El guion se cumplió: Ricky Gervais apareció con su cerveza, despotricando y pensando en Sean Penn: “Vaya chivato”. Ya saben, lo del Chapo. Y siguió la tormenta (más corto de lo normal) de tacos con curas pedófilos (“A Roman Polanski le encantó la película Spotlight”), NBC, machismo galopante de Hollywood y la inutilidad de estos premios. Más adelante el actor y presentador sube la apuesta al presentar al protagonista de The Martian: “Con todos ustedes la única persona a la que no ha sido infiel Ben Affleck”. Por supuesto, Donald Trump también recibió lo suyo: “Eva Longoria y America Ferrera son el tipo de personas que su futuro presidente, Donald Trump, quiere deportar”.
Pero por una vez, y sin que sirva de precedente, Gervais perdió por K.O. ¿ante quién? Sí, Lady Gaga. El teatro se viene abajo -vean la mirada de Leonardo DiCaprio- y ella sube a por su estatuilla como Mejor actriz de miniserie. La otra estrella que oculta a Ricky es Rocky, claro, Sylvester Stallone, renacido con el mismo papel de siempre y reconocido por su papel en Creed, 39 años más tarde de su premio como púgil. Ni siquiera el encontronazo con Mel Gibson pudo igualar estos dos momentazos. Gibson se la devolvió bien: “Me encanta ver a Ricky cada tres años porque me recuerda que tengo que hacerme una colonoscopia”.
La noche arranca con el premio a Kate Winslet por Steve Jobs, como Mejor Actriz de reparto. No fue el único Globo de Oro que se llevó la película: Aaron Sorkin se llevó el Mejor guion, superando a Thomas McCarthy y Josh Singer, (Spotlight), Quentin Tarantino, The Hateful Eight, Emma Donoghue (La habitación) y Adam McKay y Charles Randolph (La gran apuesta).
El Mejor director del año es Alejandro Iñárritu por El renacido. También es un pequeño agradecimiento a la interpretación de Leonardo DiCaprio. Los Globos se encargaron de señalarlo como Mejor actor por delante de Bryan Cranston, Michael Fassbender, Will Smith y Eddie Redmayne. Pero es que Iñárritu todavía tenía otra sorpresa más: Mejor película. Difícil ver un hat trick tan contundente como éste. De alguna manera es un reconocimiento al premio que no se llevó con Birdman aquí el año pasado y que sí logró con los Oscar.
Sylvester Stallone volvió a subir al escenario a recoger su Globo de Oro gracias a su papel en Creed aunque explicó que Rocky es su mejor amigo imaginario. Quizá por eso lo interpreta una y otra vez, quizá por eso vuelve a recogerlo por este pastiche. Espectacular, un clásico.
Jennifer Lawrence, Mejor actriz de comedia por Joy, una historia de superación inspirada en la historia de la reina de la teletienda y dirigida por David O. Russell. “Jennifer Lawrence es una bestia parda. Es buenísima. Tiene un carisma, una fuerza y un vozarrón fuera de lo normal”, escribió Desirée de Fez en este periódico sobre la interpretación de Lawrence en la película.
Y Matt Damon, por su papel en The Martian, Mejor actor de comedia deja en la cuneta a Al Pacino, Christian Bale, Steve Carell y Mark Ruffalo. No hay duda de que era uno de los galardones más cantados. Es su primer Globo de Oro como actor (antes tuvo otro como guionista por El indomable Will Hunting). Ridley Scott puso la guinda a la jornada marciana gracias al premio a la cinta como Mejor comedia... Una comedia, claro: “No, no es una comedia. Es un musical”, bromeó a la salida Matt Damon. Una seria película de ciencia ficción; una gala inverosímil lo mires como lo mires.
Brie Larson, Mejor actriz por La habitación. Sin duda alguna, la candidata tapada y rodeada por las Carol: Cate Blanchett y Rooney Mara. Mucho menos arriesgado y previsible el Globo de Oro a Inside Out como Mejor película de animación. Nada que ver, por su universo asfixiante y su maestría, Hijo de Saúl -sobre el Holocausto nazi- es premiada con Mejor película de habla no inglesa.
Tarantino sube a por el premio a la Mejor banda sonora de Los odiosos ocho, en nombre de Ennio Morricone (tercer Globo de Oro para el compositor italiano), que reivindica la película a pesar de que la cinta ni siquiera está nominada a mejor drama. “Prefiero a Morricone antes que Schubert”, dijo.
Globos Gaga
La noche en las series empieza con sorpresas: Maura Tierney, Mejor actriz de reparto en televisión, por The Affair; y Rachel Bloom, Mejor actriz de comedia de serie, por Crazy Ex-Girlfriend. Siguió Mozart in The Jungle, premiada como Mejor serie de comedia. Gael García Bernal corona a la serie con su Globo de Oro como Mejor actor de comedia, confirmando la producción como una de las sorpresas de la gala. Su primera nominación toca oro gracias a un director de orquesta brasileño, histriónico, desquiciado y muy, muy divertido. La mejor serie es Mr. Robot, vence a Empire, Juego de tronos, Narcos y Outlander.
Sin embargo, la protagonista de la noche fue Lady Gaga, premiada como Mejor actriz de miniserie (American Horror Story: Hotel). El debate está abierto. Parecía que con la nominación bastaba, pero la broma se llevó por delante a actrices como Sarah Hay (Flesh & Bone), Felicity Huffman (American Crime), Queen Layifah (Bessie) y -la espectacular- Kristen Dunst (Fargo).
Taraji P. Henson ha sido premiada como Mejor actriz de serie por Empire. El carisma añejo de Christian Slater asoma para quedarse con el Mejor actor de reparto de serie por Mr. Robot (después de fracasar en otras cuatro: My Worst Best Enemy, Sin Identificar, Breaking In y Mind Games). La fuerza despierta y Oscar Isaac se lleva a casa el Mejor actor de miniserie por Show Me A Hero. El premio más aplaudido fue el de Mejor actor: Jon Hamm por Mad Men, una serie con una de las mejores bandas sonoras que Hamm se encargó de recordar.