Ya es oficial, la industria de Hollywood está oficialmente en jaque por una doble huelga histórica. En la rueda de prensa del Sindicato de actores, encabezada por su presidenta, Fran Drescher, se explicaron las razones en un efusivo discurso y se llamó a la unidad y la solidaridad. Pero uno de los momentos más interesantes se produjo durante la ronda de preguntas, en el que se reveló una distópica propuesta sobre el uso de inteligencia artificial que el gremio recibió por parte de los estudios durante las negociaciones.
En un comunicado oficial publicado por la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP) momentos antes de la rueda de prensa, se afirmó que entre las ofertas que habían sido rechazadas por el sindicato de actores se incluía "una innovadora propuesta de IA que protege la imagen digital de los intérpretes, incluido el requisito del consentimiento del intérprete para la creación y el uso de réplicas digitales o para alteraciones digitales de una actuación".
Cuando uno de los periodistas presentes en la sede de SAG-AFTRA le preguntó a Duncan Crabtree-Ireland, negociador jefe, que diera una respuesta oficial sobre el comunicado, dijo que esta "innovadora" propuesta sugería que "los figurantes pudieran ser escaneados, cobrar el salario de un día, y que las empresas fueran propietarias de su imagen y pudieran utilizarla para el resto de la eternidad en cualquier proyecto que quisieran, sin consentimiento y sin compensación". Así que si crees que es una propuesta innovadora, te sugiero que lo pienses de nuevo".
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La propuesta parece sacada de la trama de Joan es horrible, el primer episodio de la sexta temporada de Black Mirror, la serie antológica de Charlie Brooker para Netflix. Algo de lo que también habló Ari Folman en The Congress, película de 2013 protagonizada por Robin Wright.
El uso de la IA generativa ha sido uno de los principales puntos de fricción en las negociaciones entre ambas partes (también es uno de los principales motivos de la huelga de guionistas), y en su declaración de apertura de la rueda de prensa, la presidenta de la SAG-AFTRA, Fran Drescher, afirmó que "si no nos mantenemos firmes ahora mismo, todos vamos a tener problemas, todos vamos a correr el riesgo de ser sustituidos por máquinas".
Las demandas de los actores son similares a las de sus compañeros guionistas (WGA), cuyos 11.000 miembros llevan más de dos meses en huelga. Quieren que se establezcan regulaciones al uso de inteligencia artificial, que se mejoren los pagos residuales de producciones de streaming y, a nivel particular, que se regulen las pruebas de casting grabadas por los actores.