Hace un año, cuando uno hacía la lista de las mejores series españolas, pensaba con orgullo en lo bien que se estaban haciendo las cosas. A todos se nos llenó la boca y empezamos a tirar de hipérbole y a calificarlo como el mejor año de la ficción en España -puede que esto siga siendo verdad- y hablamos de la edad de oro de nuestras series. 365 días después y haciendo la lista de este año uno se da cuenta que eso de la edad de oro mejor que lo dejemos en barbecho, porque hemos pasado de un curso 2020 absolutamente brillante a un 2021 que, seamos sinceros, ha sido decepcionante.
Es verdad que el timing del año pasado parecía una alineación de planteas. Que se juntaran en el tiempo tres obras como Patria, Veneno y Antidisturbios puede que nos nublara, porque aquello fue algo parecido a un espejismo. Este año no hay tres obras de semejante importancia. Ni de lejos. Y nos toca preguntarnos qué pasa o qué ha pasado para que de la euforia desatada hayamos pasado a conformarnos con las migajas. Pero no sólo fueron aquellas tres series las que elevaron el listón, es que detrás de ellas estaban otras maravillas como Vamos Juan, la tercera temporada de Mira lo que has hecho, apuestas ambiciosísimas como 30 Monedas o incluso series que demostraban que las cadenas autonómicas podían hacer grandes cosas, como El último show.
Al ver las series que se han estrenado este año uno saca una conclusión sin tener que devanarse los sesos. Las grandes plataformas han escondido la patita. Son ellas, Netflix, HBO Max, Amazon Prime Video y Movistar+ las que tienen el músculo económico y la visibilidad para hacer grandes obras, y ninguna de ellas ha estado a la altura. No ha habido riesgo, ni una apuesta por otras miradas, ni siquiera por autores consagrados con proyectos ambiciosos.
Netflix ha ido a lo de siempre. A conseguir usuarios. Tampoco esperábamos otra cosa, aunque ya va siendo hora de que den el salto de calidad que los espectadores españoles se merecen. Da envidia ver que en Reino Unido se hace The Crown y aquí nos conformamos con el enésimo intento de repetir el éxito de La casa de papel llamado Sky Rojo, la decepcionante Jaguar o la segunda temporada de Valeria. Esa es su línea editorial en ficción en España y ahí no encontraremos la nueva Antidisturbios ni la nueva Patria. La muestra de qué es lo que buscan está en el poco cariño que le dedicaron a su única buena serie, El tiempo que te doy, que pasó sin pena ni gloria a pesar de ser la única que ofrecía algo diferente.
Lo de HBO Max ha sido más decepcionante. Sus primeras series en España fueron ambiciosas y rotundas. Un golpe en la mesa de nuestra ficción. Las siguientes parecen producidas por otra empresa diferente. De Patria a Todo lo otro hay un abismo. Sólo Venga Juan -la mejor serie española del año- ha mantenido el nivel, pero recordemos que no es una creación suya, sino una adquisición, fue TNT quien se arriesgó y dio luz verde a esta sátira política creada por Diego San José. Y ha sido TNT quien también ha dado luz verde a una de las pocas series que han dejado huella este 2021, Maricón Perdido, de Bob Pop. A ver si el año que viene remontan con García, pero sorprende que hayan pasado del riesgo al amarrategui.
La triada de series notables de este año la conforma Cardo, creación de Ana Rujas y Claudia Costafreda y producida por Los Javis, que confirman una vez más su ojo para cazar talentos. Ellos son los padrinos de la serie que más ha calado y una de las pocas que ha sido renovada por una segunda temporada. Atresplayer parece que ha entendido de qué va esto de la ficción, y aunque en 2020 hayan estado más dedicados a reboots, reencuentros y comedietas de medio pelo, su anuncio de las ficciones que preparan es apabullante, ambicioso y muy prometedor. Pocos hubieran dicho hace tres años que serían ellos los que imprimirían algo de ritmo por encima de las grandes plataformas. La ruta, Vestidas de azul, la primera serie de Miguel del Arco… apuestas diferentes, que a priori tienen algo y que compaginarán con otras series de un perfil más mainstream. Series que hablan de nosotros, y que no intentan parecerse a otras o copiar modelos y estándares.
Atresmedia consigue así la posición que hace dos años tenía Movistar y que ahora mismo ha perdido. En 2020 estrenaron La línea invisible, La unidad, Mira lo que has hecho y Antidisturbios. Palabras mayores. Un plantel impresionante. Este año su gran apuesta, La fortuna, no salió como tendría que haber salido, pero el problema es que no hubo nada más. El futuro no es del todo halagüeño, y aunque en 2022 haya alguna apuesta interesante como El apagón o Rapa, el resto serán segundas temporadas de sus series más flojas, como Paraíso o Supernormal. Mientras, han cerrado la puerta a aquellas que habían funcionado. La cancelación de Reyes de la noche sólo se puede entender si uno cree los rumores, igual que lo de esa segunda temporada de Antidisturbios. Del riesgo a un conservadurismo que está lejos de lo que parecía que sería su apuesta por la ficción propia hace cinco años. Un giro de 180 grados decepcionante.
De Amazon Prime Video mejor ni hablar. De momento su ficción española es casi invisible, y la que ha llegado no ha tenido ni relevancia ni parece un producto de una plataforma con tanto dinero. Al menos Filmin se mantuvo fiel a su espíritu, a lo que se espera de ellos, y ofreció en Doctor Portuondo una de las mejores series españolas del año, tan atípica y diferente como su creador, Carlo Padial. Una comedia que no se parece a ninguna otra.
Ojalá este 2021 haya sido sólo un pequeño parón, y no un síntoma de que realmente nuestra ficción no vive ninguna edad de oro, sino que lo de 2020 sólo fue un oasis y un engaño, y que realmente se prefiere ir a tiro hecho en vez de a intentar conquistar con propuestas arriesgadas y sólidas.