de un juego, pero sí que aseguran que no se trata de un comportamiento generalizado, sino de casos aislados. Lo que sí que han confirmado es que se trata de dos casos distintos y han manifestado su preocupación por este tipo de imprudencias.
"ES INCONTROLABLE"
Fuentes de Metro Madrid han concluido que el suceso se ha producido por un comportamiento absolutamente prohibido: no se puede viajar entre vagón y vagón. Lo dice el reglamento de viajeros, pero también el sentido común. También señalan que sería imposible controlar que una persona, en un momento dado, a una persona que decida tirarse al tren o acoplarse entre vagones. "Son 300 kilómetros de vías, 290 estaciones, casi 2,3 millones de viajeros al día. Habría que colocar un guardia de seguridad en cada centímetro o por cada persona para evitar este tipo de comportamientos prohibidos".
El procedimiento en estos casos, cuando se detecta, es explícito: alguien de personal de estaciones se dirige al infractor, lo identifica, se le abre un expediente, y después es el Consorcio de Transportes De Madrid el que decide si se procede a sancionar a esa persona. Lo que sí se están planteando desde la compañía pública de transportes es poner en marcha una campaña para recordar a los viajeros el reglamento y sus prohibiciones.
La investigación, por su parte, sigue abierta para determinar si se trató de un accidente de una persona que actuó de forma prohibida porque llevaba prisa, o si se trata de una peligrosa costumbre que se ha generalizado.