La nueva y quinta temporada de la serie de The Crown ha llevado la polémica al Reino Unido, donde hasta antiguos miembros del Gobierno británico han salido para criticar ciertas licencias que Netflix defiende recordando que se trata de "una ficción".
Netflix, productora de la serie, ha tenido que salir al paso de los ataques a la última temporada -cuyo estreno se prevé para principios de noviembre-, para destacar que no que se trata de un documental sino de "una serie de ficción".
Esta nueva controversia se ha originado a cuenta sobre todo de un capítulo en el que se sugiere que el ahora rey Carlos III quiso forzar a su madre, Isabel II -que falleció el pasado 8 de septiembre a los 96 años-, a abdicar con la ayuda del ex primer ministro "tory" John Major.
El propio Major se ha pronunciado públicamente para desmentir, en declaraciones hechas al dominical The Daily Mail, que esto hubiera ocurrido y tildarlo de "un montón de tonterías maliciosas".
En dicha escena se incluye una conversación supuestamente mantenida entre el entones jefe del Ejecutivo y el todavía príncipe Carlos sobre la abdicación de la fallecida monarca.
La oficina de Major indicó en un comunicado al citado tabloide que dicha conversación jamás existió: "Sir John no ha cooperado de ninguna manera con The Crown, ni ha sido contactado nunca por ellos para verificar guiones sobre esto o sobre cualquier otra temporada".
"Como sabrán, las conversaciones entre la monarca y el primer ministro son totalmente privadas y (Major) siempre las ha mantenido así. Pero ni una de las escenas que se muestran es precisa de ninguna manera. Es ficción, pura y simple", puntualiza la nota.
Ante el malestar generado, un portavoz de Netflix defendió la serie recalcando que "siempre se ha presentado como una serie dramática, basada en hechos históricos".
"La quinta temporada es una serie de ficción, imaginando lo que podría haber ocurrido a puertas cerradas durante una década significativa para la familia real, que ha sido escudriñada y bien documentada por los periodistas, biógrafos e historiadores", apuntó este portavoz.
A raíz de esta polémica, han cobrado fuerza los rumores que apuntan a que los duques de Sussex, Enrique y Meghan, podrían haberse planteado retrasar hasta 2023 el estreno de la docuserie que emitirán en Netflix, prevista, en principio, para el próximo diciembre.
Algunos medios revelaron, tras conocerse la controversia en torno a la escena sobre la abdicación de Isabel II, que los Sussex decidieron retrasar el estreno, aunque no ha habido una confirmación oficial al respecto.
En la nueva temporada de The Crown se incluirán también escenas sobre los acontecimientos que derivaron en la trágica muerte a los 36 años de Diana de Gales, interpretada por Elizabeth Debicki, en un accidente de tráfico en París en 1997.