A estas alturas, no conocer a Julia Faustyna Wandelt es casi imposible. Pero para quien todavía no lo sepa, os lo contamos: es una chica polaca de 21 años que aseguraba ser Madeleine McCann, la pequeña de tan solo tres años desaparecida en el Algarve portugués en 2007. Sin embargo, las pruebas de ADN que se realizó Julia revelaron que, tal y como se pensaba, no era ella.
La avalancha y el caos que generó la joven a través de sus publicaciones en las redes sociales, e incluso de algunos medios de comunicación donde contaba que era 'Maddie' —así llamaba su familia a la niña—, no hizo más que revolucionarlo todo y a todos, incluso a Kate y Gerry McCann, padres de la pequeña.
Tras los resultados de las pruebas de ADN, Julia ha pedido disculpas a la familia McCann a través de su cuenta de Facebook: "No era mi intención traer tristeza u otras emociones negativas a nadie, especialmente a la familia de McCann. Mi propósito principal siempre fue averiguar quién soy y qué ocurrió exactamente en mi pasado tan doloroso".
A pesar de que Julia se creó varias cuentas en las redes sociales con el nombre 'iammadeleinemccann' ('Yo soy Madeleine McCann'), que subió infinidad de fotografías mostrando ciertas similitudes entre ella y Madeleine, y que dijo que la voz de Kate McCann le resultaba familiar, ahora la polaca señala que nunca afirmó ser ella. "No recuerdo la mayoría de mis recuerdos, pero puedo recordar algunas cosas y nunca dije que fuera Madeleine McCann".
Ella defiende que no lo dijo, sino que solo planteó la opción de serlo, algo que contradice todas sus anteriores declaraciones. Julia continúa el comunicado lanzado el pasado martes de 17 páginas explicando su versión de los hechos y recalcando que no es ni "mentirosa", ni "loca"; y que tampoco "busca fama o atención".
Así cuenta Julia su historia
"Fui abusada sexualmente en mi infancia por el pedófilo alemán Peter Ney. Me lo hizo muchas veces. Fue en mi dormitorio, en el dormitorio de los invitados de la casa de mi madre y en la sala de estar. El salón en casa de mi madre es abierto, y cuando alguien está en la cocina, que no tiene puertas, esta persona puede ver todo lo que pasa en el salón. Bueno, mi madre estuvo muchas veces en el salón cuando Peter Ney abusó de mí en el sofá y realmente no puedo creer que ella no viera nada. Estoy segura de que ella vio todo lo que me hizo. Esto destruyó toda mi vida".
Julia continúa explicando que su principal apoyo era su niñera, a la que llamaba "abuela". Sin embargo, esta murió cuando la joven tenía 14 años. "Fue el momento en que mi vida empezó a ser cada vez peor... e intenté suicidarme. Tomé una gran cantidad de medicamentos, unas 100 pastillas. Estaba sola en casa y nadie me ayudó. Tenía grandes esperanzas de morir".
La joven narra que empezó a desconfiar de todo el mundo. Que su vida era menos mala gracias a las terapias a las que acudía, pero que su madre "dejó de pagármelas". Y comenzó a preguntarse si su madre era realmente su verdadera madre. "Dime una cosa: si abusaran sexualmente de tu hijo, ¿permitirías que un monstruo pedófilo durmiera en tu casa después de enterarte de lo que esta persona le hizo a tu hijo? ¿Irías a la policía lo más rápido posible, o te quedarías en casa y te despedirías amablemente del abusador, e incluso le darías un gran abrazo? No creo que lo hicieras. Desde que me puse a pensar en todo lo que hizo mi madre, empecé a investigar sobre niños desaparecidos. Y entonces encontré la foto de Madeleine y traté de averiguar más sobre su secuestro".
Cuando Julia creía ser Madeleine McCann
Cuando Julia descubrió quién era Madeleine, y todo lo relacionado con su desaparición el 3 de mayo de 2007, "intenté contactar con muchas autoridades. Llamé y escribí a Scotland Yard, a la embajada polaca en Inglaterra y Portugal, a la embajada inglesa en Polonia, a la Interpol, a los investigadores de la Operación Grange (se creó para resolver el caso de Madeleine McCann). También llamé a Mark William Thomas, detective y periodista de investigación del Reino Unido que quería resolver este caso".
Sin embargo, afirma que no la hicieron el menor caso y que por eso la única salida que vio eran las redes sociales.
En su primera publicación en Instagram, escribió: "Tengo ojos parecidos, forma de cara, orejas, labios, tenía el espacio entre los dientes, les mando unas fotos mías que tengo. Y hablé con mi maestra del jardín de infancia y me dijo que allí me uní al último grupo, en septiembre de 2007 o más tarde. Necesito saber la verdad. Necesito una prueba de ADN y necesito hablar con los padres de Madeleine".
Julia y la "falsedad" de los resultados de ADN
Las contradicciones de Julia no tienen fin. Pese a que los resultados digan todo lo contrario, ella sigue creyendo que es Madeleine —aunque dijera que nunca había dicho ser ella—. "Sigo creyendo que existe la posibilidad de que yo sea Madeleine, y no os preocupéis, os diré por qué. Cuando me estaba haciendo la prueba de ADN en EE.UU, la compañía encargada era Ancestry. Fia Johansson no quería darme los resultados después de una semana que se los pedí. Cuando finalmente me dio acceso a mis resultados, me quedé sorprendida porque estaba en el sitio web de otra empresa. Díganme, por favor, ¿cómo es posible que mis resultados llegaran a la página web de una empresa de la competencia?".
Fia Johansson es una médium estadounidense y psicóloga que defendía a Julia antes de que los resultados de la prueba salieran negativos. "Los resultados de las pruebas demostraron que es 100% de corazón polaco, con una influencia insignificante de Lituania y Rusia. Los resultados de la prueba de ADN no mostraron ninguna conexión con raíces británicas o incluso alemanas", decía Johansson en su cuenta de Instagram.
De este modo, Julia sostiene que Fia la "maltrató" física y psicológicamente. "Me maltrató verbalmente muchas veces y físicamente. Una vez me empujó contra una pared después de que me autolesionara y me dijo que estaba loca y que necesitaba que me encerraran en un hospital. Fue entonces cuando me pregunté si era una psicóloga de verdad. También me quitó mi teléfono y cobró a la gente por mantener conversaciones de texto falsas conmigo. Durante este tiempo, cuando confié en ella y le pedí ayuda, me dijo que mi madre nunca me había querido y me gritó en la cara. Todo mientras yo estaba completamente aislada de cualquier persona del mundo".
Julia pide dinero para un psicólogo
Ahora, Julia afirma sufrir problemas de salud mental tras recibir los resultados de la prueba. Pide dinero y ayuda económica para costearse un psicólogo y un abogado.
La polaca lleva, por ahora, 676 euros en recaudación de fondos. "Mucha gente quiere saber cómo ayudar y me ha tendido la mano para hacerlo. Rechazaba ofertas y no quería aceptar dinero de la gente, pero muchas personas me escribieron y me dijeron que crear esto sería muy útil para mí y espero poder empezar a trabajar para ponerme en pie y poder tomar ciertas decisiones por mí misma. Puede que opte por contratar algún tipo de asesoramiento jurídico, que por supuesto es costoso. Todo ayuda y se agradece sinceramente".