Desgranamos las claves del viral reencuentro de 'Física o Química' con su guionista
Analizamos en profundidad el regreso de 'FOQ' con Carlos García Miranda, responsable de los dos especiales de la serie adolescente de ATRESplayer.
28 diciembre, 2020 00:46Nada ha podido con los exalumnos del Zurbarán. Ni el coronavirus, ni las fiestas navideñas ni el estreno en Disney+ de un gigante como Soul, la nueva película de Pixar. En cuanto el especial reencuentro de Física o Química estuvo disponible en ATRESplayer PREMIUM, las redes sociales se volvieron locas sufriendo una fiebre de nostalgia. Si en el día de ayer has entrado en Twitter, es más que posible que te hayas encontrado fotos, vídeos y frases del esperado regreso de un fenómeno que cautivó a toda una generación de adolescentes.
En 2020 Yoli, Cova, Cabano o Gorka se han hecho mayores (también los actores que vieron cómo su vida cambiaba de la noche a la mañana gracias al boom de la serie), pero también los cientos de miles de adolescentes que siguieron sus tramas durante 77 episodios hace más de una década. El 4 de enero se estrenará el segundo y último episodio de un reencuentro que estuvo en peligro por culpa del coronavirus. La pandemia no afectó únicamente a la agenda de sus actores, también estuvo a punto de introducir la enfermedad en las tramas. Al final descartaron la idea.
Descubrimos todas las claves del evento nostálgico de estas navidades con Carlos García Miranda, guionista forjado en la cantera de El internado y con experiencia sobrada en la ficción adolescente gracias a novelas como Conexo o El club de los lectores criminales. Con él hablamos de series adolescentes, la Yoli, la moda de los revivals de éxitos españoles, el particular regreso de Javier Calvo de entre los muertos y, sí, también de las dos ausencias más sonadas del proyecto: el creador Carlos Montero y la actriz Úrsula Corberó.
¿Cuál era tu relación con Física o Química antes de que te encargaran hacer los guiones del reencuentro?
Yo era espectador de la serie. Entonces yo tendría 26 o 27 años. Adolescente ya no era, aunque lo alargué un poco (ríe). Como fan declarado de las series teen siempre me ha parecido una serie generacional. Cuando se estrenó Física o Química ya estábamos haciendo El internado. Por el mundillo del guion nos conocíamos los equipos de las dos series. Tenía relación con algunos de sus guionistas: Mikel Alvariño, Carlos Ruano, Susana López Rubio… También había directores con los que trabajé en otras series en esa época: Javier Quintas, Iñaki Mercero, Alexandra Graf... Entonces estábamos todos pendientes de lo que estaba pasando en la otra. A Carlos Montero no le conocía todavía.
Carlos Montero, el creador de la serie, se quejó de que no habían contado con él para el regreso de FOQ. ¿Cómo lo has vivido desde el otro lado?
Esa gestión escapaba un poco a mis competencias. Desconozco los acuerdos contractuales que había, pero personalmente siento mucho la situación. Como guionista se ponen en contacto conmigo para desarrollar la serie y desconozco los pasos previos a ese momento. Por mi parte hablé en cuanto pude con Carlos y le prometí que haría todo lo posible porque se sintiera orgulloso de lo que había hecho con sus personajes.
Tú has escrito muchas historias de adolescentes, tanto en tus novelas como en series. ¿Cuál es el truco para no parecer el meme del señor Burns con el gorro de lana y la camiseta de la calavera?
A veces dudo de si soy un poco Burns haciéndome el joven (ríe). Con las redes sociales ahora es muy fácil saber qué les interesa, pero también puedes meter la pata porque no estás dentro. Para mí la clave es que hay algo que no cambia de una generación a otra. Te pones las películas de los ochenta de John Hughes, Los rompecorazones, Dawson crece, FOQ o ahora Élite y todas tienen en común el contenido emocionales. Las temáticas siguen siendo las mismas. La más importante es la identidad. Hasta en Euphoria. Lo que hacen todas es colocar a personajes en situaciones que les hacen dar vueltas en torno a lo que son y lo que pueden llegar a ser. Luego ya depende de dónde apliques esos conflictos. Hay una cosa que me encanta del género adolescente es que todo se vive con el doble de intensidad. Cambia la tecnología, las emociones desde Rebelde sin causa son las mismas.
¿Cómo se enfrenta un guionista a unos personajes que no ha creado y que tiene ser capaz de recuperar en poco más de dos horas y hacerles justicia?
Aquí estuve muy apoyado con Candela Izquierdo y David Troncoso, que es productora ejecutiva, y con Sonia Martínez [directora editorial de Buendía Estudios], que ya estuvo en la creación de la serie original. Desde Sonia que conocía los personajes, que conocía muy bien a los personajes, o Candela, que por edad veía la serie cuando era adolescente. Ahora mismo ella tiene una edad cercana a los protagonistas, así que me contaba cuál creía que sería la evolución emocional de los personajes a través de sus experiencias y las de sus grupos de amigos. Todo eso, lo que conocía de la serie y mi parte profesional fue el punto de partida para traer los conflictos al presente. En cualquier caso, aquí había un cambio general en los personajes: más allá de dónde están ahora, los treinta son un momento muy interesante porque las decisiones que tomas ahora sí que van a marcar el resto de tu vida y, pese a todo, todavía estás a tiempo de cambiar las cosas. Candela ha hecho muchísimo para ayudar a definir el estado emocional de los personajes.
¿Fue muy difícil dar con la idea de hacer una boda que les reuniera a todos?
Hubo varias ideas para volver a reunirlos, pero Yoli siempre estuvo en el centro. Se lo ha ganado. Fue la que estuvo toda la serie. Personalmente me parecía que era el personaje que había recorrido toda la historia de FOQ. A mi el triunfo de los perdedores siempre me encanta y creo que funciona muy bien como revancha adolescente. Escuché una vez cómo Jennifer Lawrence decía que lo mejor de ser famosa era saber que la gente que se reía de ti en el instituto era consciente de que te iba bien en la vida. Con Yoli pasa lo mismo, aunque ella no lo viva desde el rencor: todo el mundo creía que sería una cajera y ahora tiene es la dueña de una cadena de supermercados. Nos encantaba ponerla en el centro de la reunión. Andrea Duro ha evolucionado muchísimo como actriz y, por el género en el que queríamos encajar este reencuentro, la comedia romántica más clásica, nos parecía el personaje perfecto.
Los dos episodios, formalmente, remiten directamente al FOQ de hace diez años. Con su uso de la música, la puesta en escena, hasta la publicidad encubierta es de los 2010... ¿Teníais claro tú y el director (Juanma R. Pachón, responsable de 16 capítulos de la serie original) que ese debía ser el camino a seguir?
Hasta teníamos una secuencia con un chiste del product placement de Fanta. En Física o Química los personajes siempre estaban tomando Fantas. Al final se nos cayó en la última versión. Al final del episodio hay un montaje musical que repasa en qué momento están todos los personajes y que es un recurso muy de la época, muy de final de Embrujadas y muy FOQ.
Hasta el momento musical está acompañado de una canción de hace casi 20 años: Moriría por vos, de Amaral.
Eso ha sido mérito de Juanma, que se empeñó -y no os imagináis de qué manera- en que tenía que ser Moriría por vos y la verdad es que funciona como un tiro. Yo no había vuelto a escuchar esa canción desde que Amaral la sacó hace casi veinte años y ahora llevo varios días cantando como Nicolas Cage (ríe). Era una estructura más clásica, de televisión de otro tiempo. Ahora las series acaban mucho más alto y con secuencias como cortadas, pero quería hacer un cierre más redondo para dejar claro dónde están los personajes antes del segundo capítulo.
Empezasteis a trabajar antes de que estuviera cerrada la lista de actores del viejo reparto. ¿Cuántas versiones alternativas hay de este reencuentro?
Cuando empezamos a hablar de la serie, Sonia siempre tuvo en mente los actores de la primera generación. También queríamos recuperar algunos personajes icónicos de otras temporadas, como Alma.
¿Hubo un plan de contingencia por si finalmente Úrsula Corberó podía estar en la serie?
(Ríe) Hubo otros nombres que se tuvieron en cuenta, pero que finalmente no pudieron estar.
Javier Calvo siempre dijo que , a pesar de la muerte de su personaje, él tenía que estar sí o sí en un reencuentro si alguna vez se hacía. ¿Cómo se dio forma a esta trama en la que, como confirma el avance del segundo episodio, ya queda claro que Fer vuelve como “fantasma maricón”?
Ese chiste me encanta (ríe). Todo es gracias a Javi. Teníamos una propuesta bastante elaborada escrita en primeras versiones. Pachón, el director, y yo nos reunimos con él para hablar de ello. Fue estupendo. Obviamente conocía muy bien a los personajes, por haber estado en la serie y por ser quién es. Le había gustado la idea, pero nos dio varias pistas de por dónde podía continuar. Había varios flecos en el aire y con su ayuda conseguimos anularlos. Él está muy contento. Siempre que le he visto me dice que le encanta el guion. Creo que funciona muy bien y Javi está estupendo. Aún no se ha estrenado el segundo episodio, pero las secuencias de Fer y Yoli son una maravilla. Puro Física o Química.
Estamos en un momento de revivals para la televisión española, algo que ya había pasado en Hollywood en años anteriores. FOQ, Los protegidos, El internado, Los hombres de Paco… ¿Qué crees que dice eso del estado de nuestra industria?
Creo que estamos más fuerte que nunca, pero también es importante ser consciente de que ya lo estuvo y nos hemos dado cuenta un poco tarde. Estos revivals hacen justicia. Cuando yo empecé con El internado, hubo muchos éxitos que se vieron en un montón de países. Se hicieron versiones internacionales de muchas series españolas. Creo que el remake ruso de El internado tuvo más temporadas que la nuestra y todo. Ahora tenemos el éxito de La casa de papel, Veneno o las 30 monedas de Álex de la Iglesia, que se va a estrenar en el canal principal de HBO en Estados Unidos. Las plataformas han ayudado a que nuestras series lleguen más lejos fácilmente, pero creo que siempre se han hecho cosas buenas. Ahora sucede todo mucho más rápido.
Si El reencuentro es un éxito, que tiene toda la pinta, ¿crees que hay una forma de continuar con las vidas de estos personajes o es mejor cerrar y, en todo caso, hacer una nueva generación?
Eso ya escapa de mis dominios. La verdad es que no sé los planes de la productora y la cadena. Esto es un evento, un reencuentro autoconclusivo que tiene las puertas abiertas para continuar. Lo bueno de esta serie es que tienes un buen grupo de personajes con los que puedes crear una buena historia si los vuelves a reunir. Hemos hecho una serie donde el entorno ya no era tan importante. No puedes hacer Perdidos sin la isla. Aunque ya no estamos en el Zurbarán, sigue siendo Física o Química.
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