La Caza. Tramuntana se muda en su segunda temporada a un pueblo de Mallorca. Con un nuevo caso que se presenta más complejo que el de Monteperdido, nuevos personajes y un abanico de sospechosos que se amplía cada semana. Si en su primer episodio la serie ya reveló quién es el asesino de Bernat Cervera, en el segundo, hizo lo mismo con la persona propietaria de la misteriosa furgoneta blanca (aunque no confirma que sea quien la conduce), algo que demuestra, como ya imaginábamos, que el caso de esta entrega tiene muchas ramificaciones de las que esperábamos a priori.

Con las cintas de los programas de radio que grababa Bernat y la alusión permanente a las tradiciones del pueblo, se transmite muy bien esa sensación de ambiente turbio y aire enrarecido tan característicos de una comunidad pequeña y cerrada. De esas en las que todos se conocen desde siempre, lo cual hace difícil saber si quien calla lo hace por desconocimiento o porque comparte con el otro secretos inconfesables. 

La trama de la serie de TVE continúa avanzando sin tregua en su narración de dos líneas temporales que, a pesar de ser tan cercanas, ha encontrado la forma de ser efectiva. Con la introducción de nueva información de forma constante y escenas de acción y tensión muy conseguidas, La Caza mantiene el ritmo y la intriga, a pesar de los inevitables clichés del género, que obligan a los personajes a hablar en clave entre ellos para mantener al espectador en la penumbra; algo que pasaremos por alto hasta que descubramos qué fue lo que pasó aquella noche a la que se refieren las tres jóvenes protagonistas de la historia. 

Cada respuesta que nos dan abre la puerta a nuevas preguntas. El caso se presenta cada vez más perturbador e incómodo, y las muertes que va sumando son variadas, pero en el centro de todo está Sara Campos, la sargento interpretada por Megan Montaner, que en esta ocasión se convierte en parte importante del misterio por resolver.

Quizá ella es el misterio más interesante que nos propone esta temporada, porque es un enigma que funciona como una muñeca rusa. Desde los documentos falsificados sobre su salud mental (que investiga el sargento Salva), a su desaparición, todo está relacionado con este caso que claramente es muy personal para ella. Y a través del cual iremos descubriendo detalles sobre su pasado; qué le ocurrió cuando vivía allí y las secuelas psicológicas que le dejaron esas experiencias, porque Sara también quiere esconder bajo tierra lo que le pasó aquella noche. 

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