La casta de los Méndez de Vigo: una familia tocando poder en España 200 años
Íñigo es el ministro de Educación y portavoz del Gobierno; sus hermanos, una número 2 del CNI y otro en Defensa. Pero antes hubo muchos más: emparentados con la Corona, próximos a Franco, incluso cuentan con un enemigo dentro de los Borbones actuales.
20 noviembre, 2016 02:48Noticias relacionadas
Pleno Centro de Madrid, 12.45 horas. Iglesia de San Antonio de los Alemanes, patrimonio de la Real Hermandad del Refugio, comedor de los pobres. Allí, en uno de los primeros bancos de esta parroquia del siglo XVII, ejemplo claro del barroco madrileño, edificada como complemento del Hospital de los Portugueses, fundado por el rey Felipe III, escucha fielmente misa los domingos otro ilustre noble, el actual ministro de Educación, Cultura y Deporte y portavoz del Gobierno de España desde el 4 de noviembre de 2016, Íñigo Méndez de Vigo y Montojo (60 años), IX barón de Claret por derecho propio desde 1980.
Vestido con su habitual tono sobrio, aunque en ocasiones hace algún guiño en su vestimenta en búsqueda de una ansiada juventud, este jurista y político español acude, junto a su mujer, la aristócrata María Pérez de Herrasti y Urquijo (57 años), y la hija de ambos, la pequeña Inés (15 años), a participar activamente en las lecturas eclesiales y a oír el sermón de su buen amigo el sacerdote jesuita Javier Repullés, fundador de la Fundación Pan y Peces, creada con el objetivo de ayudar a cientos de familias que pasan hambre.
Méndez de Vigo es una de las personalidades que más ha apoyado esta iniciativa del padre Repullés. Por ejemplo, apadrinó la presentación de su libro Recetas con Corazón, en el que colaboraron desinteresadamente nombres del mundo de la gastronomía, la cultura, el espectáculo, el deporte y la comunicación.
En la Fundación Pan y Peces coincide con otros políticos como la ex presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quien concedió hace seis años al padre jesuita la Encomienda de la Orden del 2 de Mayo por una vida volcada a la ayuda de aquellos que más lo necesitan.
Nacido en Tetuán, entonces parte del protectorado de España en Marruecos, se licenció tres años después de morir el general Franco como licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid.
Ya en 1981, en plena transición democrática con la UCD, se convirtió en letrado de las Cortes Generales, una plaza que hoy tiene en excedencia y que, por el carácter afable habitual en el ministro, le granjeó gran amistad con destacadas figuras de todas las ideologías políticas en el Congreso, tanto de derecha como de izquierda.
De hecho, en su boda con María Pérez de Herrasti, celebrada en 1985 con todo boato en la capilla de la Finca Las Jarillas (la misma en la que se casó por segunda vez el expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa, casi tres décadas después), asistieron como testigos del novio Gregorio Peces-Barba, Marcelino Oreja -su padrino político- y José María Ruiz-Gallardón, entre otros.
Precisamente, con su padrino y mentor Marcelino Oreja se labró su carrera en Europa. Fue al ocupar Oreja en 1984 el cargo de secretario general del Consejo de Europa cuando Méndez de Vigo pasó a ser durante cinco años su consejero especial, para posteriormente situarse como diputado al Parlamento Europeo por el PP entre 1992 y 2011.
Pero las importantes y poderosas conexiones de Iñigo Méndez de Vigo y Montojo van más allá de la política. Es barón de Claret, un título que procede de la familia de su abuela Carmen de Icaza. Sus padres fueron Iñigo Méndez de Vigo y del Arco, fallecido en 1982, y Paloma Montojo y de Icaza, condesa de Areny. Por parte de su padre desciende de la reina gobernadora María Cristina de Borbón, cuarta esposa de Fernando VII, y madre de la reina Isabel II, lo que le emparenta directamente con la Familia Real.
El honor del rey
La que fue reina regente de España entre 1833 y 1840, tuvo 8 hijos de su segundo matrimonio con el duque de Riansares, siendo la quinta de ellas, María Cristina Muñoz y de Borbón, marquesa de la Isabela, la que emparenta directamente con la saga del ministro. Un Méndez de Vigo, Santiago, ministro de la guerra, consiguió liberar a la reina regente y a su hija, Isabel II, de los sargentos amotinados en la Granja, acción conocida como la sargentada, sucedida el 8 de junio de 1836.
Los Méndez de Vigo conforman una familia amplísima, no especialmente rica, pero si muy bien emparentada con la nobleza y plagada de influencias, contactos y todo tipo vicisitudes. Su bisabuelo y abuelo fueron ya diputados en Cortes. El más famoso de ambos fue este último, Manuel Méndez de Vigo y Bernaldo de Quirós, que fue nombrado gentilhombre por Alfonso XIII en pago a que abofeteó en el hemiciclo a alguien que osó insultar al Rey.
Es curioso compararlo con lo sucedido este jueves en la apertura solemne de la XII Legislatura donde Felipe VI, bisnieto de Alfonso XIII, fue ignorado por los representantes de Podemos ante un silencioso Méndez de Vigo, ministro y diputado por Palencia, presente en el hemiciclo y nieto del que en su día defendió el honor del monarca.
Pero la relación con la monarquía de los Méndez de Vigo no es del todo perfecta, ni armoniosa. El origen de la rama más crítica radica en la liderada por su bisabuela, Ana Germana Bernaldo de Quirós, marquesa de Atarfe, nieta de la reina María Cristina. Ana Germana se casó dos veces. Fue de su segundo matrimonio con Manuel Méndez de Vigo y Méndez de Vigo cuando surge la línea de parentesco con el actual ministro de Cultura y Educación.
Siempre se rumoreó que el hijo de su primer matrimonio, Manfredo Luis de Borbón y Bernaldo de Quirós, duque de Hernani, con una riquísima colección de arte, de las mejores de España, era en realidad hijo de Manuel Méndez de Vigo, según relata el especialista en Casas Reales Ricardo Mateos en su libro Nobleza obliga.
“Doña Ana Germana, que siempre fue famosa por sus devaneos amorosos, entró en relación con el que luego sería su segundo esposo, don Manuel Méndez de Vigo. Sin embargo, un segundo embarazo de la duquesa la obligó a ir a Argel, donde vivía su esposo, para dar a luz allí, aunque a decir de algunos de sus parientes, hacía casi dos años que los esposos no se veían. Sobre Manfredo, siempre se cernió la duda de la ilegitimidad, aunque fue en todo punto aceptado como hijo por don Luis Jesús de Borbón y, por tanto, riquísimo heredero”.
El “tío Manfredo”, como le conocían los Méndez de Vigo, estuvo casado dos veces, pero nunca tuvo descendencia, por lo que todos en la familia creían que terminaría recayendo en su sobrino Francisco Javier Méndez de Vigo y del Arco, a su vez tío del ministro, a quien ya en 1969 “Manfredo” traspasó uno de los tres títulos nobiliarios que llegó a ostentar, el de Marqués de Atarfe.
Desgraciadamente para él, al final no fue así. Por Real Decreto el título nobiliario acabó en poder de la infanta Margarita, hermana del rey Don Juan Carlos. Una decisión luego sancionada por el Tribunal Supremo y nunca aceptada por los herederos. Tanto que el tío del ministro, cercano a ideas ultraderechistas, acabó marchándose a Portugal y su hijo, un primo del ministro, Luis Méndez de Vigo, abanderó una lucha fratricida llena de reclamaciones y “locuras” como así la denominan muchos miembros de la nobleza.
Luis Méndez de Vigo llegó a ser condenado a 2.190 euros de multa (se pidió incluso dos años de cárcel), por injurias al Rey. Llegó, incluso, a crear una página web, que fue obligado a cerrar por orden judicial, llamada roboreal.com, en la que se relataba una supuesta conspiración de la familia real española y diversos funcionarios públicos que elaboraron un plan para apoderarse a la muerte del duque de la colección pictórica, valorada en 1.000 millones de euros, y vender una parte para disponer de un importante capital en el extranjero.
La azarosa vida de los Icaza
Pero el ministro Méndez de Vigo también tiene una ascendencia social más que importante por el lado materno. Su madre, Paloma Montojo y de Icaza, desciende de los Icaza, una familia mexicana muy importante. Heredó de sus antepasados un gran gusto por la faceta intelectual que le llevó incluso a pasar por la universidad cuando enviudó. Algo normal si tenemos en cuenta que la abuela del ministro, María del Carmen Icaza, fue una afamada escritora en la España de la posguerra, incluso se la nombró como la más leída en 1945.
Hija del poeta y embajador mexicano Francisco de Asís Icaza, empezó a colaborar con periódicos cuando la situación económica de la familia empeoró de forma drástica en los años 30. Bajo el mandato del general Franco fue secretaria general de la Dirección General de Propaganda y gran colaboradora de Cruz Roja. Como premio a su labor altruista recibió el título de baronesa de Claret, un rango de la nobleza que ahora ostenta el actual ministro de Cultura y portavoz del Gobierno.
Hermana de ésta es la tía abuela del ministro, Sonsoles de Icaza y de León, esposa del marqués de Llanzol y amante de Ramón Serrano Suñer, seis veces ministro de los primeros gobiernos franquistas y conocido popularmente como el Cuñadísimo, ya que era cuñado de Carmen Polo, mujer de Francisco Franco.
De ahí que Méndez de Vigo sea sobrino en segundo grado de Carmen Díez de Rivera y de Icaza, la denominada musa de la transición, hija natural de Sonsoles de Icaza y Ramón Serrano Suñer, y que fue jefa de gabinete de Adolfo Suárez. Años más tarde, Carmen Díez de Rivera coincidió con su sobrino Íñigo Méndez de Vigo en la cámara de Estrasburgo, ya que fue eurodiputada por el PSOE entre 1994 y 1999.
La relación entre ambos personajes políticos se afianza aún más, ya que fue la propia abuela del ministro, Carmen de Icaza, que a la sazón era tía y madrina de Carmen Díez de Rivera, quien le revelaría a ésta que su padre era en verdad Ramón Serrano Suñer, ante la intención de Carmen Díez de Rivera de casarse con un hijo de éste (Ramón Serrano Suñer Polo), que en definitiva era su hermano.
El vínculo familiar de los Méndez de Vigo con los Franco quedó además más que claro en la boda de los padres del ministro, oficiada por el obispo de Huelva en la iglesia madrileña de San Jerónimo El Real, dónde firmó como testigo el propio Ramón Serrano Suñer, aunque la invitada estrella de la boda fue la todopoderosa Carmen Polo junto al líder falangista Raimundo Fernández Cuesta, 16 años ministro con Franco del Movimiento, Justicia y Agricultura.
La hermana, número dos del CNI
De este matrimonio nacieron tres hijos, dos varones y una fémina. El mayor de ellos es el ministro Íñigo Méndez de Vigo y Montojo. Dos años después llegaría su hermana Beatriz (58 años), también igual que su hermano licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, quien ha forjado toda su carrera dentro del actual Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Fue en 1983 cuando ingresó en el entonces denominado Centro Superior de Información de la Defensa (CESID). Tenía sólo 25 años y su padre, un militar que acabó con el rango de Teniente Coronel, había fallecido prematuramente el año anterior con tan sólo 59 años.
El primer puesto de Beatriz Méndez de Vigo fue como analista en la División de Inteligencia Exterior. En su llegada al servicio de Inteligencia español tuvo mucho que ver el general Emilio Alonso Manglano, que llevaba ya dos años en el cargo como director del CESID, y que era muy amigo de su padre.
Manglano había iniciado una purga y renovación en los servicios secretos tras lo sucedido sólo 24 meses antes con el intento de Golpe de Estado del 23-F y en esta “democratización” de la institución era importante la entrada de mujeres. Por ello, la entrada de Beatriz Méndez de Vigo coincidió con la de otras jóvenes espías, pero en el caso de la hermana del ministro estaba avalada por ser hija de quién era.
Su carrera no fue tan meteórica como la de otras compañeras que entraron en Inteligencia junto a ella, pero sí con paso firme. De hecho fue ascendiendo muy despacio y en cargos menores. Trabajó en el Área de Relaciones con Servicios de Inteligencia de Europa, cuya jefatura también desempeñó.
En 2012 fue nombrada jefa del Departamento de Relaciones con Servicios de Inteligencia y, más tarde, ocupó otros cargos en la División de Contrainteligencia del CNI. Desde 2011 era representante del CNI ante los servicios de Inteligencia de la República Federal de Alemania, hasta que en 2012 logró ocupar la secretaría general, es decir, la número 2 del espionaje, que la deja en línea directa para poder ser sucesora al frente del CNI del general Félix Sanz Roldán.
Le avala su excelente relación con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, su interlocutora con el Partido Popular incluso antes de la llegada de Mariano Rajoy al Gobierno. De hecho, que Soraya controle el CNI se explica mucho mejor al analizar esta sintonía entre ambas mujeres.
Por su parte, el hermano pequeño del ministro es Pedro Alfonso Méndez de Vigo (56 años), casado con Paz Puig de la Bellacasa, hija de José Joaquín Puig de la Bellacasa que fue durante años secretario general de la Casa del Rey Juan Carlos. Pedro Alfonso ha seguido los pasos de su padre, es militar. En concreto, coronel de caballería del Ejército de Tierra y desde el año pasado director del gabinete técnico del Secretario de Estado de Defensa.
Pedro Méndez de Vigo ha sido, entre otros cargos dentro del Ejército, jefe del Área de Análisis Geopolítico de la División de Coordinación y Estudios de Seguridad y Defensa, y jefe de la misión española en Somalia en 2011. Diplomado de Estado Mayor en España y en Alemania (Führungsakademie) y máster en Relaciones Internacionales por el Instituto Ortega y Gasset, ejerce también como profesor del Máster de Relaciones Institucionales en la Universidad San Pablo-CEU de Madrid.
La suegra, de Fraga
Al margen de los lazos nobles de su rama familiar, el ministro Méndez de Vigo también une a su figura los poderosos vínculos familiares de su esposa, María Pérez de Herrasti y Urquijo, hija del conde de Padul, José María de Urquijo y Landecho, consejero del Banco Urquijo y del Banco Hispanoamericano y presidente de Energía e Industrias Aragonesas. María es a su vez nieta de los marqueses de Bolarque (de la rama Urquijo) e hija de Begoña Urquijo y Álvarez de Eulate, una persona vinculada en su día con Alianza Popular y con su líder, el gallego Manuel Fraga.
La que fue suegra del ministro (falleció en el año 2007) estuvo muy implicada en el respaldo que proporcionó toda su familia a la figura de Manuel Fraga. Begoña Urquijo formó primero parte del comité local de Alianza Popular en Madrid y después del Comité Ejecutivo Nacional como tesorera nacional, aunque el tesorero de hecho era José María Merino Luengo.
La suegra de Méndez de Vigo llegó a ser vicepresidenta nacional de AP, siendo una de los artífices del traslado del partido conservador a su actual sede en el número 13 de la calle Génova de Madrid. Fue estando al frente de AP Antonio Hernández Mancha cuando se integró en el comité de Conflictos y Disciplina del partido, donde tuvo que lidiar con el feo asunto de Juan de Arespacochaga.
El que fue alcalde de Madrid entre 1976 y 1978, realizó unas declaraciones en Chile a favor de la permanencia en el poder del dictador Augusto Pinochet que le valieron duras críticas y la apertura de un expediente en Alianza Popular. A Begoña Urquijo le pudo más el hecho de que el senador fuera antiguo amigo de la familia Urquijo que sus propios ideales políticos, por lo que se abstuvo y fue criticada por ello. Abandonó la política activa después de que Fraga, tras liderar la refundación de AP en el Partido Popular, cediera la presidencia a José María Aznar.
Pero también el cuñado del ministro, Iñigo Pérez de Herraste, ha tenido problemas con la política y la Justicia. Considerado como la oveja negra de la familia, es un conocido ultraderechista que tuvo su última aparición pública hace sólo tres años en el asalto a la librería y centro cultural catalán Blanquerna, en Madrid, en cuyo juicio celebrado este año fueron condenados 14 de los 15 acusados a penas inferiores a un año.
Entre los miembros de colectivos y partidos de ultraderecha detenidos en el asalto figuraba Iñigo Pérez de Herrasti, dirigente de Alianza Nacional, que cuenta con un amplio historial delictivo que le ha llevado a permanecer en prisión durante varios años.
Ya en el año 2000, Pérez de Herrasti fue detenido junto a otras tres personas en posesión de material explosivo y armas (una pistola automática y dos semiautomáticas), con las que pretendían atentar en Madrid contra familiares de presos de ETA que se desplazaran a la capital a visitar a los reclusos.
Por aquellos hechos, el militante ultraderechista fue condenado a 14 años de prisión. En 2007, Pérez de Herrasti inició, junto al miembro de Alianza Nacional Pedro Pablo Peña, una huelga de hambre contra lo que consideraba trato de favor hacia los presos de ETA y la "claudicación" ante la banda terrorista del Gobierno de Zapatero.
Mucho más lejano es el vínculo de María Pérez de Herrasti con el anterior ministro de Defensa, Pedro Morenés, su primo segundo. Su abuela por parte materna, María Asunción Eulate y de la Mata, era hermana de Joaquín de Eulate, abuelo de Pedro Morenés Álvarez de Eulate.
El exministro y el actual portavoz del Gobierno coinciden en tener un árbol genealógico amplio, lleno de títulos y conexiones, pero mientras el anterior titular de Defensa ha compaginado su carrera profesional intercalando sus puestos ministeriales con la empresa privada, especialmente en las áreas de armamento y seguridad, Iñigo Méndez de Vigo lleva más tres décadas dedicándose al sector público y, esporádicamente, a la docencia.
Desde que los Méndez de Vigo dieron su salto a la política nacional hace más de dos siglos desde la localidad de Navia (Asturias), donde se habían afincado en un lugar llamado Vigo, siempre ha habido algún miembro de la familia cerca del poder establecido.
El primer miembro relevante fue Santiago Joaquín Méndez de Vigo, héroe de la guerra de la Independencia con el regimiento de infantería Covadonga y posteriormente ascendido por méritos militares a general en las Guerras Carlistas y ministro de la Guerra en 1836.
Santiago, además de ministro, fue senador vitalicio. Su hijo, Felipe Méndez de Vigo, el tatarabuelo del actual ministro, diplomático y senador. Su bisabuelo, Manuel Méndez de Vigo, gobernador civil de Guipúzcoa, diputado a Cortes y Caballero Gran Cruz de la Orden de Carlos III. Su abuelo, nacido en Francia, compaginó las dos grandes vertientes de los Méndez de Vigo, oficial de Infantería y diputado en las Cortes. Su padre, Íñigo Méndez de Vigo, fue un militar africanista con una excelente carrera castrense siempre cercana al poder. Y, por último, Íñigo, que tras dos décadas en Europa se ha convertido hoy en la cara visible del Gobierno.