Being The Ricardos, la baza de Amazon para los Óscar 2022 llega este martes a la plataforma de streaming con un cartel de lujo protagonizado por Nicole Kidman, una de las favoritas al premio de mejor actriz, en el papel de Lucille Ball, y Javier Bardem, como Desi Arnaz, dos iconos de la televisión de los años 50. Aprovechando el estreno de la película escrita y dirigida por Aaron Sorkin no podemos dejar pasar la oportunidad de repasar el legado de la protagonista de la mítica I Love Lucy en la industria televisiva.
La ganadora de 19 premios, varios de ellos por sus interpretaciones cómicas, también recibió prestigiosos reconocimientos a toda su trayectoria, entre ellos, el Governor's Award de los Emmy (1989), el Cecil B. DeMille de los Globos de Oro (1979) o la Medalla de oro de la Sociedad Internacional de radio y televisión (1977), entre otros premios a toda su carrera, porque Lucille Ball no sólo fue una leyenda frente a la pantalla, también fue una de las ejecutivas de televisión más exitosas de la historia.
Pionera detrás de las cámaras
Ball fue la primera mujer en dirigir una productora y un estudio de televisión, Desilu Productions, la compañía que fundó en 1950 con Desi Arnaz, su esposo, en la vida real y la ficción, con la que produjo el espectáculo de variedades con el que convencieron a CBS de la viabilidad del proyecto, y de que Arnaz, fuera su protagonista, algo a lo que la cadena se mostró reticente en un inicio porque creyó que la audiencia no iba aceptar que su marido fuera de origen cubano.
El resto es historia. La serie que mientras estuvo en antena fue vista por dos de cada tres hogares en Estados Unidos, llegó a emitir 180 episodios repartidos en seis temporadas y convirtió a Lucille Ball en una leyenda. Después del divorcio de la pareja en 1960, Ball compró las acciones de su exmarido y continúo al frente de la productora. Como tal, fue responsable de dar luz verde a la serie Misión Imposible (1966), Los intocables (1959) y la serie original de Star Trek, que en 2021 continúa siendo una de las franquicias más exitosas del cine y la televisión.
Cambió la forma de hacer televisión
Con Desilu Producciones Lucille Ball también fue una visionaria. Cuando se estrenó I Love Lucy en 1951, la televisión emitida en directo era la norma y la única garantía de calidad. Cualquier programa pregrabado era considerado como un producto inferior por su pérdida de inmediatez. Lo habitual en Estados Unidos, debido a sus diferentes husos horarios, era emitir en directo en la costa este usando una cámara, y grabar las imágenes de la emisión desde un monitor (kinescopado) para emitirla tres horas después en la costa oeste.
En lugar de priorizar la emisión en directo, Lucille y su equipo decidieron apostar por la calidad de imagen. Empezaron a grabar los episodios en 35 mm para poderlos conservar y rodaron con público, aportando espontaneidad porque las risas de la audiencia presente eran espontáneas. No fueron esos los únicos aportes, también apostaron por el sistema multicámara, que ya había sido desarrollado, pero para otro tipo de eventos y nadie lo había usado previamente para una serie de televisión. Con esto se consiguió agilidad durante la producción y frescura en las interpretaciones, porque se conseguían varios ángulos de cada toma sin la espera a que las cámaras cambiaran de posición.
Con I Love Lucy se transformó totalmente la forma de hacer televisión, nacieron las sitcoms tal como las conocemos hoy y también las reposiciones, algo impensable en aquel momento, cuando la vida útil de los programas acababa una vez emitidos. Ball quedó embarazada durante la segunda temporada de su serie, Desilu Productions pudo completar el encargo de los 39 episodios que había hecho CBS incluyendo una reposición de los mejores episodios de la primera temporada. Esta estrategia fue todo un éxito de audiencia que sentó las bases de la sindicación de programas televisivos de la que seguimos disfrutando hoy.
Rompió moldes en la ficción
Además de incluir una pareja multicultural como protagonistas y algunas expresiones en español, I Love Lucy también rompió otros tabúes, como incluir su embarazo en la trama de la serie, algo que fue totalmente revolucionario en la década de los 50 y que necesitó de muchas negociaciones para materializarse. La razón por la que los ejecutivos de CBS se oponían a esta decisión estaba marcada por la censura moral del momento. Ver a Lucy embarazada en la pantalla implicaba abiertamente que Lucy y Desi, que dormían en camas separadas tal como marcaba el código de la época, realmente mantenían relaciones sexuales.
Con seis temporadas exitosas y otras dos sitcoms que protagonizó después, Lucille Ball fue un genio de la comedia que ha inspirado a todas las generaciones que vinieron después, pero también fue una productora con poder de tomar decisiones sobre sus propias series. Ball fue pionera y visionaria y rompió el estereotipo del ama de casa televisiva antes de que este existiera.
'Being The Ricardos' se estrena el 21 de diciembre en Amazon Prime Video.
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