A Carlos III le pitaron los oídos la pasada madrugada. Durante su discurso de agradecimiento por el Emmy a la mejor serie del año, Jesse Armstrong, el creador de Succession, lanzó un dardo al recientemente coronado monarca británico.
"Es una semana importante para las sucesiones. Nuevo rey en el Reino Unido, ahora esta premio para nosotros. Evidentemente, en nuestro caso ha habido más votaciones en nuestra victoria que en el caso del príncipe Carlos", proclamaba de forma irónica el guionista ante la clara reacción de sorpresa entre los asistentes a la 74.ª edición de los premios de la industria televisiva en Estados Unidos. El escocés Brian Cox, el patriarca Logan Roy en la serie, le siguió el juego "seamos monárquicos, seamos monárquicos".
“No estoy diciendo que seamos más legítimos en nuestra posición que él, eso se lo dejaremos a otras personas”, continuó en el mismo tono el británico. Cox cerró el intercambio con un conciso "equilibrio delicado", para risas de los asistentes. En ese momento la pareja estaba acompañada en el escenario de los actores Jeremy Strong, Sarah Snook, Nicholas Braun y Matthew Macfadyen.
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Con las victorias de Succession y The White Lotus, HBO se apunta otro tanto en la guerra del streaming. Con doce estatuillas, es la plataforma más premiada de la 74ª edición de los premios Emmy, seguida por Apple TV+ con cuatro y Netflix con tres.
La serie creada por Jesse Armstrong, que ganó a título personal en la categoría de mejor guion por el último episodio de la tercera temporada, se alzó con el premio más importante de la noche, el de mejor serie dramática, que ya había ganado en 2020 con su segunda temporada. Matthew Macfadyen le dio su tercera estatuilla de la noche. Tras ella quedó El juego del calamar, que se contentó con sus históricos premios a la mejor dirección y mejor actor protagonista (Lee Jung-jae), convirtiéndose así en la primera serie no anglosajona en ser reconocida en los Emmy.