Que los servicios de streaming han transformado por completo la industria de las series es un axioma, solo hace falta echar un vistazo rápido a las nominaciones de los Emmy de este año para comprobarlo. Aprovechando que estamos en la semana previa a la gala de premios, hemos querido echar la vista diez años atrás, para ver cómo era la televisión de entonces con relación a la de ahora, para repasar algunos de sus cambios más significativos.
Para empezar, hace una década se estrenaban menos series. En 2011 se estrenaron 266 títulos en Estados Unidos (debido a la pandemia el año pasado hubo un ligero descenso) y esa cifra casi llegó a duplicarse en 2019, con un total de 532. De aquellas 266 series, 113 eran producciones de las cadenas generalistas, y con este apunte llegamos al primer gran cambio.
Las series en abierto han perdido toda relevancia
Al lanzamiento de Netflix en 2013 como plataforma de streaming y productora de contenido original, se han ido sumando en los últimos años Amazon Prime Video, Hulu, Disney+, Peacock, Paramount+, HBO Max o Apple TV+, y con su llegada casi han hecho desaparecer a las series en abierto de las nominaciones de los premios.
2011 fue el año de Modern Family, fue la serie más nominada en la edición (y también la más premiada en la gala). Todas las series de la categoría eran de networks, no recibió nominación ninguna de cable. En drama ganó Mad Men, pero entre sus otras cinco competidoras estaban Friday Night Lights de NBC y The Good Wife de CBS. Resumiendo, de las 12 series nominadas a mejor comedia y drama, 8 correspondían a series en abierto.
El dominio de las plataformas de streaming
Desde hace cuatro años, debido al aumento de producciones estrenadas e inscritas en los premios, las categorías de mejor serie han aumentado su cupo de seis a ocho nominadas. Aunque ahora hay más posibilidades, de las 16 series aspirantes a la estatuilla de mejor drama y comedia, solo dos pertenecen a la televisión en abierto (This is Us y Black-ish), dos al cable y 12, es decir, el 75%, son títulos de las plataformas de streaming.
El auge de las miniseries
Precisamente en la edición de los premios de 2011, se introdujo un cambio en el reglamento por el cual se fusionaron las categorías de miniseries y TV movies en una sola. Esto se hizo necesario después de que en las dos ediciones anteriores solo se presentaran dos títulos en la categoría de series limitadas (The Pacific y Return to Cranford fueron las únicas nominadas en 2010).
Hoy, aquella situación parece increíble. En los últimos cuatro años, desde que en 2017 ganó Big Little Lies, hemos visto como la categoría de miniserie no solo es una de las más competidas, , sino quizá la más estimulante de la gala. Y este año en particular, con solo cinco plazas disponibles y un nivel tan alto, era tan difícil seleccionarlas, que había poco espacio para enfados por ausencias, porque todas eran dignas de la nominación.
La apuesta por las series de género
Hace una década, las series de ciencia ficción o fantasía eran toda una rareza entre las nominaciones. La veda la abrió Perdidos, luego siguió True Blood y, finalmente, Juego de tronos, que ahora tiene el récord como la serie más nominada en la historia de los premios. Pero lo que antes era una sola excepción en la norma, ahora es algo habitual. Este año compiten al mejor drama una serie de superhéroes (The Boys), una distopía (El cuento de la criada), una de terror (Lovecraft Country) y un wéstern espacial (The Mandalorian).
Una pantalla y una industria más diversas
Todos los actores y actrices nominados en 2011 como protagonistas de drama y comedia (24) eran blancos. Tenemos que irnos a los secundarios, incluyendo también la categoría de miniserie, para encontrar a Idris Elba, Lawrence Fishburne, Taraji P. Jenson, Andre Braugher y Archie Panjabi. Ninguna de las series o miniseries nominadas tenían protagonistas de etnias distintas a la blanca y mucho menos narrativas ajenas a ella.
Diez años después, afortunadamente, el panorama es distinto. En 2021 los elencos y los profesionales detrás de cámaras son mucho más diversos, nueve de los 22 actores nominados como protagonistas no son blancos. Y, más importante, están nominadas series como Lovecraft Country, Pose, Black-ish, I May Destroy You y El ferrocarril subterráneo, que tienen narrativas, protagonistas y equipos de la comunidad negra en su centro.
Los premios Emmy se entregan el domingo 19 de septiembre y la ceremonia se podrá ver en Movistar+.
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