Jueves 3 de diciembre. Ocho de la tarde. La noticia corría como la pólvora por redes sociales y por los grupos de whatsapp: HBO Max dinamitaba el mercado y anunciaba que todas sus películas estarían a la vez en salas de cine y en su plataforma durante un mes. Después, desaparecerían y seguirían su curso por los cines tradicionales. Una práctica que habían anunciado para la inminente Wonder Woman por la crisis del coronavirus. El anuncio -supuestamente será solo por un año- fue un seísmo en el mundo de las plataformas, donde cada pequeño movimiento es analizado por la competencia feroz.
En un mercado en el que Netflix sigue sin tener rival, Disney ya había dado las primeras muestras de que había que cambiar algo si querían alterar el orden establecido. Lo hizo con el estreno de Mulán y próximamente Soul -su nuevo estreno de Pixar- directamente en su plataforma de streaming Disney+. Una decisión con la que querían aprovechar el alto consumo de la gente en sus casas estos meses, dar salida a catálogo que no tendría hueco más adelante, y además intentar acercarse al liderazgo a base de contenido propio.
El golpe en la mesa de HBO Max es grande. No son peliculitas de cuatro duros. Hablamos de Dune, Matrix 4 y Godzilla Vs King Kong -un título que dicen las malas lenguas que Netflix quiso comprar por una millonada-. Pero, ¿qué supone realmente este movimiento? Lo primero que hay que hacer es explicar qué es HBO Max. En 2018 WarnerMedia -que también pertenece al grupo AT&T- anunció que quería una plataforma propia de contenido en streaming para su contenido y con la que producir originales. Para comenzar la andadura decidieron aprovechar el nombre de la marca HBO, también de su propiedad. Todo el contenido de HBO estaría dentro de la nueva plataforma.
El lío ha venido desde fuera de EEUU. Aquí HBO es ya una plataforma de contenido por sí sola, y nadie sabía qué iba a ocurrir con HBO Max… hasta ayer. Fue un día de anuncios, ya que Andy Forssell, máximo responsable de HBO Max Global, también anunció que los servicios de streaming de HBO disponibles en Europa empezarán a actualizarse a HBO Max en la segunda mitad de 2021. Un día los usuarios se levantarán y su HBO se habrá convertido en HBO Max. Por tanto, eso no debería afectar a los estrenos de esos filmes en el resto de territorios, pero nadie sabe a ciencia cierta lo que pasará.
La pregunta que todos se hacen es, ¿afectará este terremoto a Netflix?, ¿logrará HBO Max -que hasta ahora tiene 28,7 millones de usuarios en EEUU- liderar las plataformas en el futuro próximo? Para responder a todo eso nadie mejor que Elena Neira, licenciada en Derecho y Comunicación Audiovisual y especialista en nuevos modelos de distribución audiovisual, que este mismo año parecía prever el futuro y publicaba su libro Streaming Wars (Cúpula Editorial). Para ella lo que ocurrió esta semana es que la plataforma de Warner ha subido “a primera liga” y apuesta a que la competencia está reunida ahora mismo analizando su paso de defensa en esta guerra.
El movimiento que hemos visto es un indicativo de que HBO Max es el futuro de la compañía, pero también de que van a por Disney y a por Netflix
Tiene claro que esto es un embiste al estatus quo y que lo que quieren es intentar competir un liderazgo que parecía inamovible. “Sin duda. El problema de HBO Max, que al final nació con un objetivo muy claro derivado del cambio de filosofía de la nueva propiedad, y era llevar a la plataforma al modelo de streaming del siglo XXI y superar esos antecedentes del canal de cable premium. Pero el debut, por muchos factores, no fue todo lo bueno que esperaban, y principalmente fue por falta de contenido. Ellos tenían mucho catálogo, pero no contenido nuevo. Así que, que decidas coger todo tu ‘slate’ de programación, con títulos anticipados, y que puedas usar ese contenido como palanca para impulsar altes, es un indicativo de que HBO Max es el futuro de la compañía, pero también de que van a por ellos, van a por Disney y a por Netflix”, cuenta a EL ESPAÑOL.
Aunque la apuesta es grande y un ataque “a la línea de flotación de Netflix”, para Elena Neira todavía queda bastante para ese cambio de líder en la guerra de las plataformas, y el motivo principal está en la producción propia. “Todavía no lo veo. Ten en cuenta que Netflix se está gastando, en 2020, 18.000 millones de dólares en contenido, mientras que HBO Max 2.500. Ahora hay que sumarle el presupuesto de todos esos blockbusters, que si contamos que cada uno cueste 200 millones, la cifra todavía ni llega ni a la suela de los zapatos de lo que invierte Netflix”. Además, da otra clave, “el cine no genera tanta fidelización como las series”.
Eso sí, si alguien puede alterar las cosas, esas serán “la futura Paramount Plus y HBO Max, por público objetivo y por contenido, porque Amazon está tan anclado a la plataforma de e-comerce que tienen una batalla por libre”. Además, queda por ver “cómo va a afectar a las producciones de Netflix y si van a elevar el peso específico de las películas de estreno, porque de momento la cuota en comparación con la de series es muy minoritaria”. “Yo pondría el foco en 2022, en qué va a pasar, porque si Warner está dando salida a películas que han costado 250 millones y otros 200 en publicidad, si la ventana digital es tan importante en la distribución, me pregunto si van a invertir en productos de esas cifras o si el próximo escenario es que salgan muchas películas de menor presupuesto, y cómo va a afectar todo eso a los números que barajen todas estas empresas”, apunta Neira.
¿La próxima fecha? El 10 de diciembre, cuando Disney “tiene una llamada a sus inversores”. Elena Neira se arriesga a hacer una predicción: “me apuesto a que ese día sabremos qué va a pasar con Viuda Negra, eso sin ninguna duda. Y el calado del anuncio de Disney, si es que decide subir el nivel de la apuesta, será mayor, porque la cobertura de Disney es mayor”. La pelota está en el tejado del otro gran player de esta guerra que no ha hecho más que comenzar.