El que fuera futbolista del Real Madrid y de la Selección española, Raúl González Blanco (39 años), puede cerrar 2016 como uno de sus peores años. Su futuro hoy es más incierto de lo que se prometía hace pocos meses. El aparente retiro tranquilo en Estados Unidos como Country Manager de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) se ha roto por la demanda de 9,32 millones (7,17 millones de euros de principal a los que se añaden otros 2,15 millones de intereses y costas). La orden de embargo ha sido decretada sobre Europa Scar Sport SL, su sociedad patrimonial, que tanto por su situación financiera como también sabedora de que sobre ella podía recaer una orden de embargo, lleva ya dos años en concurso de acreedores.
Pero el problema para Raúl, cuya fortuna gira en torno a los 60 millones, no sólo se limita ahora al tema civil y al embargo de esos más de 9 millones de euros que lleva en el Juzgado de Primera Instancia número 21 de Madrid, sino que pueden añadirse las actuaciones penales que por el mismo tema lleva el Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid y que, en breve, puede abrir juicio oral contra él. Una causa penal donde por los delitos societarios cometidos se podría llegar a pedir hasta 6 años de cárcel para el exfutbolista madrileño. Esa es la verdadera preocupación del excapitán: sentarse en el banquillo, no en el banquillo como suplente, sino en el banquillo de los juzgados.
El origen de los problemas económicos y judiciales de Raúl González data de 2008. El entonces aún jugador del Real Madrid acordó con el Grupo Aurantia, propiedad de la familia Naranjo (los dueños de Sufi SA, empresa vinculada con la trama Gürtel por la concesión de las basuras de Toledo), hacerse con una participación del 20% del capital de Cadmos Energías Renovables con el objetivo de construir una planta de Paneles Solares en el polígono Trocadero de Puerto Real (Cádiz). Para ello se constituyó ad hoc la empresa Gadir Solar, como filial cien por cien de Cadmos.
El negocio a primera vista parecía redondo y de poco riesgo. Se beneficiaba por un lado del boom de las energías alternativas, que el entonces Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero había impulsado gracias a un pago mayor por kilowatio de fuentes energéticas alternativas, ya fuera generado por la energía eólica o fotovoltaica.
Por otro lado, la empresa participada por Raúl González recibía a su vez cuantiosas subvenciones públicas directas por la Junta de Andalucía y del Estado a través del Plan Reindus (valoradas en unos 35 millones de euros). Con todo ello, se minimizaban las aportaciones de los socios, que fundamentalmente eran más que nada una garantía para conseguir un crédito bancario de la entidad Credit Suisse por otros 35 millones de euros. De hecho, los fondos propios de la empresa (capital y reservas) tan sólo alcanzaron 25 millones de euros en su momento de mayor bonanza.
Pero muy pronto la empresa mostró síntomas de debilidad. En 2010, el patriarca de la familia Naranjo dueña del Grupo Aurantia, Rafael Naranjo Anegón, conocido en los ambientes económicos como Naranjito, dejó la rienda de los negocios a sus hijos, entre ellos Gonzalo Naranjo Villalonga, significado en el sumario de la Gürtel como El niño del dinero.
Por aquellos años, la crisis ya empezaba a cebarse sobre la burbuja de las energías renovables, tanto eólicas, como especialmente fotovoltaicas. Así, Gadir Solar cerró 2011 con unas ventas de 3,4 millones de euros, pero con unas perdidas de 22,5 millones de euros. Siete veces más pérdidas que facturación.
Esta falta de ingresos llevó a que en ese mismo año la empresa entrara ya en concurso de acreedores y que en 2012 la fábrica Gadir Solar cerrara, dejando en la calle y sin empleo a 200 trabajadores, en una de las zonas de mayor paro de España, la bahía de Cádiz.
“Aquello fue una ruina. Hicimos muchas manifestaciones ante las puertas de la delegación de la Junta en Cádiz para que nos ayudaran. Pero no recolocaron a casi nadie. A Raúl no lo vimos nunca por allí. Nunca apareció”, afirman ex trabajadores de Gadir Solar a EL ESPAÑOL.
Los trabajadores también denunciaron un posible pelotazo inmobiliario con la venta del suelo. “Ellos compraron los terrenos por 3,6 millones de euros para luego venderlos por 13,5 millones, pero paralelamente los utilizaban para la actividad de la fábrica pagando un alquiler por su uso. Era una clara jugada de ingeniera financiera”, afirman.
Espoleada por la gran presión social existente, la Junta de Andalucía fue la primera que movió ficha. No hay que olvidar que muy cerca de Gadir Solar, Delphi, la fábrica de componentes automovilísticos, también cerraba y dejaba cientos de trabajadores a su vez en la calle.
Ante la imposibilidad de los dirigentes andaluces de recuperar el dinero aportado a la sociedad creada para la fábrica, Gadir Solar, la Junta fue directamente contra la cabecera del grupo de la familia Naranjo, Aurantia. Pero no sólo la Junta reclamaba, lo hacía también la entidad financiera acreedora, Credit Suisse. En este caso el banco suizo no sólo fue contra Aurantia, como la Junta de Andalucía, también se dirigió contra Raúl González Blanco, que se negó al pago y comenzó toda una serie de maniobras dilatorias.
En primer lugar, diciembre de 2011, el ex jugador del Real Madrid pidió la nulidad del pacto de los socios, amparándose en que no se ajustaba al plan de negocio. “Como se habían hecho modificaciones en cómo se ejecutaría el negocio, de las cuales no había estado informado Raúl, éste consideró que eran nulos todos los acuerdos establecidos e hizo valer su posición”, justifican personas próximas al jugador.
En segundo lugar, consideró que su responsabilidad era subsidiaria, es decir, que primero debía pagar la sociedad Cadmos, que había solicitado como tal el crédito a Credit Suisse, y si ésta no pagaba podrían ir entonces contra él. Raúl, además, acusó a la familia Naranjo de no haber informado a su empresa (la patrimonial Europa Scar Sport SL), con la que realizó el desembolso, sobre las refinanciaciones realizadas sobre dicho crédito.
Pero las alegaciones de Raúl no sirvieron para nada. El caso fue llevado a los tribunales por la familia Naranjo. Y, por ahora, Raúl ha perdido. El problema radica en que paralelamente a que se abría el frente judicial, el futbolista realizó diferentes actuaciones en defensa de su patrimonio para evitar las consecuencias económicas del mismo, vaciando Europa Scar Sport SL.
Por un lado, traspasó toda su actividad inmobiliaria, valorada en algo más de 20 millones de euros, a su sociedad Radlin Develops SL. Y, por otro, también escindió su negocio de derechos de imagen a Europa Scar Imagen SL, para posteriormente, una vez vaciada la sociedad, solicitar el concurso de acreedores de Europa Scar Sport SL.
De hecho, ahora se ampara precisamente en esta situación concursal de su empresa para no realizar el pago. Por eso, no se van a parar aquí los problemas de Raúl González Blanco, pues ahora comenzaran los penales, como ya se ha indicado anteriormente.
Raúl ha declarado que él nunca participó en la gestión de la entidad, ni asistió a ninguna reunión, ni intervino en el consejo de administración, pero para los juristas está clara su figura como accionista en Cadmos y, máxime, en su sociedad matriz, Europa Scar Sport SL, donde es el dueño y administrador de la empresa, aunque en ella figuren con un porcentaje insignificado su cuñado, Carlos Redondo Sanz, y su madre María Luisa Blanco, que es a su vez administradora solidaria.
Una larga carrera empresarial
El 24 de noviembre de 1995, apenas un año después de entrar en la primera plantilla del Real Madrid, Raúl fundaba ya su primera sociedad mercantil: “29 de Octubre SL”. Era un nombre buscado a conciencia. La denominación de la sociedad coincidía con el día en que debutaba en 1994 con la primera plantilla del Real Madrid, con tan sólo 17 años, en partido de Liga frente al Real Zaragoza y a las órdenes de Jorge Valdano.
El objeto de la sociedad, creada con un capital social mínimo de 3.000 euros, era “la compraventa de bienes inmuebles y su explotación mediante contratos de arrendamiento” y, además, “la coordinación y explotación de derechos de imagen». Pero, curiosamente, a nombre de esta entidad no figura ninguna propiedad.
Para constituir esta sociedad, Raúl, que se erigió como presidente, escogió como socia a su madre, María Luisa Blanco Sánchez, que desde ese día ya le acompañaría en otras varias aventuras empresariales como presunta testaferro.
También aparecían en escena el entrenador y representante José Fermín Gutiérrez y el abogado Angel Carlos Velasco. Pero esta empresa tuvo muy poco recorrido, el último año con actividad mercantil fue el 2000, un ejercicio en el que hasta el Registro Mercantil le devolvió las cuentas por “contener defectos subsanables”. En su balance no había ningún activo inmobiliario, a pesar de ser su objeto principal. Hoy la sociedad está extinguida.
Para su gran vehículo patrimonial es la ya famosa Europa Scar Sport SL, con el mismo capital social y el mismo objeto social que la anterior. Y creada el 27 de marzo de 1996. Es importante señalar que la sociedad no es considerada como unipersonal al tener Raúl el 99,98% de las acciones, mientras que su madre María Luisa Blanco tiene un 0,01% y su cuñado, Carlos Redondo Sanz, el hermano de su mujer Mamen, el 0,01% restante.
Raúl nombró primero como administrador único al mencionado José Fermín Gutiérrez, que fue cesado pocos meses después y cuyo cargo ocupó el propio jugador. Ese mismo día ya confirió poderes de nuevo a su madre, que iba tomando protagonismo en los negocios del futbolista.
El 13 de enero de 2004 daba ya otro importante paso en el aparente poder de su madre en los órganos de administración de sus negocios, pasando ésta a compartir la administración de la empresa Europa Scar Sport SL de forma solidaria. Actualmente, la propia María Luisa Blanco es la liquidadora de la sociedad, nombrada como tal el 16 de octubre de 2014.
Durante el funcionamiento de Europa Scar Sport SL, la empresa fue acumulando un variado patrimonio inmobiliario. En Santa Pola (Alicante), adquirió en octubre de 1997 un bungaló en planta triple ubicado en la Urbanización Gran Vista, con una superficie construida de 134 metros cuadrados, además de dos zonas ajardinadas, una trasera y otra delantera, de 22 metros cuadrados cada una.
En Madrid, se hizo con un piso de 118 metros cuadrados y una plaza de garaje en la calle Rafael Bergamín, dentro del Conjunto Residencial Torrecajal. Además, se hizo “por adjudicación judicial” con dos locales comerciales, uno de 219 metros cuadrados y otro de 113 metros cuadrados, en la calle Espoz y Mina de Madrid, en pleno centro de la capital.
También, en el municipio menorquín de Sant Lluis (Baleares) adquirió “una porción de terreno de secano” que mide 81 áreas y que incluye una vivienda unifamiliar de 287 metros cuadrados, 55 metros de pérgolas, huerto y una piscina de 46 metros cuadrados.
Raúl también adquirió un chalé unifamiliar de 315 metros cuadrados de superficie construido en la lujosa urbanización madrileña de Parque Conde de Orgaz, donde también vivieron los jugadores del Real Madrid Luis Figo o Zinedine Zidane. La mencionada vivienda se convirtió en domicilio particular del jugador madridista y su familia. Esta fue adquirida por un millón de euros. En su tiempo fue también el domicilio fiscal de sus empresas, hasta que fue sustituida por otra de sus adquisiciones, una vivienda de 171 metros cuadrados en la calle Valle de la Fuenfría, en la Urbanización madrileña de Mirasierra, con una superficie construida de 171 metros cuadrados.
Hoy en día no son muchas las sociedades de Raúl González Blanco activas en España. De ellas sobresale Europa Scar Imagen SL, donde aquí no aparece como administradora su madre, quizá para evitar problemas, pero sí su cuñado Carlos Redondo Sanz.
Fue creada el 15 de septiembre de 2011, cuando los problemas de Gadir Solar eran más que evidentes. Esta empresa de Raúl está dedicada a “las relaciones públicas y comunicación” y está domiciliada muy cerca de la sede del Partido Popular, en la calle Génova 23. La sociedad, con un capital social de 670.797 euros cerró el 2015 con un resultado negativo de 94.901 euros, pero con unos activos que superaban los 1,34 millones de euros.
La que sí ofrece una imagen más saneada es su otra sociedad patrimonial, Radlin Develops SL. Coincide con Europa Scar Imagen SL en el domicilio y administrador, de nuevo Carlos Redondo Sanz, pero su actividad es completamente distinta el “alquiler de bienes inmobiliarios por cuenta propia”. Fue creada también en el 2011 y tiene en su balance 11,74 millones de euros en activos que se concretan especialmente en 3,82 millones en inversiones inmobiliarias y, especialmente, 7,82 millones en inversiones financieras a largo plazo.
En el lado contrario, el de las obligaciones de pago, su situación está más que saneada. El patrimonio neto es de 11,29 millones de euros (capital y prima de emisión, aunque le resten 2,8 millones de pérdidas de ejercicios anteriores) con unas deudas que apenas alcanzan los 925.000 euros. Con todo ello, cerró el ejercicio 2015 con un beneficio récord de 2,19 millones, gracias a una venta extraordinaria de parte de sus activos inmobiliarios que realizó por valor de 6,56 millones de euros.
Un futuro incierto
Pero a pesar de estos datos, el futuro de Raúl no está nada claro. El jugador se retiró del fútbol activo en octubre de 2015, tras 21 años de carrera. Apenas dos meses más tarde, el 28 de diciembre de 2015, en un acto celebrado en Miami, en los estudios centrales de beIN Sports (filial de Al Jazeera y socia del productor Jaume Roures) con la presencia del presidente de la LFP, Javier Tebas, se oficializó la incorporación del ex futbolista al proyecto de expansión del fútbol español como encargado de dirigir la oficina situada en Nueva York. Fue en la ciudad de los rascacielos donde jugó sus últimos partidos como futbolista profesional. Hoy vive allí con su mujer, Mamen Redondo Sanz (más conocida como Mamen Sanz), y sus cinco hijos: Héctor, Jorge, Mateo, Hugo y María.
El futbolista madrileño, tras dejar el Real Madrid en 2010, se incorporó primero al Schalke 04 alemán, en el que militó durante dos campañas. Luego marchó a vivir a Qatar, donde jugó durante otros dos años en el equipo Al-Sadd. Y finalmente recayó en el Cosmos de Nueva York, un equipo apadrinado por el legendario ex futbolista brasileño Pelé, para jugar en la segunda división de fútbol en Estados Unidos, la North American Soccer League (NASL). Pero para él, la ciudad neoyorkina es sólo un destino temporal, ya que en el fondo pretende volver a su verdadera casa: el Real Madrid, donde le vieron marcar 228 goles en 550 partidos a lo largo de 16 temporadas.
Normalmente, el equipo de Florentino Pérez suele ser muy generoso con sus exjugadores. Ya lo fue con Rubén de la Red, dos veces, a pesar de las agrias palabras que dedicó el jugador tras no permitirle su vuelta a los terrenos de juegos por problemas médicos. Lo está siendo en lo deportivo con tres ex, que ocupan puestos de entrenador en el Castilla, Santiago Solari, o en dos de los equipos juveniles como Álvaro Benito o Guti.
También con Zidane, por supuesto, ya entrenador del primer equipo. Aunque el caso más llamativo es el de Roberto Carlos, que con una situación económica nada boyante le han reenganchado a la disciplina del club sin ninguna actividad específica (igual acude a un acto de peñas, que sale en Real Madrid TV o entrena con el Castilla), pero con un sueldo de unos 400.000 euros brutos anuales.
Pero el enfrentamiento entre Florentino Pérez y Raúl González es manifiesto. Florentino le ve como un rival para en su día alcanzar la poltrona blanca. Por eso, ahora, las puertas del Real Madrid están algo más que cerradas y el sentimiento de la directiva es muy negativo con el que fuese su capitán.
Dicen que todo viene con lo acontecido en septiembre pasado, cuando el jugador asistió a la inauguración de la sede del FC Barcelona en Nueva York y no dudó en fotografiarse con el archienemigo del madridismo, Hristo Stoichkov, y generó portadas en la prensa catalana como “Raúl ficha por el FC Barcelona”. El jugador, lejos de justificarse, acrecentó el enfado en la dirección del Real Madrid.
De momento, Raúl González Blanco tendrá que solventar el grave problema judicial del embargo de 9,3 millones de euros que puede materializarse en breve, aunque se ampare en la excusa tan utilizada por otros futbolistas, “el desconocimiento”, una argucia también utilizada en sus causas judiciales por los jugadores del F.C. Barcelona Lionel Messi o Neymar.
Así, Raúl sostuvo en su defensa que “se trata de una sociedad formada para su patrimonio con asesores, siendo él socio y administrador y firmando todos los contratos por confianza”.
Por ahora, el ex delantero y actual embajador de la Liga española en Estados Unidos dice afrontar "tranquilo" la orden de embargo, según declaró al programa El Larguero de la Cadena Ser, las únicas declaraciones que ha querido realizar ya que ni sus abogados quieren hablar.
De momento, éstos han presentado en su nombre un recurso ante el Juzgado de Primera Instancia número 21 de Madrid para frenar el citado embargo alegando que su empresa Europa Scar Sport SL ha solicitado concurso de acreedores, donde es precisamente su madre, doña Maria Luisa, la liquidadora de la sociedad.
Los controvertidos negocios de los futbolistas
Los grandes contratos de finales de los 80 y principalmente de los años 90 multiplicaron la vertiente de “hombres de negocio” de los futbolistas profesionales. Algo que no parará de crecer si tenemos en cuenta cómo las renovaciones salariales siguen siendo cada día más al alza, alimentadas por unos ingresos récord y negociaciones millonarias de los derechos televisivos. Al amparo de la negociación de sus derechos de imágenes los futbolistas han diversificado cada vez más sus negocios.
El negocio inmobiliario siempre ha sido su parte estrella. Uno de los primeros futbolistas-empresarios fue el hoy director de relaciones institucionales del Real Madrid, Emilio Butragueño, que apostó de forma importante por el ladrillo y los aparcamientos en zonas premium de Madrid.
Muchas veces, los negocios de los futbolistas confunden la compra inmobiliaria para negocio con otras para uso personal. Por ejemplo, David Beckham adquirió un chalé de lujo con playa particular en el complejo de islotes artificiales que el jeque Rashid Bin Saeed construyó frente a la costa de Dubai por más de dos millones de euros. Iker Casillas también gestionó, de la mano de sus padres en un principio, sus propiedades e inversiones inmobiliarias en Villaviciosa de Odón y Boadilla del Monte.
El jugador del F.C. Barcelona Lionel Messi es otro que apuesta claramente por el ladrillo, tanto en España como en Argentina. Su empresa Limecu 2010 S.A. se dedica a la compra, arrendamiento y venta de terrenos y viviendas, primero en España y luego dando el salto a su país natal. En su día invirtió en la torre Aqualina, un impresionante edificio de 125 metros de altura y 40 plantas de apartamentos –varios son de su propiedad– situado en el centro de Rosario y que fue inaugurado en el año 2009, pero también en un complejo residencial Azahares del Paraná, en Fighiera, a orillas del río Paraná.
Su eterno rival, Cristiano Ronaldo, está apostando fuertemente por los hoteles con la marca Pestana CR7. Su segundo hotel de cuatro estrellas, en Lisboa, inaugurado en septiembre con una inversión de 15 millones de euros, tiene 82 habitaciones y una suite, y está situado en plena Baixa lisboeta, en el centro histórico de la capital lusa. Prevé la apertura de otros dos el próximo año, en Madrid y Nueva York.
La hostelería ha sido otro clásico de los futbolistas. Rakitic en su etapa en el Sevilla tuvo restaurante/cafetería en el barrio de Los Bermejales, junto a su mujer, Raquel Mauri, la hermana de ésta y su cuñado. El internacional brasileño Ronaldinho abrió una discoteca, frente a su casa, que dicen que quiso unir por un túnel que no le fue permitido.
Messi también ha apostado fuerte por la hostelería y junto su hermano Rodrigo y con la familia Iglesias, unos prestigiosos empresarios de la restauración, ha apostado por un espacio de 1.000 metros cuadrados con jardín incluido en el número 86 de la calle Enric Granados de Barcelona que reproducirá de forma abstracta un pueblo antiguo con varios locales, cada uno con una decoración y un estilo de cocina diferente.
Por la diversificación apuestan otros, como Gerard Piqué. Uno de sus negocios más conocidos es Kerad Games, la empresa de videojuegos que fundó en 2011 y en la que lleva invertidos más de 2 millones de euros. Kerad Games emplea a una treintena de personas y ha desarrollado y comercializado su primer juego, Golden Manager, un simulador en el que el objetivo es crear y dirigir un club de fútbol.
La empresa está ubicada en la localidad barcelonesa de Sant Joan Despí y en sus dos primeros años de funcionamiento ha ingresado en torno a los 400.000 euros en total. Piqué es el socio mayoritario con cerca del 80% del capital social. El jugador del F.C. Barcelona también adquirió una participación del 27% en una empresa cárnica catalana, Bas Alimentària, radicada en la Vall d’en Bas, y que se dedica a la producción y comercialización de hamburguesas elaboradas con carne de ternera sin aditivos bajo la marca Natrus.
Peor le fue a su gran rival en las redes sociales, el madridista Álvaro Arbeloa, que apostó, entre otros negocios por una agencia de viajes privados por Internet que sólo tardó 2 años en echar el cierre.
Por su parte, el internacional brasileño Neymar busca potenciar al máximo la gestión de sus derechos de imagen que lleva haciendo desde que era adolescente a través de NR Sports, siempre liderada por su padre y que se dedica sobre todo a gestionar sus innumerables contratos publicitarios. La empresa se ha diversificado y pretende aprovechar su experiencia acumulada para ofrecer sus servicios a otros deportistas o artistas.
Un caso extraño es el del ex jugador del F.C. Barcelona, el internacional chileno Alexis Sánchez, que ha hecho buenos negocios con la inversión en bolsa. Como dueño de parte de sus derechos de traspaso, aprovechó lo que recibió por el traspaso del Udinese al FC Barcelona para comprar bonos basura de empresas en liquidación, acciones y renta fija internacional de alto rendimiento (High Yield), obteniendo importantes beneficios. Todo lo contrario que su compatriota Arturo Vidal, que se gastó buena parte de sus ingresos en coches de lujo, principalmente un Lamborghini Gallardo.
Las bodegas son otro de los negocios de moda de los futbolistas. Los ex jugadores del Real Madrid Michel, Martín Vázquez, Aitor Karanka, Emilio Butragueño y el impulsor, Manolo Sanchís, invirtieron en la bodega Casalobos situada en Picón (Ciudad Real).
También la bodega Cepa 21, perteneciente al grupo Emilio Moro, cuenta con algunos de los nombrados anteriormente. Pero el más famoso bodeguero futbolista es Andrés Iniesta con la bodega que instaló en su pueblo natal de Fuentealbilla en Albacete, continuando la idea impulsada por su padre en los noventa tras adquirir un terreno de diez hectáreas y plantar viñas.
Hoy ocupa 120 hectáreas y produce el vino Bodegas Iniesta desde el 2010. Además, en 2013 amplió sus negocios con el aceite a través de la marca Corazón Loco Oleo, un aceite virgen extra de la variedad arbequina.
El centrocampista también es administrador de la empresa Maresyterey SL, ubicada en que se dedica a actividades tan dispares como la gestión de sus derechos de imagen y la explotación agrícola, forestal y ganadera de terrenos, así como accionista de referencia del equipo de fútbol de su tierra, el Albacete Balompié.